RENACIMIENTO
Corté los filamentos oxidados
que retenían mi alma de su vuelo,
he hice movimientos voluntarios
para caer abajo sin mover
todas aquellas letras conocidas
que había dibujado sin bondad,
en la tela del viejo canapé,
y sobre la baldosa me tendí
a mirar a la noche poseerme,
porque me he retraído en este oscuro
manjar enajenado y nauseabundo
que llamamos eterna creación,
cuando todo son letras y burbujas,
volando en veraniega taumaturgia,
corolario del arte en su repisa,
descubiertos enanos y valientes
danzando en la cornisa sin seguro,
funámbulos sapientes al oscuro
que se llaman amigos y lo son
porque paren conmigo mis dolores,
se tragan sin mi fe mis sinsabores,
y regresan larvados a la iglesia
a versar sobre proteicos asuntos,
que otro día yo mismo prohibí
hicieran como uso mercenario
pero ahora perdono y estimulo,
solo somos manchones en los muros,
afamados y briosos ignorantes,
en el tiempo difuso y anodino
nos tocamos la carne de las yemas,
libres en el vuelo del esquema
mostramos nuestro cuerpo lacerado
a algunos que curarlo saben bien,
y volvemos sin pies al terraplén
cuando decimos la palabra magia,
en los llagados hombros por ventura,
nacieron pequeñas sin fractura,
las alas que nos han de remontar
al cielo que nos llama sin un grito
cuando el cuando
es el vuelo del final…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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