jueves, 31 de enero de 2013

SALINA PERFECCION/ Poesía de José Ignacio Restrepo


UMBILICAL


Un torso
desnudado ante miradas
baja lento, sin celos, por la playa,
cuando ya el sol decae y el cobalto
del cielo ensombrecido saca puntos,
de brillantez ubicua,
no extraviada,
donde tendrá la noche
su escenario...

Un sudoroso rasgo en el esbelto
cuerpo de atleta bello desde niño,
muestra su ombligo cubierto de humedad
como un dedal de líquida arrogancia,
no tiene sal solamente la transporta
como prueba de que ese hombre
fue del mar,
un visitante amado
hace una hora...

Y luego está el mirar del alto efebo
de un azul cristal sin parangón,
empíricos dirían que es perfecto
y su madre opinaría en otro tono,
alguna vez muy dulce lo expresó,
diciendo quién soy yo para admirarlo,
pero quién mejor que ella para obviar
esta sacra belleza masculina,
de ambos sexos sin pudor
ya favorita...

La playa simplemente iluminada
frente a sus ojos rendida toda está ,
en la línea de espuma se reflejan
e iridiscen sin temor contra la arena,
como si fueran manos de mujer...
los mensajes lunares y lejanos
como deseos en azul ya dibujados
toscamente pero inclaudicables,
que fueran a dormir
allí en su piel...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 30 de enero de 2013

RAVEL SUENA EN EL MAR / Poesía de José Ignacio Restrepo



CONTRA EL MUELLE


Quedada
para que seas de mi sombra,
silueta entre adyacente y propia
y aleteo de almizclero enamorado, 
cuya seña de urgencia es ideal,
pide y da a la noche sin reparo
ilesas sensaciones que el pasado,
no pudo en nadie malgastarlas bien,
hay huellas desde el quicio al terraplén
y el golpe de la quilla la recuerda...

Pero hoy me quedaré junto a tu piel
adentro de tus bocas, enhebrando
estas veinte miradas de mis ojos,
y el deseo que hallábase dormido
sin el paso de tu beso por mi piel
preso de nada,
ímpetu de nada, ajeno...

Quedada,
la noche tiende voces aún sin orden
en mi mente que de ti es un nido,
todo lo espera, todo lo propone,
para que cuando entres y saludes,
un breve viento te diga en plena cara
que este es ese sitio que tu buscas,
donde las cosas pueden tener voz,
o estar silentes de ti pero harto vivas,
la tuya retadora de antes,
y esperando la mía,
pero sabiendo desde ahora
que te invita...

El bamboleo del bote ya musita
que antes de que sea madrugada
tu alma y la mía,
encadenadas,
cansadas de libar en la pasión,
en la mitad unida de los cuerpos
dormidas de placer se abrazarán,
semejando por el brillo de la luna
ser dos olas que se anudan
en el mar...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

martes, 29 de enero de 2013

TARDE AL LLEGAR... / Poesía de José Ignacio Restrepo

MIENTRAS EL SUEÑO VIAJA


Esta noche que acerca lo demás,
dormida te conviertes en mi luna,
la cama, el cuarto, la ventana muda
son como utilería en nuestra obra
el diálogo perfecto se repite
primero entre mi boca,
las dos veces,
pues hace rato duermes,
mientras escribo y tomo mi licor,
para poder tenerte sin que el sueño
me dificulte ser como otras veces,
por entero tu dueño...

Estas horas de fervor y de silencio
no hay con qué pagarlas, son de oro,
cada segundo de ellas lo atesoro,
tu cara, tus dos manos y la espalda
pueden verse mientras cruzas algún sueño,
y el tiempo entre tu rostro
y la esperanza,
parecen entre ambos darte todo
entre cuentos de amor y de retorno
para que puedas llegar justito al alba,
y encarnarte de nuevo...

Y no mi voz,
que en mi silencio espera,
a que se destejan las horas con bondad,
para sin más poderte saludar
con el básico beso que tu amas,
seguro el desayuno ya en la cama
te haga sonreír y con sorpresa,
me pidas que te explique,
y no lo haré,
acaso entre estas letras apuradas
más tarde te acerques a entender,
cómo llega el insomnio de gitano
y se lleva mi sueño entre sus manos,
dejándome de rey en tu aposento
esperando que vuelvas con el alba,
a mirarte pintada de mi voz
por cada romo dicho o cruel silencio,
y entre derroches veas el amor 
como un brillo perfecto y delicado
que se fue con tu sueño, sin decir
en esta noche febril
hacia otro lado...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©



viernes, 25 de enero de 2013

A SOLAS, SOLO... / Poesía de José Ignacio Restrepo




DE MEANDROS Y LAMIDOS



Los meandros del ayer me llaman,
hoy que silencios trae
la marcha infecunda de las horas,
de alargado trámite en tu busca,
o lo que igual es decir,
en una huida de mi despavorida,
y de mi oscura sombra replicante,
que por doquiera me lleve
habla de ti...
Pongo los pies cansados
en esas estúpidas pantuflas
que no sé quién en navidad me regaló,
y los arrastro como haciendo surf,
por el granito pulido de esta casa,
tenemos tanto en común para mirar
mientras el tiempo sobre mi se pierde,
anchos son los veintiuno con cincuenta,
al cuadrado, yendo y devolviendo,
y largas,
espantosamente largas,
las paredes de ventanas cerradas,
pidiendo que las abra,
pidiéndome por favor
que bien las rompa,
aunque sea con una liberada
de mis miradas claras...

Los senderos acuosos de ese río
que cuando tu me faltas suelo ser,
han rebasado todas las riberas
inundando de mi tu no se qué,
acariciada en lo lejos sé que tibia,
te has puesto sin querer
pues somos magia,
y estos requiebros míos te alimentan,
se acercan a lamer con fe tus piernas,
para que te recuerde que te espero,
que las pantuflas están bajo la cama,
y aun es temprano para arder el plexo,
pero yo de estos dolores me alimento,
y te debo mandar palabras cortas,
quiero
que desde el suelo me recojas,
en  forma de olvidada servilleta
y te seques nariz, barbilla, frente,
no sea que la gente crea ver
en esa calentura mis lamidos
y no puedas sin mi bien explicarlo,
recojas lo que sea que recojas
guarda mis ecos tan húmedos y tuyos
sabes amor, lo tienes merecido,
mi evangelio tu eres
aunque a ciegas no vayas
yo soy y seré tu lazarillo...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

jueves, 24 de enero de 2013

DE TU HUELLA ME PRENDO EN CADA PASO / Poesía de José Ignacio Restrepo


COLUMPIO


Me salvas...
Confiar tu aroma al viento
que se bate en todas partes...
Hacer de tu caricia un gozo más
de mi naviero equipaje resentido...
Ese que viene y se va
sin poner más azul 
que retórica indulgencia
en el mar que lo trata como ola, 
y lo deja sin playa
para poder su ética venderle, 
en manual de una hora....

Yo provengo de dolores absolutos
que mi alma de monje colecciona
las mandrágoras atadas a los muros,
que me temen siempre y lo divulgan
obcecadas y mansas dan tributo
ante el ácido aroma de mi cuerpo
en lenguas que en la noche yo traduzco
con ladrillos de amor como los tuyos...

Y cuando me doblego ante tus ojos,
agua de vida que tu boca busca,
entonces si mi amor derribo muros,
abarco sin hacerlo continentes,
me predico en tus iris indulgentes
que la hora que pasó sin darnos ésto,
realmente no fue tiempo perdido...

He creado el vacío de tu aroma,
la nostalgia perfecta de tu aire,
y dentro tengo escrúpulo sincero,
para luego abrazarte como nunca,
mi ser en tus pestañas se columpia
como aquel infante noble e invidente
¿lo recuerdas?
¿o ya te hincó el olvido?

Es un niño recogiendo piedras
va meciéndose en el parque sin cuidado,
igual que mi ser hizo la otra tarde,
como crío que pensaba que volaba,
 mis sueños locamente  te alcanzaban
en la luna, una sombra aparecía
que mis pasos sin cesar
solo seguían...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
*Copyright ©


AL BORDE DEL HOY HERIDO / Poesía de José Ignacio Restrepo


DISTANCIA


Podría el corazón como testigo
lidiar con el marasmo de algún juicio,
que rehuyendo horas, días, noches,
muestre cercanos los altos precipicios,
todo porque me escribes con tu boca,
silencios como espasmos,
estertores,
que sólo sé escuchar si tú me nombras,
si desde donde estés haces tu ronda
para verme volar tu firmamento,
de tan místico afán
por serme centro...

Hereje el precio dado por sentir
la horca posterior,
la muerte lenta,
saber que existe el mundo y tú con él
es suficiente premio y no me quejo,
por recorrer desiertos, laberintos,
hospicios de lamentos construidos,
peceras que se mueren
sin liberar sus peces,
sin oxígeno...
La cuerda que me ata con tu cuello
de sangre cada hilo ha de llevar,
al halarme del suelo hacia tu sino
sin poderte tener ni despertar
mostrará que es vital el fuego ansiado
aunque queme y te lleve de mi lado,
pero tardo en dormirme y en soñar
y ese sino
de ti me va a alejar...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 23 de enero de 2013

SI LA MUSA LEJOS... / Poesía de José Ignacio Restrepo




A UN RASTRO



Partido en mil pedazos hace tanto
bronco en el suelo del páramo,
hecho astillas,
el árbol que se alzara tan perfecto
entre la mediana arboleda rala,
no es nada para el camino,
ni el recuerdo,
pues quienes pasan en su afán de caminantes
son demasiado jóvenes o errantes,
como para tranquilamente poseer
de su alta figura evocaciones,
y ante el partido cuerpo vuelto astillas,
ni una mirada seca casualmente
pues entre el pasto verde
que las tapa,
su existencia nada significa...

Tengo astillas de bosques encantados
clavadas en el rojo corazón,
que hace tiempo fue seguro bosque,
para pasos que a si mismos se buscaban,
los caminos que hicieron se conservan
los sitios de partida y de llegada,
las ortigas y los musgos me recuerdan
que esas fuertes pisadas aun están,
y si alzo entre mañana el vuelo
las marcas tienen fresco aun mi asombro,
el de verte y no poder tenerte,
el de haberme atado a tus vigores juveniles,
sin medir que con solo un tiempo juntos,
simplemente otro camino pediría
esa señal de tus pasos, 
tu alegría...

Astillados mis veranos en tu invierno
tristes quedan en medio del dolor,
el rastro de tu amor
que fue tan corto,
ha quedado en mi bosque sin embargo,
y solo puedo pensar al caminarlo,
que no es justa la vida por pedido
ni puede ser feliz el corazón
simplemente por ayer 
haber sufrido...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 20 de enero de 2013

SENDAS DE AFECTO Y MIEL / Poesía de José Ignacio Restrepo



ENTRE MI SAL


Agradecido el corazón
que en el trajín indomeñable de latir,
no pierde el afán de entregarse todo,
ante esas visitas renovadas
de los recuerdos más largos, favoritos,
que llegan hoy cuando has ido a hacer tu vida,
y yo quedo al pasado remitido
en mi observancia feliz de la memoria...
Versos de miel,
tejidos entre carencias y llenuras
por los recodos queridos de los sueños,
mapas de azúcar pintados en pasado
donde sin mucho esfuerzo veo mi pie...
Y del acierto por al calor ungido
por los rastros al dolor abandonados,
quedan tirados emblemas siempre amados
y usos con nuestros nombres,
los de siempre,
por de las fuerzas del músculo central
que no recibe noticia ni al buscar,
debo decir que es sólo trashumancia,
debilidad para curtir los ojos...
Tramadas historias ya contadas
tomando de la piel llana experiencia,
por verla oscurecerse cada día,
ante la dúctil presencia
de aquello nombrado por sagrado
sol, amado astro que añeja toda vida,
en tanto sin remedio la alimenta,
como lo que han logrado y atesoras,
esos amores, y experiencias ciertas,
riquezas que aunque gastes,
no se acaban,
sueños por conseguir,
arduas quimeras...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

viernes, 18 de enero de 2013

POLICROMÍAS / Poesía de José Ignacio Restrepo


VULCANISMO



Voces que andan libando en las alcobas,
se detienen por agua y atención,
en el cuadrado enorme que es la mía,
cuando ella ya se ha ido y es de día...
Contra paredes, entre alfombras gruesas,
salidas como magia del jardín,
donde el aroma se eleva con las abejas
cuando vienen en busca de su miel,
y entretiene su viaje la cortina,
que recuerda tu mano desde ayer,
cuando enlazaste el juego de ese viento,
y él vio parar su vuelo, su alimento,
para dejarme el firmamento ver,
tu diciéndome cielo, ve y trabaja
convertiste el azul y la ventana
en dos policromías confluyentes,
como el ayer y el hoy se me confunden
y te observo sin verte pues no estás,
y entonces todo vuelve, la cortina,
el viento que mi labor en nada estima,
tu aroma, las abejas, el jardín,
y yo miento a los ojos pues no estás,
mejor cierro los ojos
para verte...

Voces de filantrópica mesura
que oscuros tonos tienen de la carne,
los recuerdos tallados son infames
y por idos profundamente bellos,
los contrastes se mecen por pequeños,
y la boca se me seca como ayer,
cada que sobre ellos elucubro
para buscar el hoy de ti, mujer,
entonces desordeno nuestra cama,
me emborracho de lilas ya cortadas,
extiendo mis monumentos derruidos
para con ellos hacer virtudes nonas,
cuáles preguntarás como en lisonjas...
esas de requerirte tan temprano,
esas de hacer poemas repetidos,
esas de en otro viernes aguardar
a que llegue tu paso y el ritual,
se cumpla en nuestros cuerpos
sin reveces...



JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

jueves, 17 de enero de 2013

ATANDO CABOS... / Poesía de José Ignacio Restrepo


POR TU DERRIERE


Longilínea emoción remisa
de pasar de tu espalda hasta mis manos
cuando el tacto se atreve y luego adorna
cada sinuosa forma derivada,
desde el arco que arremete y luego calla
hasta el músculo que enmarca todo,
ese bello donde atraca el universo
en el ancho venturoso de tus nalgas...
Esmero sé que dobla tu rectora
certidumbre de hacerse de mi sombra,
vuela lejos la alondra que mirabas,
mientras era mi mano forjadora
de esa infame emoción que tierno llama
el agreste placer que te faltaba,
y entonces paso mi mano arrobadora, 
lisérgica, serena, hasta insolente,
le recuerdo a tu espalda que me acepte,
le pongo reverentes mis deseos
marcados con mi yema antecesora,
y después me recuesto sin recato
sobre tu piel que ya hace rato duerme,
para hundirme en tus sueños sin mentir
y esperar con los míos otra vez
a que abras tus ojos y despiertes...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©


miércoles, 16 de enero de 2013

FIEL SINTONÍA / Poesía de José Ignacio Restrepo


A TUS VOCES


A veces se pone la carne de gallina, 
sin que haya algo que nos cause miedo, 
o porque perdido hallemos ese bien 
que enmudece del todo a la palabra...

A veces simplemente perecemos, 
mientras soplando el viento
arde la tarde,
y se guarda en nuestro pecho 
la esperanza, como gema inconsútil,
reconocible...
No obsta aclararnos la garganta,
y templar nuestros dedos entre ellos,
quebrando los nudillos como nueces
que hubieran resistido
un cruel invierno...
Y entonces serpenteamos fallecidos
 recordando ese todo como nada,
y trasladamos venturas camufladas
para que sean sendas de coraje,
mintiendo a nuestro pecho de equipajes
que insulta nuestra paz
en la memoria...

A veces solamente te recuerdo
como aquello mejor que sucedido,
me trajo aire de voces y venturas
que se quedaron para darme ecos,
poseo sin temor a que se escuchen,
los garabatos nobles en mis sueños
y los dejo libremente desde ayer
para que griten todo y hagan mofa
de la seguridad sincera y caprichosa
que decía cuidar
mi subsistencia,
hago ahora pareja libertaria 
de esa incertidumbre algo barroca
que se dejó robar por presumir,
pues no tengo mi amor a dónde ir...
Si te olvido por ir tarde y aprisa,
a la lección prudente de obtener
algo digno que deje el nombre limpio,
cuando entre mi presente yo te nombre,
no olvides que tejí sueños contigo
tomando los licores inventados,
en tardes de dolores y alegrías,
no olvides
 ay, amor que eran tus voces
tejidas a mis grávidos silencios,
y que divinas eran,
aunque fueran precoces
en el tiempo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 14 de enero de 2013

GRITAMOS DENTRO.../ Poesía de José Ignacio Restrepo




DECIR VERDAD


Un miedo vigoroso me recorre
atado a mi valor que es retenerte,
un miedo sin color que resplandece
sobre todo en la noche,
tu lo sabes,
cuando rondan los gatos, y las artes
son diabólicas, bellas y circenses,
de algún modo es el antes que revive
en el aire que tomo para dar
a mis músculos, horas y a mis pies,
kilómetros de ti entre cantimploras
que no guardan agua sino fiel tu carne,
en pensamientos de majestades 
desertados...


Entre mis dedos flotas,
te paseas mágicamente 
como moneda de juego,
te llevas piel como cargan
mis palabras un poco de evangelio,
de ese oscuro, níveo, perpetuamente sugestivo,
que no puedo bautizar me pertenece
pues hace tiempo nació
de aquello que proscribe y ama,
los centímetros de tu alma rumorosa,
la piel estío que te lleva y te gobierna,
eso que vemos 
y que te da forma...

Allende a los recuerdos y mi instinto
están dormidas mis ocres intenciones,
la ilusión de abrazarte aun más fuerte
lleva inscrita desde siempre mi apellido,
a lado de tu corto y santo nombre
marcha capitulando cada paso
el mío corto de dos palabras hecho,
qué, que se halle adentro
puede irse,
qué, que se esconda fiel ante tu brillo
podrá surgir de pronto en otro sitio,
qué, que te ame sus latidos haga
en otro corazón como canalla...
No puede lo que  vive siempre aquí
cambiarse de lugar
y seguir vivo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

viernes, 11 de enero de 2013

QUÉ ES LO QUE VES... / Poesía de José Ignacio Restrepo


QUEMANDO


Ese rojo,
color cuando la sangre se derrama
que como hilo se enreda entre lo mío
 ante mi alma forma trenzas hilvanando
tus cosas con mi piel,
entre lisonjas...
Ese tono
que muestran hoy las nubes
alargadas
porque el viento soleado
las puso fuerte a arder desde hace horas,
ese que llama todo lo que soy
con tu remanso nombre,
ardiente de la testa hasta los pies,
en tus mejillas como puerta espera,
para brindarme todo
nuevamente,
uvas y granadillas oprimidas,
 vino fresco goteando desde arriba
que recorre los atajos y las veras
donde lo tuyo en lo mío se transforma,
lo que quiero y que soy
entre silencios,
cada cosa que ansío mora en ti,
estás llena del rojo que ahora llama,
de ese color que late en las entrañas,
apresada te llevo,
entre mis vetas,
cada que brilla algo ya hace mucho,
se que me llamas tu,
rojo conjuro...

No hago sino seguirte,
oraciones liar a dioses raros,
pinto odas en mis telas desnudas
hasta hallar tus figuras en mis cuadros
amor te hago mis rojos sin fronteras
 usando y lavando luego
mis pinceles,
trementina me falta para dar
la limpieza que tus tonos se merecen,
para mañana de nuevo irte a pintar
con los magentas, los fucsias,
los morados,
granates altos,
rosados de inframundos,
los que quemados a mis hornos llegan
para que ardan de nuevo
entre los míos,
carne de aliada fe de poseerte,
llaga que traga todo mi deseo
y pone piel de nuevo,
una hora después
para que sueñe...



JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

SILUETAS AMPARADAS POR LA NOCHE / Poesía de José Ignacio Restrepo


SUMAS DE DOS


Ah,
cuánto aprecio mis cansadas manos...
No sabes que tan alto yo avalúo
su singar sobre tu piel ansiada,
cada viaje del remo, o sus descansos,
sobre los sueños de tu cuerpo moro
es un bogar deseado y silencioso  
bello para ordenarse y por cumplirse
pedido para mirarme nuevamente,
con el único objeto de admirar
desde tus ojos mi ingrávido abordaje...
Cuando vuelvo buscando tu rostro,
como lo hacen los ciegos reservados
en cada pensamiento que no tienen
recuerdo de colores y de formas,
deténgome sin prisa sostenido
sabiendo que me aguardas adherida,
es nueva cada linea  que conozco,
cuando se extiende grácil tu sonrisa,
y como me tienes tomado por la boca
pendiendo está mi vida de tu vida,
mujer, es tu valor inapreciable
sumando la emoción de cada instante
a la roca que grabas con tu nombre,
por eso cuando llamo
y no respondes,
puedo sentir un poco ese temor,
igual que si mermara un bien valor
por haber sucumbido el interés,
pero solo es el ahorro de revés,
que le pone otro motivo a la inversión,
somos dos regalados al gastar
el dinero que sabe el otro dar
en los mismos obsequios que recibe
de ese banco donde tiene su tesoro,
no te rondo sin que quieras
con mis manos...
mejor sin más mi amor
te las regalo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 9 de enero de 2013

LOCUACIDADES / Poesía de José Ignacio Restrepo



QUIÉN ESCRIBE...


Vereda lenta,
agua que se desliza por mi cuerpo,
playa de arena blanca que se duerme
sobre deseos nuevos
y viejos rebajados evangelios,
que hace tiempo leyéronse en mi piel
de silencio en silencio
regalados...
Pardas, serenas, 
hojas de medieval concupiscencia,
cuyo secreto enfado te refleja
desde que azar se llama mi memoria...
Ronco delirio atado a mi presagio diurno
debe a tu imagen el sendero recoleto
y a tu locura,
arduas estratagemas
para birlar olvidos que conserjes
cuidan sendas mazmorras
 donde vivo,
y donde lamentablemente 
tu me mueres...
¿Cómo reconmoverte ante mi piel
si desgonzas al irme
de tu mente,
 corazón que me ama si me llora
pero no me recuerda
si me tiene?
¿Cómo darle a la vida tu sabor
si ante larga armonía este silencio
ha lacrado su marca ante mi voz
y reclama por suyos
mis lamentos?
Ardo de amor
pero aun no me consumo,
es por que a ti la vida
te la debo,
y no puede quitarse algo que no
te pertenece ni un poco ni completo,
ven a darme la muerte en libertad,
o a pactar con mi olvido tu regreso...
a poco no me crees
ven, te llamo,
hace tiempo te fuiste con mis manos,
eso hace que es el tiempo
quien escribe
y quien rige asombrado
en tus lamentos...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 7 de enero de 2013

...POR QUÉ ENSEÑAR... / Poesía de José Ignacio Restrepo


ARDID


No queda incólume 
el apuesto recuerdo que esto forja, 
lo dejo desperdigado entre dos mil lugares, 
lo retuerzo ardiendo en unos ojos amables,
le doy fuego, lo seco, le tallo miniaturas,
lo devuelvo colgado 
a los ganchos calientes de la cerca,
lo coloco de frente, de lado, atravesado,
lo escucho distinguido en la voz transfigurada
de algún bello minino que regresó hasta aquí hace dos noches, 
y me privó del sueño llamando a los oídos de su vieja dueña,
una mujer hidalga 
que dijo diez mil veces que me amaba, 
que sabe bien amar mis poesías,
con ellas quiso hacer su monasterio,
pero no pudo y solo construyó
puentes de fuga...

Toda palabra que se vence en su dilecto amor
escapa de una boca buscándose un vecino por ventura, 
atrapada en su pequeño círculo en silencio
su enconada dulzura acaso podrá parecer gentil lamento, 
pues tiene en el oído un atento recuerdo por testigo,
compones con ella saltos para que lleguen ilesos a otra parte
latidas poesías como cantos que anudarán oídos a las almas, 
el dolor se resiste y talla para ti gentil mixtura, 
te sirve de teclado, como escrito entre dones de ablación
es nueva partitura esta emoción 
sentida en primera persona por tu causa,
el dolor, 
la carroza febril de lo que entiendo escribo, 
para podar la muerte de tanto arte
y llevarla entendida hasta ese lento
agradecer sentido y manifiesto,
como hoy, 
otra vez,
cuando llego al renglón con fuerza desmedida
para poder colocar ante la vida, en los estantes ciertos, 
importantes,
el testimonio lógico diciente,
de que amo creyendo
y que mi actos no son concupiscentes,
voy muriendo vigorosamente
mientras vivo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Copyright ©

viernes, 4 de enero de 2013

DE TU PIEL, ALMA AÑADIDA... / Poesía de José Ignacio Restrepo


URGENCIA   ELEMENTAL


Iracundo escalón hecho en granito,
donde hollé sin vergüenza mi rodilla,
caído por saberme erguido antes
de forzada divisa mal comprado,
este amor que entre fuego sobrevive
forjado hacia tus bosques voceando
repite dócilmente cualquier nombre
con la esperanza inútil de acordarse
y al destino de amar el mudo istmo
donde ensayé dormido el canto ido
de tu nombre olvidado entre dolores…

Quema tanto ese desdén como tu sexo
que derramó en las noches lava hirviente,
mis manos se amanceban solitarias
pues querer olvidarte es demasiado
y en los rostros de otras te inmaculo,
con pavor de creyente que no cree
pero relata al mundo su delirio,
confinado despierto y sudoroso
cuando llega la luz del nuevo día
y tu silueta se oculta tras los muros
de mi piel que se escose enrojecida...

Pero pasan las horas y te olvido,
o mejor no te olvido, te pospongo,
cuando llegas envuelta y renacida
en el cuerpo que el hoy me ha deparado,
dichoso yo te abrazo nuevamente
renacida en su piel color canela,
que aunque nada de ti realmente tiene
semeja en la mitad tu calor pleno,
donde estás escondida cual fermento,
esperando por mi como una bruja
de apodada virtud y eterna llama,
por siempre prometida para mi
desde aquella otra ya vida que te di…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 3 de enero de 2013

COMO UN SUAVE ECO... / Poesía de José Ignacio Restrepo



DECIRTE A VOS


Doméstica lactancia
por tu causa,
dilecta búsqueda eterna de mi sombra
que tibia de tu mano va sincera,
relamiendo momentos y verdades,
que el tiempo se ha llevado
poco a poco,
caravana de hastíos reparados
por el hálito más que suficiente
y ese destello magno de tus ojos,
que sigue como antes
llenándome de amor y de jolgorio,
de ecos majestuosos 
en mi mente...

Esta casa se llama como tu,
se apellida ternura a domicilio,
cada cuarto te nombra si te vas,
cada muro está lleno de latidos
y pintados me muestra los recuerdos, 
que se saben tan tuyos como míos,
y no podrían ser mitad de nada
si te llegas a quedar
en algún sitio,
y olvidada te vas
de esta tu casa...

Ronda de queriduras enmarcadas,
los cuadros que hemos puesto
en las paredes,
allí están encuadrados y felices
esos idos instantes ya vividos,
¿cómo podríamos ser uno sin otro?,
¿cómo languidecer en soledad
si por algún motivo
te perdiera?,
me sería la vida una mazmorra,
mis manos como yugos se verían,
mis ojos tras del último momento
quedarían en cónclave paciente,
en la curva agrisada de la calle
pendientes de mirar llegar tu paso,
esa esbelta silueta cantarina,
y tu rostro bendito
que yo amo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

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