martes, 28 de junio de 2011

ENTRE LOS CUATRO ELEMENTOS…


HAY FIESTA HOY


Vamos carnales sapientes
dedos que se llamaban penitentes
amigos sacros acompañantes bellos
que me han hecho la vida menos dura
venid ansiad mirad quered amad
traedme todo no dejéis nada tirado,
que mis recuerdos sin su paso
son simplemente tierra yerma
salvo cuando regresa enajenada
con los ojos abiertos, con la alta mirada,
las manos consagradas,
el deseo…

Este es el más tenor de mis caros invitados,
el solitario compañero que llega sin aviso,
yo ante su vista voy dejando mis pedidos
con dato y hora precisos de por donde voy,
y siempre espero que me alcance a tiempo,
que reconozca mi cara y mis recados idos
para llegar y quedarse entreverado
por lo menos el tiempo suficiente,
en el que todo favor se recomponga
el del aire por saberme suyo,
el del agua  por regar mi sino.
el del fuego encendido,
por mantener mi piel al rojo vivo,
como se ve mi corazón por dentro
igual que son mis labios cuando llegas,
o como ese sendero que volcánico
lleva al azar que sale cuando hablas
tu poesía, tu cantadora entraña
porque me piensas, tu favor resientes,
eso que yo lamento si no estoy
que nos veamos justo como hoy,
con los rostros tan cerca
los corazones uno sobre el otro,
latiendo sin quejarse, sin mirarse
porque ya no hay distancia
que aleje este latido de mi gozo,
este deseo amado que recibo
porque el recuerdo tuyo
ha llegado a su nido presuroso

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

lunes, 27 de junio de 2011

QUE NOS DEJA EL OLVIDADO AMOR…


ALZHEIMER

Hombre_solo

Que viera yo si desde abajo ahora
mirara hacia arriba a la ventana,
un hombre solo que alumbra con su llama
el cilindro de tabaco que habitúa
consumir sin afanes ni preguntas,
un hombre alto de mirada circunspecta,
que apoyado en la baranda nada mira,
y con el frío en la piel de ella diserta,
ante una soledad abrumadora,
que se ha venido sola sin premura
ganando la batalla no propuesta,
de ir dejando todo colocado
tal como lo encontrara por la duda,
ni más ni menos, o al menos eso luce,
sin ponerle de él un breve gesto
ni dejarle del alma rasgo alguno…

Augusta soledad de quinto piso,
ordena en este hombre sus criterios,
cuarenta años y un lustro es buena edad
para decirse a pleno la verdad
antes de que termine el cigarrillo,
para un nuevo insomnio habrá motivos,
y no será su voz quien le atribuya
al pasado  memoria suficiente
para entablar con ella gris disputa
y vencerla igual que a niña muda,
que no sabe de pleitos y querellas
que le digan sonoras rojas bocas,
epítetos difusos, cornucopias
de recuerdos caídos en desgracia
que la culpan de todo sin probarle,
que la encuentran flagrante y penitente
cuando antes favores y lisonjas
le pusieron de frente en bautizo…

Haz memoria sereno en quinto piso,
que ya tu cigarrillo casi acaba,
y no te iras vestido hacia la cama,
para tenderte así como otras veces,
cuando te dio pereza desnudarte
para la piel mirarte allí asolada,
bellas guerras perdidas y ganadas
ni los nombres de ellas se conservan
en tu memoria plana adolorida,
que se ufana de ir en las cenizas
grises muecas obcecadas de la vida,
que hoy se vuelan sin más…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

jueves, 23 de junio de 2011

DEVOTO SOY DE TI, CANTAS POR ESO…/ Poesía de José Ignacio Restrepo


SEÑAS DE TU PASO

EMOCIÓN

Hago en mi mano el hueco diminuto
donde podré guardar el halo de tu aliento,
cuando tu boca como ávida maestra
deje anudados a mi todos tus besos,
los de los sábados dulces sin cansancio,
que llegan recios, cortos, elocuentes,
los del domingo que cálidos se extienden
pues saben que el lunes anuncia una semana,
donde el trabajo se adueña de mi tiempo,
y entonces hambre de boca experimentas,
por cinco días con sus cinco noches,
no bien se extiende la lengua por mis labios,
mi pecho sabio se pierde en las memorias,
de tantas noches pletóricas de carne,
donde hemos sido actores y cantantes,
mostrando giros del cuerpo que no existen,
voces vibrando en óperas quebradas,
que nacen hoy para morir mañana.
cuando se suelten hartados y en fatiga,
y sin embargo febriles como nunca,
la boca roja cual hierático estandarte,
pecados anunciando y responsables,
como en la foto de la preparatoria,
en la que todos ríen en la gloria,
aquí también reímos de otro modo,
desnudos nuestros cuerpos enlazados
en este sábado que se gasta aprisa,
muerta la risa besando hasta el cansancio,
vos como yo sabiendo que volamos
y ya llegamos del cielo eternizado
después de haberlo tocado con las manos

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

miércoles, 22 de junio de 2011

DÍAS DE FIESTA / poesía de José Ignacio Restrepo


EL REGALO

EL REGALO

Vienen los días festivos de mi pecho,
con  gran pancarta tu nombre por delante
cantando late con avezado tono,
en ocho lenguas,  elocuente y muda,
tengo la fe de que me veas puesto
en mis funciones de amante venerado,
voy por mi piel que ayer deje tendida,
entre mi patio y la alcoba mi querida,
cuando la enrolle te aviso primorosa,
para que llegues y veas a este sordo,
a este mudo, ciego, cojo y todo,
estoy curado de todas mis angustias,
con sólo el pecho respondo por lo mío,
tú sólo ven por esto en estas fiestas,
soy tu regalo, tu obsequio no pedido,
muy dentro llevo tus más sagradas voces,
puestas en fila separadas con mi nombre,
apenas pido que traigas lo pedido,
tu corazón que lata junto al mío,
como al comienzo cuando bien dijiste,
que yo sería el mejor bien de tu vida
aunque entonces ni yo te lo creía

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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martes, 21 de junio de 2011

EL AYER QUE RECORDARÉ POR SIEMPRE / poesía de José Ignacio Restrepo


ES VERANO

VERANO

Tiene que ver con la Oda más extensa,
la última hora del solsticio amado,
siento tu mano raptando mis tesoros,
cien mil recuerdos, anhelos fecundados,
rastros de voces que se esperan ellas mismas
para cantando continuar su marcha,
manos que rozan tu adecuado paso
y siguen luego con gula desbocada,
buscando sudorosas lo perdido,
como se busca lo hallado de otra forma,
que no llenó soñada expectativa,
manos queridas sujetas a sus brazos,
gemelas, ígneas, manchadas de gardenias,
no molestadas por interna pesadilla
o por temor que venga de mi casa,
manos de reina que ha hecho de mucama,
como desearlas menos no propongo,
pues mi deseo más tierno es desearlas,
aros ponerle en los dedos obedientes
de oro  ensimismado enrojecido,
ese oro raro que no venden en la esquina.
que sale puro sin mezcla de mi pecho,
donde se han hecho de hogar
cuando les dio por venir y acariciar,
un mil latidos que salían con su nombre,
sin más remedio que ser bautizados
hoy nuevamente en el solsticio extraño
que el sol me trajo en diez febriles gestos
como sus ojos que tumban los cerrojos
y me fecundan todo,
me fecundan todo…
porque en el corazón aun es verano…!!

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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domingo, 19 de junio de 2011

FIEL BITÁCORA ANOTADA EN MAPA.../ poesía de José I. Restrepo

ON LINE


Es otra hora aquí, es otro día,
el silencio es pertrecho en esta guerra
del sentir y el saber que todo vale
a la hora de amar y ser querido,
mientras tanto su voz hace la entrada
en mi sólo cerebro todo calla,
para que ella hable y manifieste
en que le he de servir por más amarla,
desde aquí todo es noble e invisible
las horas que me lleva me la roban,
duerme la vida mía en lo profundo
en otro continente que no es este,
ahora la creo ver pero no es cierto,
grabada entre mis ojos y mi alma
llevo su cara hermosa cincelada,
con el cuidado serio del artista
que presume está a un paso de la fama,
pero sabe que puede demorarse,
y sorprenderlo muerto y enterrado…
Con las manos persigno mi coraje,
con la voz me fecundo nuevamente
para emerger a las dos de la mañana,
con mis intactos sueños en su frente,
dama de grandes ojos y alma hermosa,
tómate de mi fe que es fuerte brida,
y no sueltes aunque corra este coraje,
y parezca mal decirte que es huida
lo que es carrera de amar hacia adelante,
y nunca cierres la puerta corrediza
que permite la entrada hacia tu alma,
nada son unas horas de distancia,
cuando son enhebrados corazones
los que han enrollado la madeja,
de este hilo de mórbidos colores
que nos ata y desata cuando quiere,
si le damos permiso vos y yo,
dama de las haciendas y las casas,
que anda vendiendo todo y algo más,
para juntar la dote y conquistar,
lo que ya se ganó por buenas artes,
que el amor sólo tiene que escapar
del primer corazón ingobernable,
y sus flechas ansioso disparar,
pensando que en el otro acertará,
para en sólo un instante comprobar
que hizo diana en el ser que enamoraba,
creo bien comprobar aunque me duerma
y despierte después sobresaltado
que esos ojos hermosos y profundos,
todo me dicen siempre sí los miro
aunque nada pregunto,
que es verdad,
que su amor desde siempre,
me esperaba…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
•  Copyright ©

martes, 14 de junio de 2011

CON LOS OJOS CERRADOS… / poesía de José Ignacio Restrepo


PRENSA AMARILLA

Esto tiene el pronóstico anunciado,
en sección separada del periódico
que cotidianamente,
aunque en años distintos,
hubiera hecho el público designio,
de ser solvente y mágica rutina,
idioma del augurio y el silencio,
estilado en la hamaca y el camastro,
que por acá hacen siempre de litera,
para horas pasarse entre Morfeo,
sin dejar que sea Eros confidente,
pero dejando entre ellos,
la hermanada licencia
de apoyarse,
conjuro entre los sueños no soñados
y el seco quehacer con otros cuerpos,
que se rozan
se frotan
se aspavientan,
sexualmente se nutren, se alimentan,
en el cielo sin ático apareando,
el deseo reciente y anticuado
que se anuncia con boca, pies y manos
diciéndoles a todos
- nos amamos -

Es de prensa extendida en el Caribe,
donde hasta los riachos tiene playa,
que la tibia mujer que me acompaña
puso pie en el monte y en el llano,
con tal fuerza,
pudor
y sabio engaño,
que mi respiración optó por serle
exitoso vaivén que de obsequioso
nada tiene ni tampoco de egoísta,
al sano corazón que le hace eco
sobrevivido apenas de otros sitios
le dio ahora por ser vendimia y uva,
del caro quehacer que antiguamente,
en penumbras poblara sus latidos,
de ella se mofó algún serio día,
erróneamente sabio como niño,
creyendo gobernado aquel juguete
por su brillo jadeó y sin escrutinio
cayó preso en sus redes,
entregando sus haberes y recuerdos
por poder rehacer algo del antes
y luego no importole,
que le dejen hacer a ella su noche,
o su día, su espacio,
su lunes bisiesto sin saber que año,
por lo eterno, o lo instantáneo...

Y no vaya a decir cualquier fulano
que me di sin guerrear,
me ufano como entonces pero cierto
que es esto lo que quiero y necesito
para sin una queja prolongada
hacer cualquier esfuerzo en la jornada
para llegar aquí,
con el pie que me fui
y decirle al oído igual que ayer
que tenga entre mi piel sus cien latidos,
con un suave feliz sueña conmigo…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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lunes, 13 de junio de 2011

RENDIDOS Y ENTREGADOS, LOS AMORES CANSADOS / por José Ignacio Restrepo


CREPÚSCULO


Qué te puedo decir,
a esta hora mi corazón hace repulsa,
empieza otra semana sin tu voz,
ni que nombrar la piel presa de lazos
en el patio colgada y extendida,
está mojada de llantos y desidias,
que mis ojos dejaron
unas veces mostrados
otras hechas como crío
con la cara tapada y a escondidas...

Qué te puedo decir,
callado como voy mustio y ajeno,
los vocablos no dicen empeoran
los silencios que afloran
traen el rastro insensato de lo eterno
y no puedo pretender que reconozcas
entre tanto fermento,
el sabor alicorado de mi boca,
que tu cuerpo talló en salinas noches,
donde no fuimos seres terrenales 
sino faustos regresados del infierno,
con recados alados en  las manos
y ese norte por frente que decía,
que este amor de por vida duraría 
y se iría con nosotros a la tumba,
dedicándonos una única canción 
que quedaría escrita, redimida,
en el mármol adosado de la cripta,
tierra yerma sembrada de inocentes,
llegados antes
y eternamente ausentes,
como seremos nosotros...
cuando invoquemos amor
y solo sintamos el gélido aliento 
de la muerte...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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jueves, 9 de junio de 2011

EN MEDIO CRECIENTE O EN MENGUANTE…./ por José Ignacio Restrepo


CIELO Y FARO

faro

Cordeles tienen los dedos
atados por la fiel bondad del alma,
y su lengua anudada a mi garganta
es la prueba de amor más indulgente,
con mi hacer de gitano cuasimodo,
que a su cuerpo entregado le tatúa,
el nombre de mi voz,
la cadencia azorada de su cuerpo
que me baila en la sangre,
cuando llega a mi piel,
y se marcha esa sola soledad,
solidaria viajera de mis horas,
en las duras jornadas que se fueron,
y labraron mil horas de destierro

De tus bordes poseo,
pardas noches de océanos ventosos,
cuyas playas no veo
por las olas de azul ajusticiadas,
pero siento tu sal entre mis dedos,
y en tus ojos al cielo entre mirando,
puedo ver que yo causo,
el mejor de tus gritos
que al placer dignifican,
y ennoblecen,
cuando remo hacia el
dejando hasta la piel,
y ya llegando,
volteas otra vez mi faz mirando,
para dormir igual que lo hace el sol,
cuando el monte más alto
hace sombra a mi amor
entre tu sexo,
que anteayer era un cielo
sin la luz de algún faro
pernoctando…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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DE LAS CITAS RECUERDO... / por José Ignacio Restrepo


DECIR RECUERDOS


Qué cántaro no se llenó,
que nos trajo el ayer tanta nostalgia,
con sólo pronunciar partidos nombres
que en lejanas jornadas
nos dieron compañía almibarada,
entre fecundo abrigo una morada,
y entre adioses testigos testimonio
de que es un bien avaro y perentorio
porque su gozo es efímero,
pero eterno y sagrado si se mira
desde el halo perfecto del recuerdo
que lo trae y lo mima,
fiel lo irradia
aunque lleguen las unas en el día
en que estuvieron otras,
con un nombre perdido y otro hallado,
la cara de la una sonriendo
siendo que entre el llanto despidió,
lo que de superficial y profundo 
hubo entre ambos,
y la sonrisa plena sostenida
en la que una foto de su pena
esa que plasmó con jerarquía
 los anuncios crueles desalmados
donde prometió nunca acordarse,
para que tu lo hagas,
este lienzo perfecto tiene trazas
de que avanza la vida en soledades,
no se guardan en baúles
las ropas de brillantes cenicientas,
que fueron y volvieron de la fiesta
dejando abandonadas zapatillas
para que regresara como príncipe
el recuerdo a buscarlas,
dejo acá sinceramente prometido,
que vestiré los recuerdos justamente,
desde mañana mismo y sin errores,
ejercicios haré para arroparlos
de sus justos detalles,
con sus nombres correctos, los lugares 
que supieron darles vida o restarles,
no sea que me vaya yo con ellos,
sin nombre ni asidero,
como amor encontrado
pero luego perdido sin razón,
por no haberlo refrendado
con mi siempre enamorado corazón...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

martes, 7 de junio de 2011

SECRETOS DEL CORAZÓN / Poema de José Ignacio Restrepo


DOS AMIGOS


Remansos tiene la piel,
cuando marchado el retozo,
surge la historia completa,
y nos la cuenta la boca,
labios cansados de amar,
que no cantan ni un sollozo,
de alborozados eventos,
enlazados sin palabras
los orientes y occidentes
de los cuerpos abrazados,
ayer amigos queridos
hoy amantes genuflexos,
que no pudieron vencer
el llamado de sus sexos,
este sol que los encuentra
dormidos y acorazados,
que ya se fue la amistad,
empezó el amancebaje,
querían ver las estrellas
una pareja ideal,
dos amigos que comieron
la manzana prohibida,
ahora ven la verdad,
que la mejor amistad
es la que da por completo
el corazón arropado
ensartado en una flecha
mal lanzada por cupido
en el preciso momento
en que latieron unidos…
de los pies a la cabeza!

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

sábado, 4 de junio de 2011

A QUÉ TANTO SABE EL PERDÓN, QUE ES TAN ESCASO… / Poesía de José Ignacio Restrepo

SAGRADO MARGEN

TIEMPO IDO

Hoy sólo es fecha,
es año, es día, es mes,
hoy es te dije, recuerdo alguna vez,
ese renglón vacío de la agenda
que guardamos así por si se llega
el momento oportuno necesario,
y en el desnudo margen de la hoja,
podamos asentar
ese teléfono,
o  aquella dirección,
que no puede la memoria retener,
y cabe suponer si no anotamos
en dos o tres momentos
será prenda de olvido…
Hoy es este momento,
cuando no te retenga te me irás,
si no te anoto ya en mi corazón
y te expongo en palabras decididas,
que quepan radiantes en los ojos,
y te siembren de ilusión en las retinas,
que ayer dejé pintadas de desiertos,
por mi innoble labor
de andar pintando alados romanceros,
donde nadie llamó,
corazones alados,
pintores de brocha gorda
o  fontaneros…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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