jueves, 31 de marzo de 2011

TÁCITO…EXPLÍCITO / José Ignacio Restrepo

PELIROJA

Viene tu voz
como un eco
desde los pies del risco,
y me encuentra envuelto
entre recuerdos de ayer,
el vespertino abrazo,
tus miradas encendidas por mis ojos,
las pieles crepitantes
que sin duda quieren
convertirse en sólo una…

Viene tu voz cantando
versos  de amor sin egoísmo,
que conmueven, ayer nunca escuchados,
mi alma breve por tu voz fecunda
de manera inédita,
tallando lo que pienso soy,
lo que creí que era,
igual que el agua cayendo
formando con su sino un cauce,
abriendo un paso útil
tras del cual viene tu voz,
como llegan las buenas nuevas
y me encuentra listo para oírla,
reverbero en ella,
símil al  rojo pabilo que obediente
en la llama se deja consumir,
compartida la luz
con mi penumbra por apuesta
listo…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

martes, 29 de marzo de 2011

A veces el llanto es feliz... hasta fecundo! / Del alma querida de Carmen Soriano


OTRO SOLILOQUIO


Podría decirte,
sí,
a ti
que tus lagrimas me matan
que mi lado zurdo dañan seriamente
que me ahogo en cada una que se vierte
que daría mi aliento por evitártelas
que recorren mi piel cómo el ácido…
podría hacerlo y tú podrías creerlo
pero es que hay un detalle
es… que no sería cierto…
me gustan tus lágrimas
porque saben como las mías
a sal de vientos sin horizonte
a miedos bajo la alfombra escondidos
a gravosos autoconocimientos
a sueños por otros sueños repelidos
a corajes anticipados al olvido
a limpiezas preventivas
a esencias necesariamente vertida
porque así es que como yo lloras
y por los mismos motivos, cariño
por eso no me dañan tus lágrimas
por eso cuando lloras me limito
solamente a llorar contigo…
 
CARMEN SORIANO
Derechos Reservados

lunes, 28 de marzo de 2011

COMO INDEFINIBLE EVANESCENCIA… / Poesía de José I. Restrepo

SEDES  Y TORBELLINOS

´´´´

Decime vos, decime,
¿qué debe hacer espíritu errante
que por pie propio
ató su cantimplora a ceiba ajena,
y decidió abandonarse a tormentos estelares
que morarán a su diestra,
elevarán su espíritu a su siniestra,
pondrán fuego hervido por dos veces a sus pies,
lubricarán con empeño sus oídos,
para que pueda escuchar su corazón,
latido por latido
por los siglos de los siglos
que le resten?
Decime vos,
libertaria dama del afecto,
¿cómo desandar estos meses andados
sin porfiar de ese modo a la locura
de no poder ignorarte,
ni mucho menos hacer como si fuera
verdad a medias que existes por completo,
y así dejar la razón por la locura
para salir ileso,
aunque quede muerto
por saberme ausente de lo nuestro?
Ánima plena
que alumbras tantos segundos de mi actual trasego,
contesta mi petición según tu urgencia,
pero no olvides que atado como voy
a tu precisa huella diligente,
si no traes la sal para mis viandas
me quedaré sin comer y sin beber,
como misión de darte y recibirte
en mi mesa y mi piel,
que solo dan lo hallado en  reverencia
y devuelto por orden del destino
al lugar del origen,
donde brota la luz de mi presente
y la senda del fin y del principio…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

domingo, 27 de marzo de 2011

RELOJES QUIETOS ORNADOS DE AUSENCIA / Poesía de José I. Restrepo

CALOR DE NOSTALGIAS

de zenn

A esta hora,
cuando la extrañeza de ti,
este habitáculo de fibras tensas y emociones arcaicas
se ve recorrido sin reparo
por la explícita noción de tu ausencia,
cada breve pulsión,
cada gemido erosivo
que poco a poco se convierte
en pulsación,
en pensamiento
o en respiro,
se va llenando sin más que de tu nombre,
luces sesgadas,
brillos precedidos de temblores
de nostalgias recargadas embistiendo,
porque no están tus manos
bautizando el sudor de mis poros,
porque no son tus ojos
los pequeños oscuros espejos
donde se busca hasta perderse mi reflejo…

dreaming

A esta hora
reverbera la soledad,
en el crispado canto de los grillos
que mide noche a noche el rol del tiempo,
todo el zaguán alargado de mi cuerpo
se ha puesto a recordarte, mujer,
todo tu ayer suspendido entre maderas y linos,
entre guardado con vigor en las paredes
y un poco también en esta caja de pino
donde venía dulce de guayaba
y allí tu azúcar decidió quedarse
para abrocharse sin más
en los túneles hondos de mi boca,
ha decidido que el lugar de origen
donde su nombre adquirió significado
es donde nace mi voz que se persigna temprano
creyendo verte otra vez,
amando el sendero que en mi piel
ayer como al descuido
dejó el bendito recorrido de tu mano…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

viernes, 25 de marzo de 2011

Letras marcadas en piel por geógrafo de una dermis perdida… / Poesía de José Ignacio Restrepo

PATRONÍMICO

A forest path in Redwoods State Park, California.

De las hojas caer el río ya no es, ni el suelo es,
ni el árbol es, el paisaje sin hojas semeja allende el invierno
una pintura de grises y de huesos,
un acuerdo entre dos que para entonces
saben que no son, ni serán lo que fueron…
Sin hojas, este poema inventado primero
para ser un recorderis sin pasado
y después un llanto sin misterio
que sólo señala el portal sin señales del olvido,
una foto serena al azar
que a la nostalgia entristece por llegar
a la puerta del hogar, sin un gesto de calor
sólo escrito con nostalgia
por apenas lograr no haber nacido…

DETALLE DE FATUO ORIGEN

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Del fortín de las ciencias
donde todo yace quemado tras los últimos ataques,
extraje ayer tan solo un camafeo de falso marfil
que puede conseguirse en cualquier pobre bazar…
Dentro había dos viejas fotos medio quemadas,
dos seres desconocidos
cuyo vínculo ignoraré por siempre…
Ocultas,
talladas en filigrana,
unas palabras sin tiempo:
“Déjame ser tu instante,
allí está la ardiente eternidad”

COGNICIÓN

PENSANDO EN LA BANCA

Hablo de esos sentires
que no hay más remedio
que llenarse de ellos,
porque no están, son como bellos domicilios,
jardín exterior, rondando plenas
aves del paraíso,
tú tocas la puertas, nadie,
sólo el eco varias veces repetido
de un mismo golpe…
Esos sentires completamente ajenos
porque el otro se ha puesto inasequible
y nosotros también…
Nadie sabe bajarse del peor lugar,
de donde no puede continuar el poco tejido
que sin error notorio ha concebido,
y hay un triste pecado en claudicar dejar perdido
lo que se ha ganado sin lucha, ni puja…
Te hablo de esas tristezas
que quisiéramos exhibir en vitrina
o pasear bajo el sol por el borde del canal,
el lugar del amor de los enamorados,
vernos por allí con la cara que nada dice,
como para culpar a la felicidad de los que pasan,,
para que sea menos perfecta,
quizá menos envidiable…
Te hablo sobre todo
de un chucito legítimamente establecido
entre una cierta y una falsa costilla,
se oprime allí, se apoya bien,
cuando me comprometo en un suspiro
que tiene entreverado tu nombre,
no sé porque ni sé cuando,
es un chucito en mitad de suspiro
en la ene misma de tu corto nombre,
de eso te hablo, mujer,
si…de eso…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

miércoles, 23 de marzo de 2011

MIEL DE TU VOZ, CARICIAS DE TU CREDO / Poesía de Carmen Soriano


SACRILEGIOS


En la sacrílega noción de los bastardos
que no por viles sino por errados
es el amor sustituto y herramienta
quedo colgada de algún perno extraño
pendiendo sobre un vacío ya conocido
que desde el fondo de su abismo salado
grita un nombre que habita mi olvido…
y yo, que de ello entiendo poco, me asusto
porque no sé ser de otra manera
así, como se ve, escondiendo la mitad a veces,
doblando siempre la tenaz apuesta
como ese cruzado que batalla sin saberlo
por lograr un grial repleto de blasfemias,
sin nada que ganar y perdiendo aun menos
pues lo valioso lo dejó bien guardado
en un sagrado cairel de otro espacio
allí mismo donde tus labios se encuentran…
Y qué si de tus ojos me hago
como la única guía certera
de estos pies que recorrieron tanto
hasta llegar a este virgen remanso
donde es tu agua cristalina
fresca cura para cada herida…
y qué si en la profilaxis de tu abrazo
que se extiende omnipresente en mi día
es donde me siento segura y dichosa…
si yo no sé del amor sacrílego ni del otro
y sin embargo, de esta forma turbadora,
santa y sacrílegamente te amo….
 
CARMEN SORIANO
Derechos Registrados

domingo, 20 de marzo de 2011

SIN QUE DEJE DE HABLAR NUESTRO INTERIOR / Poesía de J. I. Restrepo


QUIÉN ES ÉL, EL DÍA SEÑALADO

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Llegan,
sinceramente tuyos,
los momentos de irse,
escancian en tu copa segundos inefables
al descubrir su cabeza,
quitándose el sombrero en nuestro honor…
Llegan como el forastero
apuesto y amable de los sueños,
tienes que mirar el rostro,
tu rostro,
los ojos bien abiertos
contra el plano espejo,
y olvidarte que en los cercanos porvenires
tu palabra no manda,
menos aún el don de tu deseo…
Llegan,
te llevarán solo,
un pie adelante, luego el otro,
en tus latidos el sabor virtuoso
que tiñe sin tu ayuda
los recuerdos sacros,
la boca y el nombre de la mujer que amas,
las manos una contra la otra
como hijas gastadas de tus sueños,
irán inicialmente a los bolsillos,
un momento después hasta la frente
para quitarse la sal,
de ese sudor que amaga,
que se muestra ante el sol
con la ilusión de solo evaporarse,
mientras haces camino entre el vivir
de un sinfín de músicos extraños,
tu familia,
una nueva,
otra más,
esta vez ha llegado
la hora de irse…


ACCIÓN DE GRACIAS

CLARIDAD

Entonces es la voz,
la profundísima voz del abismo,
bogando al viento en estertores,
hasta llegar aquí
leve segundo de maullidos,
abisales, ventrudos, míticos,
previniendo el rostro de quimeras
que se descubran a tu paso,
sin que en tus ojos nazca la sorpresa
por su inesperada presencia…
Entonces es este lugar
que me apura a sorbos el destino,
pedía yo silencio y verde,
pedía soledades y llenuras,
rostros níveos de niños con pieles de ébano
y ojos de mujeres jóvenes
que saben bien de la bruma de sus almas
y han sentido pavor de sí mismas,
pedía caminos poco hollados
y presentes con músicas y bardos,
y he aquí que todo se me envía,
todo,
y, ah escaso que se ve mi patrimonio,,
la sal de mi existencia que
precisa también ser renacida…
Vuelve el rostro quimera,
cuéntame hoy sobre tu magia intacta,
yo me llamo oído, ojo, olfato,
voy a anudar el verbo entre mi lengua
hasta que puro salga este ser de mi sitio,
este que no se hallaba y se sabía,
este que se buscaba entre la ruina
y entre el sopor se halló
mientras de un sueño corto
despertaba…


JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

lunes, 14 de marzo de 2011

PALABRAS EN TRENZA, CALLADAS DE ANTES.../ Poesía de José I. Restrepo


NUEVO POEMA DE AMOR


Un tenue violín cuya mística miel
no sabemos de donde viene,
nos recuerda los muchos días
que a gusto llevamos juntos,
las cosas vistas,
los kilómetros que hemos recorrido,
y mientras miramos las nubes pasajeras
sonreímos de nuevo
por los sueños que todavía tienen vida,
renovada vida, después de cumplir unos
quedan sus destellos vivos
y la senda brilla para ser servida...

De los secretos del amor el más profundo
parece decir desde la plática del viento,
que es vivir en común algo importante
pero no basta, no...
Querer vivir es algo más,
ir a otras partes,
conquistar otro beso,
una nueva mirada desde el alma,
de otro marítimo abrazo hacerse dueño,
sin decirle al otro que eso está ocurriendo,
sin que él otro lo advierta,
como hace con nosotros
el viento vespertino
o la luz del sol
cuando los ojos
 a solas 
 abrimos


ME ROMPERÁ LOS HUESOS


Y ese otro matiz
escondido como el leve guiño
tras el lente centenario del monóculo,
no se deja sorprender,
así los mensajes oceánicos que me nutren los ojos
ponderan con silencio los salterios
efervecidos de mis cantos,
que piden no cantarse solos,
ni formando ecos
no ahondarse graves en las frías noches,
construyéndole pasos nuevamente
a calles que de solas ya no tienen ni nombre...
Pudiera enhebrar algunas decenas de artificios
e ir de pesca nuevamente a tus ojos
en busca de ese guiño...
Pero no, el vendrá de este lado del viento,
de este lado del jardín de dalias,
en mitad de un te quiero o tres te adoros,
me romperá los huesos,
apurará mi corazón unos graciosos latidos
y pensaré un momento
si no me estoy muriendo,
cuando a los tibios ojos tu me digas
-Vivámoslo todo-


JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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sábado, 12 de marzo de 2011

¿Y QUÉ SI LOS RECUERDOS MIDEN NUEVAMENTE NUESTROS PASOS? / Poesía de José I. Restrepo


DETALLE DE HECHIZO

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Miras los juegos del agua,
el azar de las ondas que a nada obedece,
más que a la fuerza
de la que es a unísono causa y efecto,
y entonces otra vez, sé por que me gustas…
Hechizo de los días,
que los segundos  gastados acrecienta,
como agua de rio vas mutando,
un día si, otro tal vez,
el siguiente parece que no estás,
y tu sigues ahí,
fielmente haciéndome tu presa,
de los ojos a las manos embrujando
los humildes ardides, las redes,
en las que a gusto te meces,
Casiopea,
no tengo más secreto que yo mismo,
un día si, otro tal vez,
y el siguiente aguardando fiero o manso
que pongas tus ojos sin desdén,
en el fuego nacido por tu causa
en mis iris que otrora fueron agua…


CANTO EN ESTACIÓN

bamboo

El vago resplandor del día que llamamos siguiente,
apenas nace ahora al otro lado del mundo,
pero el fervor de las hojas de palma
y el vaho dulce del plátano en el aire,
ese ejército formado antes de pasar revista,
lo dejan ver seguro a pesar de lo oscuro de la noche…
Y el grillo macho en la alcoba
al llegar en busca de sueño,
canta poco,
canta y se detiene,
como diciéndome lo sola que estará,
lo largo, gris y mustio de sus segundos y sus horas,
cuando ya el eco de mi voz que se ha curtido en su oído,
tenga el errante destello de un recuerdo,
que no obedece
y tan pronto como llega
quiere marcharse de nuevo hacia la nada…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

jueves, 10 de marzo de 2011

DE ESTE ACONTECER OS HABLO / Poesía de José Ignacio Restrepo

YUXTAPOSICIÓN DE VIENTOS CANSADOS

Los que fueron una vez rostro de otro
y que a su justo favor, tienen afuera
la explicación de su don y su premura, en la grafía
de las estrellas caídas en desgracia
en la playa o en las vías del tranvía,
que están solas a causa de la hora…
Es noche cerrada en plenilunio,
y el barroco ruiseñor canta asolado,
por vernos solos, tirados,
dormidos en callado diapasón
con nuestros sexos hallados perdidos
también cantando entramados como niños,
sin saber que hacen allí pero sabiéndolo,
perlas rosadas, rupias de otras décadas
sin brillo volcadas sobre el suelo,
ante las luces del día que despunta
y las miradas tiernas de los niños
que hoy otra vez se internan en la escuela
a sabiendas que allí no se hace nada
de lo que mandan a hacer
quienes prescriben el favor de la jornada
y dicen que hay que crecer para poder entender
lo que entendido o no pule su brillo,
sin nuestra tenue e inhóspita aquiescencia,
rueca partida, Oslo en llamas,
lagos de vida dañados seriamente
dijéramos sin pena disecados,
por obra y gracia de adultos sinvergüenzas,
que dijéronse a guiar y lo pudrieron todo…


Vos fuiste yo,
entre el cardúmen amado te vi sesgadamente,
pues la luz era escasa, intermitente,
vi en ti mi rostro entre placeres perfectos dibujado
y supe que el ejercicio de invertir
este fenómeno claro,
se haría posible cualquier día o noche,
el hoy de ayer en prisas diluido
en jacarandás puestos con esmalte de uñas,
la roja bicicleta cubierta de maduras aceitunas,
tu sobre mí, la música de Schubert
brincando con nuestra vista en la cornisa,
a un minuto mi bien,
a un minuto
de saltar como gamos
a volar como nuevos ruiseñores,
que salen a probar su desnudez y el hecho de mirarse plenos
ante los ojos de todos los cansados
que no saben ya yuxtaponer
ni una mano en la otra,
ni el pie sobre la arena húmeda
que quedó sin dueño
en la esquina escondida del armario…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

miércoles, 9 de marzo de 2011

DEJADO EN HORA ÚLTIMA POR LUZ PRIMERA / Poesía de J.I. Restrepo y Carmen Soriano


A una distancia probable el ser amante…
(para Carmen Soriano)



Cuando veo tu rostro sin verlo
y en la cuenca impasible de mis manos
sorbo por sorbo bebo la luz de tus ojos,
buscando como siempre calmar esta sed,
comprendo sin hacerlo al destino…
de la tierra de los ríos soy, y sé que todo secreto
yace dormido esperando por mi
en la tierra que tiene mi mano,
y que este grano tomado de la fe
proviene de un matero de tu casa,
no sé cómo se logró tal resolución,
los milagros duermen la siesta
mientras vamos solos al banco,
y ahora sé que me falta el vigor de tus ojos
para completar el canto del turpial,
que a pesar de quedar libre por mi mano
viene todos los días a cantar
afuera de su jaula de oro…
ah!...el vigor primoroso de tus ojos,
aun en los días en que la batalla
se perdió por la sutil melancolía
y gastamos el afán de la cerrada la boca,
escuchando los vulgares secretos
que mustian los sentidos,
esos vástagos jóvenes sapientes
que han advertido con gozo inenarrable
el significado inefable de las cosas
antes que nosotros mismos…
tus ojos llegan atónitos aquí,
al portal de mi casa hoy en ruinas
y me obligan a mirar hacia la luz
a la ciudad que lleva mi nombre
por el favor orate de cardúmenes
que salieron de mis libros una noche,
solo para completar tu búsqueda
y la del brillo inexcusable
que ahora tengo por norte…
y de la mano que en la mía descascara,
su piel de cardo y camelias,
cuya sencilla razón de estremecerse
solía ir por ahí gritando Europa,
debo decir simplemente con ternura
que ya abrazó la razón como reliquia,
y me obligó a desear otro matiz,
la circunspecta y leal razón forjada
que luce rostros de miedo y valentía
ante la misma tonada por desear ser feliz
pese a saber que afuera solo me espera la lucha,
siempre aguardar otra distante madrugada
como los niños que son enviados a la guerra,
y solo tienen en la bolsa rota
un mendrugo podrido de esperanza,
por comentarte de noche
en nuestro dulce panal de miel y vino,
en donde suave y derroche
son las palabras de guerra y de armisticio,
puedo traerte cien mapas de las rutas dispuestas
los de la fuga al través del tedio puro,
los que nos muestran el azar desnudo,
y aquellos que falsamente nos dirigen
hacia el camino seguro,
mi bella Europa,
la de los ojos hondos de sentirlo todo,
la de las manos tibias de cargar a su pesar tesoros,
la de la danza etérea que se asió cualquier tarde distante
de su postrero minuto sin muy bien avisarle,
mi Europa pura, y que los mapas muestren
lo que les venga en gana,
ya está bien de señales
que pretenden enseñarle a latir
al forjador de tañidos,
en los impíos instrumentos de las aves…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Derechos Registrados





ZURCIENDO DEBAJO DE LA PIEL
( a José Ignacio Restrepo)


 

 Sólo una paz me hace, intermitente,
cuando en tus ojos me entiendo
te los robo, me apropio de ellos,
me miro entonces desde su fondo
expuesta en su pantalla de humanidad excelsa
veo los huesos de mi alma
los mismos que tantas veces rompieron
tanto golpe inmerecido, o tal vez no,
y tanta racha de viento viejo…
Por esta tu sola gracia
renuevo cada uno de los espejos
para que sean excusas nuevas
los nuevos reflejos que devuelvan
pero excusas al fin y al cabo,
porque puede siempre el miedo
de dejar de mirarlos a ellos y hacerlo dentro
donde duelen las distancias impuestas
duele la impaciencia que siempre miente
duele aquel segundo que cambió todo
y ahora, logra, de algún modo, que nada cambie…
Deja la ignominia mayor huella
que ese primer beso que no saciaba
y puede con el mejor de los recuerdos…
aún cuando es sólo arenada huella
que equivocado oleaje no borra
persistente inmunda permanencia
que cambia el verde de mis ojos
por enlodados tonos lacrimosos
o impúdicos colores que trascienden,
al mismo tiempo, amor y voluntades…
deseos y deberes bien sentidos.
Como desgastado calcetín
me doy la vuelta de vez en cuando
o me cambio de pie
entendiendo ahora desde tus ojos
que es siempre la misma tela
vistiendo diferente piel…
Sólo el zurcido sabio queda
ese que requiere de pétreas pulidas esferas
que se adentren a su final y mejor expongan
cada hilo destejido, cada hueco
entonces usaré mis pestañas como hebras
y tus dones como aguja
y haciendo remiendos haré paces
que acompañen sin intermitencias
aunque no pueden borrar, de ningún modo,
las huellas en mi arena…

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados


lunes, 7 de marzo de 2011

A VECES SE RECUERDA CON TODO… / Poesía de José I. Restrepo


INÉDITO


Puedo ser yo,
quieto en el rito de oír la caracola
con su mensaje insomne traído de los siglos,
soy yo este tañendo cuerdas lentamente,
de algún hermoso instrumento invisible,
que solo tu a lo lejos escuchas,
si, puedo convertir mi corazón
- este andrajoso músculo sin vos -
en una carabina que se estalla,
las miles de esquirlas al vuelo,
el aire que se carga,
lejano ese relámpago que busca la escena de tus ojos,
puedo abrir los caminos de este valle,
los azarosos cañones de esta selva verde,
y enviar expediciones a dirimir con otros tiempos
las zonas sin nombre,
los escasos atributos de los mapas no mirados por ti,
con esta mar adentro derribándolo todo,
lo añejo, lo que mustia,
lo que dejó su calor en intemperies…

Y si el ángel locuaz
que orienta a horas su peso ausente sobre mi hombro,
no pasó muy, muy cerca por tu lado
a llevarte mi aliento caliente,
debes saber que el tuyo si tocó mi boca
una vez
y otra vez,
y otra,
prendido de algún viento
que obsequioso me trajo la aurora…


TESTIMONIO SIMÉTRICO


Tras halar ese cordel
en cuyo extremo opuesto se anuda fuertemente
la letra inicial y el resto de tu nombre,
se abre voladora una cortina
y salen de allí las nuevas cualidades,
que erróneamente juzgábamos defectos:
Avaricia de ti,
quisiera ser el aire de tu olfato
y llenarme de vida en tus pulmones,
luego expelerme y ser mágicamente tu vestido,
el brocado precioso de tu pecho
y entre el blanco algodón
donde las paces hacen tus piernas,
de nuevo definirte la lujuria,
más tarde manos, ojos, boca, pensamientos
enviados como dardos indoloros
a escasa distancia,
quiero decir, ninguna,
en deseo simétrico desdoblar midiendo
la misiva excelsa de la gula para llenarme de ti,
con roja vocación de alucinado
y probar para siempre tomando por testigo al viento,
que de dichas cantidades hice un dulce licor
y no solamente me lo bebo,
también como loción lo uso
en este sembrado huerto de tus manos,
ojos, boca, pensamientos…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor
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