UMBILICAL
Un torso
desnudado ante miradas
baja lento, sin celos, por la playa,
cuando ya el sol decae y el cobalto
del cielo ensombrecido saca puntos,
de brillantez ubicua,
no extraviada,
donde tendrá la noche
su escenario...
Un sudoroso rasgo en el esbelto
cuerpo de atleta bello desde niño,
muestra su ombligo cubierto de humedad
como un dedal de líquida arrogancia,
no tiene sal solamente la transporta
como prueba de que ese hombre
fue del mar,
un visitante amado
hace una hora...
Y luego está el mirar del alto efebo
de un azul cristal sin parangón,
empíricos dirían que es perfecto
y su madre opinaría en otro tono,
alguna vez muy dulce lo expresó,
diciendo quién soy yo para admirarlo,
pero quién mejor que ella para obviar
esta sacra belleza masculina,
de ambos sexos sin pudor
ya favorita...
La playa simplemente iluminada
frente a sus ojos rendida toda está ,
en la línea de espuma se reflejan
e iridiscen sin temor contra la arena,
como si fueran manos de mujer...
los mensajes lunares y lejanos
como deseos en azul ya dibujados
toscamente pero inclaudicables,
que fueran a dormir
allí en su piel...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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