HAY FIESTA HOY
Vamos carnales sapientes
dedos que se llamaban penitentes
amigos sacros acompañantes bellos
que me han hecho la vida menos dura
venid ansiad mirad quered amad
traedme todo no dejéis nada tirado,
que mis recuerdos sin su paso
son simplemente tierra yerma
salvo cuando regresa enajenada
con los ojos abiertos, con la alta mirada,
las manos consagradas,
el deseo…
Este es el más tenor de mis caros invitados,
el solitario compañero que llega sin aviso,
yo ante su vista voy dejando mis pedidos
con dato y hora precisos de por donde voy,
y siempre espero que me alcance a tiempo,
que reconozca mi cara y mis recados idos
para llegar y quedarse entreverado
por lo menos el tiempo suficiente,
en el que todo favor se recomponga
el del aire por saberme suyo,
el del agua por regar mi sino.
el del fuego encendido,
por mantener mi piel al rojo vivo,
como se ve mi corazón por dentro
igual que son mis labios cuando llegas,
o como ese sendero que volcánico
lleva al azar que sale cuando hablas
tu poesía, tu cantadora entraña
porque me piensas, tu favor resientes,
eso que yo lamento si no estoy
que nos veamos justo como hoy,
con los rostros tan cerca
los corazones uno sobre el otro,
latiendo sin quejarse, sin mirarse
porque ya no hay distancia
que aleje este latido de mi gozo,
este deseo amado que recibo
porque el recuerdo tuyo
ha llegado a su nido presuroso
JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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