sábado, 31 de mayo de 2014

ESAS QUE LLEVAS CONTIGO / Poesía de José Ignacio Restrepo




 LAS QUE APENAS CONOZCO



Las que apenas conozco que te habitan,
vecinas de tus ávidas premisas
y tus inquinas dañinas con lo mío,
presentes cuando solo te acaricio
les digo con este afecto que me llena
y sin saber de su extraña vecindad
si viven en una casa de esta cuadra
o en una calle de otra ciudad,
las quiero, mis vecinas habladoras...
No sé donde las llevas en la noche,
cuando ya tarde debemos descansar,
o si me las escondes en el closet,
bajo la cama doble, en la cocina,
en una caja vieja de bombones
que yo te regalé hace años,
donde guardas moños, mil recuerdos,
las cosas que te traen desengaños
que escondes con tu magia de mujer,
yo creo que las haces diminutas 
y les quitas su sombra, su vestido,
les pones en la boca un corcho viejo
o acaso nada más algún somnífero,
no sea que despierten, hagan bulla,
y terminen por lograr protagonismo,
donde no lo debe haber
o sea aquí mismo...

Al cinismo que descubro en tu opinión
que no parece tuyo ni de vainas,
tampoco de tu madre a la que adoro,
le pongo un rostro afable por si acaso
tuviera que llegar a detestarlo,
un rato me demoro aderezando
 lo que falta a su boca con tu cuerpo,
corrijo las arrugas y el cabello,
mientras hablas de lo que te disgusta,
aquello que te harta...
Cuando calles de pronto saltaré,
para llenar de besos ese rostro,
el rostro de esa mujer clarividente
que no sabe todo pero casi,
y luego miraré al más real 
a ese que yo amo casi siempre,
que abrazo aunque a veces no me abrace,
que beso así esté fría la boca...
El otro que se hace bajo el tuyo,
que se queda mirando sin amor,
por el gasto excesivo de los días,
y porque todo pudo ser mejor,
lo alcanzo con mi mano y mi caricia,
con un poco de paciencia yo me cubro,
porque puedo yo amar a esta mujer
así tenga las caras que ella quiera,
por más que esas ajenas me delaten
tú sabes que te tengo más amor,
y puedo mejorarlo cuanto quieras
calarlo con mi crema anochecido,
con menta, ron o leche si deseas,
en una bella taza de colores,
servírtelo sin más un poco frío,
vertirle agua del grifo sin que veas
para tibiarlo y que no te me quemes,
o hacerte a medianoche un chocolate,
y vértelo tomar enamorado,
sin recordarme ya de tus tres caras,
con ésta que me mira enamorada,
tiene aliento mi rojo corazón...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
• Copyright ©

miércoles, 28 de mayo de 2014

TIENES CASA, Y TU VOZ, ECOS DE AUSENCIA / Poesía de José Ignacio Restrepo



VUELVE EVA...


Un resabio de más, y el abandono...
Van tres días en silencio, dejan huella,
tus cosas solo al verlas ya me hablan,
el closet entre abierto dice tanto,
de tu falta y mis voces esperando,
tu ausencia está quemando
como llama...
Qué lástima lastima,
y el intento,
nacido en esa noche pero muerto...
Los dijes de tu aroma me reclutan,
recuerdan ante mí a qué me hueles
y como huelo todo cuanto brota
de tu cuerpo
que hoy es mi derrota...
Y ese champú en el baño
se derrama,
con átomos de cloro por mis ojos
poniéndome a llorar en la ventana,
recaído de hinojos...
Eva de mis afanes, no regreses,
si antes yo no me anido
nuevamente,
entre tus ojos, en tu alma, 
por tus lares,
que son también los míos,
caprichosa,
no cambies para ser un poco atenta,
que mi dolor a flor de piel aguanta,
tengo bajo este forro de colores
tanta carne manchada
por mi bien,
y vuelve cuando tú quieras volver,
que simpático, idiota y atorrante
como soy y me quieres
yo te espero...

Igual la casa entera me recorre
con voces de promesa y petición,
y puedo ver tu rostro entra las flores
dejadas ayer tarde en el jarrón,
por si llegabas hoy, Eva querida...

Hoy es más, quedan horas
vida mía...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

sábado, 24 de mayo de 2014

OCURRÍA EN SEVILLA / Poesía de José Ignacio Restrepo


DIEZ RESACAS Y VOS


Diez resacas y un lejano paso doble...
Viva España, grita el eco sin memoria,
y mis dedos recorren el temblor,
una a una se repasan
mis dos manos...
lentas, suaves,
esas canciones de ayer que ambos cantamos
copiosas, lisonjeras, sin la letra,
de la noche empleadas mensajeras
para lejos enviar mutuos cansancios...
tus caricias nevadas por el tiempo,
y mi olvido de todo lo zanjado...
entre ambos sumamos siglo y medio
y todos los caminos
recorridos,
son más ríos y lábiles tormentas
que mojaron el cuero adocenado,
las riquezas que se han atesorado
para verse gastar en cualquier tajo
nada quitan al gozo que probamos...
Viva España,
recuerdan por la calle
y el estruendo de toros desbocados,
hace juego con la cruel reminiscencia
de tu talle febril
sobre mi torso,
y mis manos buscándote y hallándote,
como el pan 
cuando ya es presa del moho...

Viva España,
y cierro la ventana,
no me aguanto ese himno sin sus héroes,
y ante el vaso del whisky amanecido
me prometo no más ya ir a buscarte,
tengo muchos más años que mi ardor
y da miedo
quedarse en la conjuga,
suenan duro nudillos en la puerta,
 la camisa de ayer fiel me coloco
y unas luengas bermudas de revés...
- Pero cómo!!...¿No te cansas?

Era ella,
yo no podía creerlo...
-  He venido por la piel que me quitaste,
y te traje un poco de la tuya...

Y se quita el trapo de adelante,
abatiendo con ávido deseo
la promesa no hace mucho mal pensada,
que dudaba de mi y mi machería, 
damos ambos con los huesos en la cama,
para hoy lo de ayer bien terminar
y gritar viva todo, y el amor,
y que España se olvide
de los dos...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

lunes, 19 de mayo de 2014

EL VINO DERRAMADO / Poesía de José Ignacio Restrepo



LA OTRA SED


Eccemas en la piel del alma
cuantos dan sin dan solo marcha atrás,
dejando incubar en el desván
las fotos que tomaron,
los intentos,
los verbos socorridos hace tiempo
que durmieron en horas ilusorias,
las ventajas ofrecidas de memoria
para que a buen puerto
llegara la ocasión,
y esa noble gestión de alzar al otro
de su pobre tormento compungido
por no tener su mundo ni tampoco
el mundo aseverado
que es del otro...
Dolores tantas veces mal dolidos,
uvas que no tuvieron su vendimia,
maceradas sin haberse madurado,
regadas por la palestra o el balcón,
por el zaguán ya lleno
de incensarios,
cómo osas dolerte por lo propio
cuando era compartido este lenguaje,
y tus letras perdidas,
y tus gestos
pertenecen al mismo abecedario,
de ése que a esta hora
orna martirios
en su espalda tejida de arañazos,
que se hicieron con mano campesina
cada noche al templarse en la guarida
que llamaron su cama
por costumbre,
pero era una iglesia, una legión,
ganada por seguir contra marea,
haciendo de la noche
hermosa lumbre,
y tapando sus dolores en lo oscuro
con palabras conjuro
y sol de brea...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

jueves, 15 de mayo de 2014

CUANDO A VECES ME VOY Y TU TE ALEJAS / Poesía de José Ignacio Restrepo



REGRESOS


Un poema de amor,
un saludo a tu nombre, 
a tu presencia,
a la huella que dejas en mi vida,
a las flores de dulce hada madrina
que son para mi vida tus palabras,
al pudor que aún sientes si te miro
y la risa genuina si halla gracia
en tu ser interior
mi voz de nata...
Un poema elevado por lo simple
que no te pruebe nada
pero enlace
esa fatiga tuya con mis fuerzas
en un nudo tan fuerte que mantenga,
lo que hemos conseguido
hasta el momento
con todo lo que falta por hacer,
juntando nuestros dos seres distintos
con nuestros interiores habitables,
arbóreos espacios abrasivos
pero frescos
sin par, y hospitalarios...
Un poema de amor y de amistad,
vestido de alegría y de vigor,
que te explique sin voz de mi silencio,
y te diga lo siento,
por todos los minutos que no estuve
cuando tu vista fiel me requería,
que por su sabio aliento
mi querida,
adviertas que te amo desde siempre,
aunque a veces no me halles
yo si estoy,
ocupado en sembrar mi sola voz,
en el paso elocuente de lo tuyo,
que ha dejado en murmullos tantas huellas
vigilantes amables y certeras,
con las cuales buscar hoy el camino,
si me pierdo
entre dolores y entre quejas...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

lunes, 12 de mayo de 2014

EL LUGAR PRECISO EN ESTE MUNDO / Poesía de José Ignacio Restrepo



DARDOS QUE LLEGAN


Viéndola desde el lado de la mesa,
a tres metros y pico mal medidos,
es casi inalcanzable te preguntas
y sostienes la respuesta entre la boca,
sin que se vaya vientre abajo con el vino,
a quién espera, dueño de qué encanto,
o una suma incontable de cien de ellos
los suyos caben en el hueco de su mano
si las anota allí con un esfero,
entonces, a qué juega esta beldad
si lo mira a cada rato sutilmente,
pero de arriba hasta abajo cada vez
que él se hace el tonto y mira lejos,
a la ventana, a la barra, a su reloj,
ella lleva ya sola lago rato,
cómo no llega nadie a acompañarla,
es una reina bávara, austro húngara,
de un libro de miradas se ha escapado,
y vaga por las odas de la nieve,
anda ahora acá furtivamente,
huyendo de la historia,
mientras él,
ha llegado a este sitio del trabajo,
otra fuga, otra historia sin contar,
hoy los dos en este pub hallan lugar,
y se miran, qué belleza,
es la verdad...

- Cómo te deja esperando, perdoname,
te presto si querés, mi celular...-
-...no, qué pena contigo, qué vergüenza...-

Y ya van casi dos horas charlando,
porque ponerse al día de lo de antes,
si el antes es no haberse conocido,
lleva tiempo, el pasado es malherido,
pero en boca de dos feliz revive,
como un perro que huyó de mala casa,
para encontrar el amo verdadero,
una tarde de viernes, en enero,
ese amor ha llegado
para ellos...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©


jueves, 8 de mayo de 2014

LA PENÚLTIMA HORA TIENE NOMBRE / Poesía de José Ignacio Restrepo


NO LLEGAS


Marcas de gato de mi noche pasajero
sobre las cosas que ella deja por ahí,
un escarpín tejido del pasado
cuando estrenó sus brazos
rodeando,
el cuerpo de su hija, su bebé,
que tuvo entre su vientre cual regalo
por nueve meses y algo
antes de abrir...
Cuando no llega por cosas del trabajo
encuentro sus mensajes delegados,
si abro mi closet puedo contemplar,
sus dos aretes de madera fina
que ayer tenía puestos
o anteayer,
y por acto reflejo dejó allí,
para que yo sin ella recordara,
los rasgos imperfectos de su cara,
la curva peciolada de su oreja,
los hombros, los juanetes, las caderas,
el suave redondel de su quebranto
cuando llega cansada
y el tobillo,
está bastante hundido
y no se ve,
y debo masajearlo para hallarlo...
Artesana del amor y la paciencia,
mi heroína capaz que no recela
de nada que provenga del destino,
desde lejos me envías tu mensaje
y sé de buena fuente
llegarás,
cumplida para dar tu calma al hambre
que de tanto en tanto me recorre,
hurgando en mis angostos recovecos
donde el placer ayer
puso un recuerdo,
atándolo con nudos de sapiencia
al fuego que me llena de placer.

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

viernes, 2 de mayo de 2014

EL OTRO NO TE PERTENECE, AMOR / Poesía de José Ignacio Restrepo



DIEZ DE PICAS


Unísonos silencios de dos pechos, 
que se riegan para atrás, 
para adelante, 
diciendo yo soy tuyo, tú eres mío, 
mientras al lado de ambos movimientos, 
hacen de cada instante solo éso...
Ubicuidades lentas, caprichosas, 
que solo ante el pedido se concretan, 
pero alzan su mirada imperativa, 
para mirar aquello que no está, 
desdeñando la voz que clama adentro,
esa que dice justo malestar
por forjar sin deber
tanto y tan poco...
Y se llaman amor siendo tormento,
van por ahí pidiendo, estipulando,
deletreando aquello que prodigan
con vara de medir,
diciendo mira
esto es lo que espero de retorno,
echando trementina con hisopo,
en los ojos del otro que le dice,
no somos miel del pan
que se nos trae,
vigor del talle opuesto
que en la calle,
elabora algún baile ya pasado
y grita su tenor desesperado,
buscando ser aquel que el otro quiere,
sin saber ni siquiera la palabra,
el código veraz,
 la justa llave,
que en el envite cierto y oportuno
le permita abrir su corazón
entregándole el propio,
sin siquiera sonido intermitente
brotando de su intenso diapasón...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...