CERCANÍA
La piel tuvo entonces, tiene ahora,
la consigna secreta del cuidado,
ese suave carácter que de niños
pensábamos tenía solamente,
la amada superficie de la nocturna cobija...
La piel recibió sus bautizos:
En las noches hermosas, singulares,
se llamó redención, salvó mi vida...
En las tardes de tedio
cuando todo era distancia entre nosotros,
la piel de tu cuerpo, me dijiste,
era más bien una cajita de música
cantando simples canciones
que sin saberse cómo
hasta mis huesos oían...
La piel que te recubre sí ha sentido frío
descreo que haya sido por mi causa,
pero sé de cierto que conoce el invierno,
tu piel mansa, hospitalaria, amiga,
esa que a veces tomo por asalto,
que digo simplemente
voy y habito,
y así apoyar los sueños de mi sueño,
esa cubierta bella que de claro
hoy afirmo tu sola pertenencia,
tiene el candor del que carecen hoy
los hijos fallidos de la infancia,
cuyos padres a esta hora triste
están más solos que nunca,
posee la tensión del bello canto
de ese pájaro que quiere quedarse con la araña,
y que ha logrado conquistar el vértice
anclado entre el techo y la pared,
donde mora el candor
de nuestras miradas iniciales,
que parecían algo sospechar,
que desde el día primero
de vos y yo
ya lo sabían todo...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Derechos Registrados