jueves, 28 de febrero de 2013

NO ME LO VAIS A CREER / Poesía de José Ignacio Restrepo



TRES EN LA CAMA


Hoy tengo pena,
me he quedado sin mi dama,
torear de esta manera el dominó
es tentar al destino inútilmente,
tentar a los recuerdos por clementes
tiene de irreverencia cada gesto,
pero que le voy a hacer
se me durmió,
antes de yo mandarla con mis besos
a ese lugar seguro de los cuentos,
donde lo malo queda presentido
y los malvados
no tienen el control...

Mi dama duerme en brazos de Morfeo,
cuando llego a dormir está en mi sitio,
la cama está caliente y no hay espacio
Morfeo está profundo y ronca fuerte,
yo temo despertar a su invitado,
para sacarlo pronto de mi lado,
y él despierta en medio de un ronquido
y me ve suplicante con razón,
se sale pues también ha sido amigo
de mis horas de asueto fatigado
aunque él sabe que yo duermo poco...

Ahora, cuando abrazo sus bondades
ella tuerce un poquito la cabeza,
me dice, mi amor ¿ya terminaste?,
y yo lleno de sorna le contesto,
por favor amor, no me provoques,
que solo se termina si comienzas,
entonces se sonríe algo pedante
diciéndome, comienza por favor,
que es mejor acostarse sin demandas
que hacerlo con quejas de los dos,
la miro, y me increpa sin sonidos,
decido empezar en la mitad
para acabarlo bien y tener tiempo
para dormir y caer pronto de nuevo
en el abrazo sincero de Morfeo,
quien no hace nada y sin que yo los viera
la amaba locamente entre sus sueños...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 27 de febrero de 2013

DE ÉL A ELLA ( y viceversa) / Poesía de José Ignacio Restrepo




DOS COSAS



Siete son los embrujos
que en tu nombre callan
cuando miento,
para los anteriores a hoy
y posteriores a mañana
fundamentos,
y puedo enumerarlos mientras miro
esas que llamo etapas sin querer
de tu sonrisa, si, exacto,
etapas sin querer de tus sonrisas,
que empiezan de las mías nomenclando
las que has dado en llamar declaraciones,
que para efecto de entregar razones,
debiera yo decirles cuáles son,
y así romper el suave diapasón
que sin querer o haciéndolo,
construyo...
Pero, será después,
hoy yo precluyo,
vas tú con tu sonrisa de alto y lado,
riñéndome por dar a ésto importancia,
y yo quisiera rápido aclarar
que entre los dos debemos conservar
aquello que inició la poesía,
ésto es,
las fila de simétrica amistad
que ahora ya demanda y nos convida
a vivir del hacer de la palabra,
que es una fuente que no cesa nunca,
me dices, si, me dices,
yo me marcho,
la cama destendí hace mucho rato
y un rectángulo gélido será
si no tomo las mantas y caliento,
te morirás de frío,
aunque mi aliento se siente entre tu cuello
a calentar,
aquellos buenos-malos pensamientos
que ninguno se resiste en olvidar,
solo sé mi amor que si no subes
un témpano de hielo encontrarás,
no la cama,
ni la musa,
solo hielo,
así que sube pronto,
nada más... 

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©


lunes, 25 de febrero de 2013

SALINO AROMA, QUE PERSIGO / Poesía de José Ignacio Restrepo


LOBO DE MAR


Alcanzaré mañana, amor, 
ese suave latido de tus besos,
mientras alzo este sueño 
al collado de donde brota mi silencio,
alcanzaré mañana amor a darte alas, 
frotando entre mi plexo tus proverbios, 
como si fueran ellos y no tú, 
la causa posterior de lo que debo, 
para pagar amor con lo que sueño, 
cuando entro sin pudor entre tu verbo.

Tuve alas me dices y te creo
pues veinte vuelos en ti puse con ansias,
y entre las mil y una temperancias
que dedique a la mar mientras bogaba,
sabiendo que a tu nombre era que daba
cada salino golpe de mi remo,
cada rasgado gesto de las telas
que hacían atarear al viento,
para llegar al centro de tu playa
aunque fuera entre versos.

Y se alzan desgastados mis talones,
y se llenas de ampollas ambas manos,
mientras te digo todo sin callar,
a este tremendo golpe de dedal
cosiendo miserable entre candores
los vigores amados que te ahorro,
todos llevan tu nombre y apellido,
todos, tu mismo ajeno gentilicio,
celestes como Andrómedas difusas,
añiles por tanta sangre que perdí,
salía de mi anclado corazón
tanta que allí la vida te la dí,
mientras volando me iba,
sobre el mismo Monzón
que en ti me puso...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 24 de febrero de 2013

EL SUEÑO... / Poesía de José Ignacio Restrepo


ATLAS AMOR


Cuánto teme este que soy servir
y pese a ello convertirse 
en la carga tentativa ingobernable
que alberga toda vida,
toda vida,
de volver el tesoro una moneda,
pues todo se gasta,
cada rico país tiene fronteras,
todo mar por bello y extendido
tiene en su fondo 
ese negro  inhabitable,
donde nada está vivo,
quizá estuvo
pero ahora habita en otra parte...
Corajes,
el nombre de los días insidiosos,
cae ese telón pesado y mustio
y en la hora final.
mueve el dolor,
las alegrías apátridas y viejas,
van rompiendo con sus huesos las murallas,
que parecían tan recias casi eternas,
y ahora están caídas
formando en nuestro suelo con retales
ese paisaje con nombre de promesa,
como si fuéramos de nuevo adolescentes,
con ánimo perpetuo de empezar,
sin el miedo incorruptible a los comienzos,
carentes de esa objetividad
que avisa sobre el paso ineluctable
y sereno del tiempo...
Y sin embargo, amor,
eso otro que ya tantos olvidaron
y que algunos todavía buscan,
tu y yo lo tenemos,
vaya suerte,
le quitamos el nombre mancillado
y le dimos nuestro propio bautizo,
no se inmuta, se queda,
nos bendice,
hace cada minuto un nuevo mapa
y nos sopla ufano las respuestas
ante pruebas diversas,
nuestro hijo llamado
Atlas amor,
sereno ante nosotros
carga el mundo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 23 de febrero de 2013

PROFESOR QUE APRENDE, ESO SOY / Poesía de José Ignacio Restrepo


UNA A, ADMIRADA


Esta noche soy un verde quehacer
de tus manos sencillas y espirituosas,
bordando vas quimeras y esperanzas
sobre mi cuerpo callado
de retazos,
me tomas con un vértigo piadoso,
como a un vaso de vidrio para flores,
que en razón de su edad
y recorrido,
tiene algunas pequeñas grietas nobles,
que para ti son gesto de riqueza
y no como te dicen
mis osadas y lentas pulsaciones,
solo señas de ir y estar volviendo,
sin ya saber hacerlo...

Esta noche tu zurces mis estragos,
y el fasto de tus ojos los observa,
yo los míos cierro  de obsequioso,
pues deseo sentirte como bosque
cuando el copo más alzado se reclina
ante el paso inmenso de ese viento,
que le recrea las yemas y sus dudas,
de proseguir con fe
el siguiente invierno...

Esta noche te alabo como crío
tus maternales actos que protegen,
cada cosa que soy y lo que tengo,
derivo de mi espera hasta tu alegre,
muestra manual de frívola eficacia,
y no te puedo dar más que una A
si he de calificar la maestría,
pero debo admirarla
mujer mía,
pues tus caricias hablan,
recitan lo mejor de mi poesía...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 22 de febrero de 2013

SIEMPRE DE TI... / Poesía de José Ignacio Restrepo



HEREDAD


Si heredo diariamente este tu reino
para nocturnamente repoblarlo,
con mis huellas dormidas y despiertas
por tus suaves caminos otomanos,
debe ser porque ahora lo he entendido,
nada hay que me plazca más que ésto,
dejar llanto en tu nombre con mi paso
pues se perdió otra vez el frenesí,
en razón de tu sueño decoroso,
el cual deja tu rostro tan hermoso,
que tengo que tranzar y negociar
no te despertaría si debiera,
solo porque tuviera
obligación...

Donde poso mis ojos juego ahora,
lanzo mis dados de suerte imaginaria,
para pugnar por alcanzar victorias,
y luego pagar los bienes recibidos,
gratuita y feliz por tanto tiempo,
en este instante que te miro plena
iridicen las cosas del pasado
como estrellas molidas en el suelo,
por donde ambos cruzamos mieles hubo,
también hambres contenidas y oropeles,
tiro los dados de forja y se abrillantan,
igual que entre mi pecho tus latidos,
entreabro el confín y los tejidos,
que dejan ver al vecino en la memoria,
claustros llenos de amor,
que no se rinden
aunque llantos hubiere
y se escuchen intensos los quejidos...

Goloso siento en la boca este traslado,
urgido por ver de nuevo el recorrido,
mientras el hoy resuelve aquí quedarse,
desesperadamente enamorado,
como si fuera ayer cuando te vi
y me estrené tu piel
con frenesí...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 20 de febrero de 2013

DECIRTE A VOS... / Poesía de José Ignacio Restrepo


HOY DIJE, REPETÍ


Envuelta en mis pensamientos de regreso,
cada palabra fue aderezo de este instante
y en los silencios graves sin complejo,
vi yo sombrillas sin color para la lluvia,
la marca que los dos ayer pusimos
en aquellos sin sabores de hace tiempo,
que yo sé que olvidaste por pequeños
sabiendo que los guardo a buen recaudo,
que el tema que tenía cada uno de ellos,
no pesa en mi memoria trashumante
cual si fuera el amante consabido
que nada teme dar, pero seguro
 también odia perder cualquier pendiente
así sepa que se ha quedado nono...
Sonrisas, van y vienen, monerías,
las arropo, las guardo entre mis ojos,
yo que tú de este mes recordaría
esos días sin siquiera saldo rojo,
son prendas tan escasas es lo raro,
abundan como cebolla de mercado,
y yo temo perder, sentir urgencias,
me da miedo olvidarme por inercia
del camino que lleva a tu regreso,
del nicho donde escondo los recuerdos,
del nombre de ese plato que nos gusta,
temo dar algún paso inadecuado
o que envejezca mi piel antes de tiempo,
llevándose de paso mi cerebro,
donde todo lo guardo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 17 de febrero de 2013

SIEMPRE EN DOMINGO / Poesía de José Ignacio Restrepo

TERCERA ELEGÍA


Yaces, 
el lecho te es como mancuerna,
algo híbrido que traes de nacimiento,
la manta se ha caído y el calor
hace histriónico honor para el silencio
que es mi apasionado comentario...
Volteas,
cada poro recuerda ese placer
que se quedó atrapado desde ayer,
cuando volví con mi austero bautizo,
a decir a tu mundo que tu cuerpo
es ese territorio donde migro,
al entender que soy en si 
un desierto
guardado para ti,
tras las palabras orbe
y extramuro...
No vas a despertar, te pido,
y tu condescendiente me obedeces,
das solo medio giro y te me muestras
como maja endiabladamente bella,
que se debe pintar alguna vez
para que herede a otros ojos y a sus almas,
la perfección eterna de sus formas
que tengo que cuidar,
son mi heredad,
mientras que te despiertas,
y con tus ojos abiertos
me agradeces,
que seamos y estemos,
nada más...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 14 de febrero de 2013

PARA QUE VEAS... / Poesía de José Ignacio Restrepo



A TUS GESTOS


En el anverso distante de tu salto
cuando me ves y luego te distancias,
puedo encontrar la clave de mis ansias
concordatarias, ingrávidas, perennes,
aunque tú apenas hallas impaciencia
envuelta en vaporosas inquietudes,
yo sé que envío serios emisarios,
que como alados y mansos querubines,
te hacen inoportunos justas venias,
pero ellos no son añejos ni virtuosos,
son guerreros atados a tu cuerpo
salinos de tu mar y decorosos,
tienen el mapa exacto de tu cama,
y el recuerdo de un mil diez desayunos,
que te serví cual simple mayordomo,
de enamorada tez y cuerpo amante,
sin olvidar que siempre diste tarde
el delicado adiós que despedía,
jamás pude sentirlo como éso,
siempre te di la mano si tú huías
y la boca te mostré como si tuya,
fuera en mí tu sonrisa peregrina
nacida de ese lugar de lo posible,
para pintar tus sueños en la gloria...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 10 de febrero de 2013

SOLO SI QUIERES... / Poesía de José Ignacio Restrepo


RETA-HILA


A cuál  rasgo que traje en esta noche
motín del viejo amor llamas cansado,
si lleva tras de ti sintiendo años,
cada segundo pactado en las aldabas
de tus cerradas puertas claudicadas.
A que sincero gesto de mi carne
que simplemente escuece de ternura,
cuando tiene mi vista de la tuya
la atención tan constante y renovada
que en el antes no tuvo, solo en sueños.
Cuánto de lo que diste en miniatura,
regido por pasiones celestinas
se ha debido mujer a mi elocuencia
por postreramente convertirte,
y cuánto es simplemente merecible,
por ser tercos, contrariamente afables,
infalibles y acaso silenciosos.
Pero no tengo crítica ilustrada,
todos estos regresos antes fueron
bienvenidas, y hermosos bautizos,
estas feas preguntas adheridas
a mis viejas maneras sin un pero,
debes ahora valerlas como un bono,
que también pagan cenas y hasta almuerzos,
cuando ya no nos queda más dinero...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 8 de febrero de 2013

LUZ DE MI DÍA... / Poesía de José Ignacio Restrepo



DIOS FORASTERO


Nombrar antes la peste la traía, 
de la misma forma que al amor...
A suave melocotón tu riego huele 
y tu florido aljibe, pertenece 
a uno que sombras hace en tu zaguán, 
y tus silencios causa y enaltece...
Y cuando pían fuerte esas alondras
que migran de tu suave bosquesillo
tiene en sus pardas manos tu alimento
el migado fragmento de su pan...
En los corderos le veo cuando llaman
a media tarde a las ovejas y el ordeño,
y cuando llega cansado tu alazán
en el cuerpo sudado le distingo,
pues lo he visto montarlo algún domingo,
y ese caballo como tú, lo adora,
hasta puedo afirmar que tiene celo
si a la tardía hora de él llegar
con tus ojos amados de esperanza,
en la puente que está allende a la Libranza
sin querer vos hacer lo ves primero...
Es intenso el amor y si es gregario,
lo es ya doblemente hermoso,
es cándido, claro, vaporoso,
de mucho esperanzado por lo poco,
quien se sorprende viviendo en su aventura
sin duda soñará en tanto que pasa
cada minuto atento para dar
aquello que un milagro fiel le otorgue,
si es dama o es caballo, será igual,
la tarde que lo traiga al caballero,
verá su rostro cual un gracioso altar
y entre oraciones por querer se quede
al alba sin remedio entre oraciones
callado lo verá después marchar...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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miércoles, 6 de febrero de 2013

ESE COFRE ABIERTO... / Poesía de José Ignacio Restrepo


PERFUME


El cofre de los haberes intermedios
abro con más frecuencia de la sana,
para mirar aquellos incompletos
favores recibidos de tres pesos,
y de paso mirar con tres preguntas
decir quisiera yo bien conmovido,
a los amores idos y de espaldas 
a los adioses dados,
y de frente recibidos
y olvidados...
Abro casi sin querer pero a placer
esa pequeña puerta que chirrea,
lo hago de pie,
contra el marco de mi cuarto,
reconociendo que he tenido mucho
y ahora tengo más y no merezco,
aduzco que hay ligeras ilusiones
guardándose de mi y de mis deseos,
porque he tenido tanto y más anhelo,
pero ya casi entre el allá no busco
sino entre el acá
simple
y magnífico...

El cofre de los azares recoletos,
de las bocas censadas y dispuestas
que tuve en reuniones y entre fiestas,
brinda ese olor a lilas y gardenias,
ese aroma a ropas interiores,
intimas prendas urgidas por mis manos
para que al ser tomadas me dejaran
a su princesa dueña reina esclava,
completamente desnuda y a la espera,
cómo lo guardo de nuevo si ha volado
y ahora llena sin pena nuestro cuarto,
cómo decirle a mi reina si regresa
y algo de este aroma reconoce,
que solo abrí el cofre de recuerdos,
y se voló tan intenso como entonces
ese olor impecable
de algún sexo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 5 de febrero de 2013

DEL TELAR / Poesía de José Ignacio Restrepo



APUESTA


Y como negar el verso que despide, 
ese hacer crepuscular de olvidos, 
los que llamados y acaso consentidos, 
simplemente por tu bien nunca suceden...
Arde el telar del que su amor en hilos, 
deja de usar para aceptar cumplidos 
de la pernicie de olvidos y quereres, 
que lo llama al dolor, a su martirio...
Tu no, estás hecho de amores y de guerras, 
acaso duela decirlo cuando ocurre, 
pero es un hecho insular que no se pierde,
la comulgado por el mar hecho de amor, 
ahora mismo estoy mojando tu regazo
con las lágrimas de lo hecho
y lo olvidado...

Tiene la luz esa ansia de decir, 
sintonía etérea y y brillante, 
a todos toca en su dinámica febril 
y favorece en los pechos la hermosura, 
de recordar amor, fruta madura, 
elocuencia especial, rito que parte, 
comparte y se devuelve entre inseguro
y convencido de dar lo que no cede,
y vos entre el telar como un orate,
moviendo los pedales y los ojos,
dando de ti lo que en fin tu necesitas
con el acento ritual del que ingurgita
vida, placer, nobleza y esperanza...
con la vaga presunción de recibir
acto seguido el premio
que soñaba...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 4 de febrero de 2013

BENDITOS LUNES / Poesía de José Ignacio Restrepo


DUDAS SANAS


Rasgo la veladura que me priva
de comprender lo que es la luz del sol,
y cuando cae abajo el cortinaje
puedo ver que soldada a la ventana
hay una reja cruel,
diciéndole al azul de la mañana
que todo lo que es, igual no es,
que tu amor entre el mío aun no nace
y que es solo mentira lo nacido
eso que nombre todavía no tiene
apenas ese mote de prohibido...

Arde ya la mañana y veo rejas,
estuve cada minuto de la noche
entre el claustro bendito de tu cuerpo,
delirios en tu boca y de mi boca,
entrecortadamente compartiendo,
blandiendo la paciencia irrefrenable
de los días y meses que pasaron,
para poder construirnos este instante
sin que nadie estorbara y nos dijera
es ante todos un hecho reprobable...

Y ahora te me vas a tu destino,
compartes todo con él incluso a mi,
cuelgo de nuevo en su puesto a la cortina,
es demasiado sol a esta hora
y alguna sombra que provea fresco
es mejor que el calor que favorezco,
sin duda cuando vengas ya el reclamo,
se habrá escondido ajeno entre mis manos,
y nacerá distinta la ternura,
sabiendo que es mejor tener cien dudas,
que ir corriendo sin apenas caminar...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright © 

sábado, 2 de febrero de 2013

HABLAN LAS CRIPTAS... / Poesía de José Ignacio Restrepo


LETRAS DE AMOR ETERNO


Lozas veo,
mientras cruzo entre las tumbas,
que en si tienen grabadas en el mármol
los mensajes de amor y de recuerdo,
de aquellos que quedaron con sus muertos
de encontrarse en otra dimensión,
flores secas y pequeños monumentos
como ofrendas de amor y de deseo,
pintarrajeadas con rouge de cualquier modo,
las letras incompletas de boleros,
donde es la muerte esa fiel amante
que está contigo en todos los instantes,
comprometida en no poder llevarte,
ansiosa junto a ti por darte apenas 
lo que la vida le deja, el corazón,
que sin embargo late
lentamente...

Cruzo mirando los bellos mausoleos,
con la misión excelsa de sentir
esos mensajes vivos y perennes,
que algún cincel amante ha puesto allí,
leo cosas hermosas que descubro
son de molde igual que marquesina,
 mis ojos son cual dulces celestinas,
que darían la luz por ofrecerla,
y yo leo con el pecho suspendido
estaré esperándote mi vida,
te seré completamente fiel
y siempre tuya mientras llegas bello cielo,
llévame de la mano y con tu luz,
por los túneles donde me falta todo,
no olvides que te quiero eternamente,
y cada minuto de la hora prima,
en ese dulce diálogo de letras
te apareces, mi luz, viva y silente
como un fantasma limpio y sugestivo,
cuya muerte le espera
sin él verla,
en las letras que están más adelante
en esa lápida pulcra y aun no escrita,
donde ayer enterraron
a un infante...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©


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