domingo, 30 de junio de 2013

SI PUDIERA DAR GRACIAS / Poesía de José Ignacio Restrepo



EN POSITIVO


Si pudiera dar gracias 
cuando en silencio la veo en marquesina,
solo ante mí, bruñida como reina que descansa,
inventaría sin más una palabra, 
llena de perfecciones simples,
parecida a madrugada o pedernal, 
o cornucopia alada
o la llamaría entre mis ojos tibios
simplemente mi amor, su majestad....
Ah, si pudiera por Dios algo deberle, 
pero ella todo, todo, me lo da,
el rubor de los arpegios repetidos 
cuando le invento poemas que no riman,
la mirada sinuosa, en eslabones, 
que me huele siempre a trementina,
y ese cuerpo que parece no gastarse 
y que me llena la boca de sabores,
cada que por amor me lo regala...

Si pudiera rendirle pleitesía 
con que remunerar lo que me da
el elegante vuelo del flamingo 
colorearía el mío cada día,
y mis palabras despiertas o dormidas 
arderían en cánticos brillantes,
provocando milagros a su paso 
parecidos a ser de su sonrisa
el secreto causante a cada rato...
Y el tallador de ese cuerpo hermoso
cuando el ocio simplemente nos da caza,
y no nos queda otra que tendernos
a ser nosotros canto, sueño, paga
 y en nuestros cuerpos atados que se frotan
decirnos todo sin decirnos nada...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 27 de junio de 2013

ESTAS LARGAS ERRANCIAS / Poesia de José Ignacio Restrepo

DOLOROSOS

Parador La Huella, Faro José Ignacio | 110416-...

Serenamente hablo
del afuera hacia adentro
con el plomo gastado
de años y de horas
afirmado sin más
entre mis manos mudas
en el idioma raudo de las aves 
voz  de músculo y pluma
torcido tendón
hambre de nube
cascado reciclaje que se siente
cuando tercian amagan acometen
con su andamiaje ancho
desbordante
su envergadura densa
sus recuerdos
igual que yo lo hago en esta hora
en esta curva del hoy
tan invisible
que me trajo a este parque
donde te vi tantas veces
y hoy simplemente
 no te veo

Luego de ver el cielo
y verlas a ellas
imágenes que ríen y te nombran
de nuevo orar sin vergüenza ni recato
porque la suerte te lleve de su mano 
serena y aprendiz viajas tú sola
sé mientras alzo mis ojos que destellas
en los sombríos paisajes del deseo
lejos de aquí o tenuemente cerca
pero no sobre mi
como quisiera yo
cuando adentro te veo
desleída

Ese silencio viajero 
que se ensaña 
con lo que fuera mi nombre
mi pasado
toma del viento rasgos innegables
y me musita en este parque ahora
en este sitio de aleteos nobles
charlando con mis sueños sin mi voz
para decir te quiero nuevamente
por los siglos y los siglos
del adiós 
sin qué el amén reniegue
sin que delire a tu cargo la tristeza
por la suerte ya echada
de los dos

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 25 de junio de 2013

DE LOS MISTERIOS ÚNICOS, DE DOS / Poesía de José Ignacio Restrepo



GOZOSOS

dos hados

Quebrantos de la piel, arde el deseo,
beligerante, tórrido, hermanado,
delinquiendo por quimérico reflejo
sobre los miembros curvos y sudados,
que son de ella, pero también son de él,
como cántico cantado para bien,
de algún hombre con fe que se ha marchado.
Roces aprisa hechos sin cuidado
como la huida de dos que van atados,
corriendo por selváticas regiones,
aromadas tan solo del deseo
de bien poder huir, correr, correrse,
en todo lo que tocan, cantan, gimen,
en ese aire con pompas de sudor,
con asombrosas gotas de saliva,
que ansiosas ahora elevan en el aire,
mientras pugnan por no querer soltarse,
oraciones distantes en el tiempo
que corrieron con luz sobre los bordes
de cada cuerpo solo sin el otro,
de cada rezo árido por lleno,
mientras un solo nombre musitaba,
el propio atado al aire que da vida
 cantando en la distancia sus deseos, 
en otro tiempo sueño ahora cierto,
esta huida llevándolo por dentro,
como una enfermedad que no nos duele 
como un lamento del que la risa brota,
erigido algún día, alguna noche,
por haberse quedado la mirada,
torpemente pegada sobre el otro,
tatuándose de una vez y para siempre
en los muros sin nombre
en su pecho fértil...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 22 de junio de 2013

ESAS PERLAS REGADAS POR EL SUELO / Poesía de José Ignacio Restrepo


TAPETE ROJO

TAPETE ROJO

Ese gris,
esa mancha inconmovible,
es un poco la muestra de esa noche
que sobrevive ilesa, irreverente,
resistida al cepillo rumoroso,
al detergente azul de propaganda,
y al inquerible acoso de tus manos,
que han tratado mil veces de borrarlo,
como si se pudiera poner rouge
en ese seco rasgo de mi cuerpo,
como si los recuerdos se borraran,
para poder ultrajar al semen seco,
pegado al rojo inmenso de tu alfombra,
que ha bajado a tapete
por su causa.
Mi pie queda vecino cuando llego,
y coloco las flores en la mesa,
que está sola y solemne como un paje,
secundaria por noble ante el espejo,
sin querer al mirar la mancha informe,
me acuerdo por completo de esa escena,
los revolcones amplios, descarados,
que hicimos sin temor a arrepentirnos,
las ropas despedidas en desorden
como huellas de lobos,
como gritos,
que se hubieran quedado aquí y allá,
por el riesgo cabal de hallar la noche,
tan callados tú y yo en otro lugar,
el sudor que mojaba cada miembro,
la mirada perdida, el aspaviento,
la saliva tirada en cualquier parte,
de tu pelo, tan largo, de tu talle,
que me urgieron,
me halaron,
me domaron,
sobre ese cuadro rojo atemporal,
donde fuimos los dos a pernoctar,
sin conseguir hacerlo,
es testigo ese polvo corajudo,
que ante cualquier vidente es una mancha
y a nada le remite, nada ve,
y tú no le dirás que él todo sabe
de lo que allí vivimos abrazados,
de lo que sostuvimos enredados,
como dos tallos nuevos que se elevan
buscando lo que vive
en las estrellas...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 20 de junio de 2013

DÍAS Y FLORES, SI... / Poesía de José Ignacio Restrepo


RESBALAN


Y se funge en la noche de verano, 
mientras la guerra afuera dicta nombres, 
desoye voces tiernas, 
dicta voces, 
enmascara en dolores risas nobles, 
dicta voces, 
y nadie se percata de tu danza 
que habla sobre ella las palabras, 
que de nada ni de nadie se aprendieron, 
que no fueron dictadas...
Y se tiempla ilesa vuestra piel
que de ser hecha de dos
se ha vuelto alma,
mientras afuera se ensaña la milicia
y recorta la sangre de las caras,
con bastones, con voz, con bayonetas,
mientras la gente grita
ustedes aman,
con los cuerpos, la mente,
con las manos,
entre voces dictadas de antemano,
hace años vertidas con dolor,
entre voces dictadas renovadas,
resbalando en la piel
de los que aman...
ustedes solo claman hacia adentro
donde la piel también los reconoce,
aunque afuera griten los canallas,
pisando niños, flores,
y esperanzas...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 18 de junio de 2013

QUE NO LE PEGUES, NO... / Poesía de José Ignacio Restrepo



UPPERCUT 
DE DERECHA
(sobre labio amado)


Quemado amor
a la piel febril pegado,
que  sin cuidado dejado por un puño
sobre los besos de un desierto vecindario,
 la privó de hablar en otro instante,
pues la boca partida no se cura,
con salivas ajenas ni perdones,
menos de aquel amante bravucón
que sobre ella regó su perdigón,
ay, que malo ese cesto de palabras
 renglón recalentado que él propone,
sin primero sanar el corazón,
ay, que triste,
que sucia la osadía
que pretende clamar dolor de día,
cuando apenas lo puso por la noche,
dejándole escapar sus mil dragones
a puñetazo limpio sobre ella
que no opuso casi resistencia
al cuento ya contado y repetido,
que son muchos más los malos seres
que los buenos que no saben qué son,
este cuento labrado en primavera
este invierno quemó con frío todo,
inclusive sus labios amorosos,
que hoy ya no lo nombran,
hoy ya no...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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viernes, 14 de junio de 2013

LLEGAR ROMÁNTICOS... / Poesía de José Ignacio Restrepo


SABOR A TI


Te sabe bien el amor hijo del alma,
pero más ese latiente, constelado, 
abrumador por bello y acendrado, 
que se deja salir, acaudalado,
 haciendo de tu cuerpo y de tu voz, 
un viaje por hacer que no es pensado, 
cuerpo de mares y muelles que cobijan, 
en la noche al que llega, al asaltante...
Te sabe a erótica muesca en tu pistola,
a marca de pasar igual mil veces,
corriendo lo que queda de la reja
para aportar destinos a quimeras,
en ese ser que no es tuyo pero espera,
como el ardor al recordado yugo,
como sigue al invierno primavera,
ese ser que está atado a tu medalla,
que es jardín, flor entera y renovada
cada vez que allí posas tu mirar,
con la febril y austera complacencia
del que sabe que da lo que en su pecho
también late con él al darle la vida,
nunca algo que sobre o repetido,
siempre su original pecho fulgido,
naciente para ti, pandero amor,
resonante, atento, y permanente,
más siempre visitante,
que por la reja pasas transeunte
repitiendo permiso con los ojos
mientras entras y sales
dulcemente...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 11 de junio de 2013

ENTRE LETRAS AMADAS / Poesía de José Ignacio Restrepo


HACERTE EL AMOR


Que tu sabes, 
renglón donde yo escribo, 
que el suspiro es el aroma del amor, 
que desde antes estuvo entretejido, 
en el pecho hablador, 
en cada miembro, 
donde el que tiene aferrado el corazón, 
por un breve momento simple afloja, 
para verlo salir como ave limpia, 
volando ardientemente de la boca...
Como un hangar que guarda 
del fiel sol,
perfectas cinceladas soledades, 
en las que sacras palabras 
se toman de las manos y alzan vuelo, 
el alma agraria de solano fuero
sembrada de alimento y desencanto, 
da esta cosecha inmensa en este canto, 
plena para el sustento de quien lee, 
que además trae el alma de intercambio, 
para labrar sin más otro universo...
Guía mi mano,
desciende por tu cuerpo,
después de que lanzó de la cornisa,
sentires que se amalgamaban en los brazos,
todos los vivos sueños de las rosas,
amables por posar de esplendorosas,
y fuertes por desasirse si arrancadas,
por la fuerza de la tierra
alguien las quiere,
como el vivo ramaje del poeta
que vive y muere asido a la corteza,
donde exclama la voz
deja que haga
los trazos que ha traído
de la guerra...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 9 de junio de 2013

DEDOS EN LA BOCA.... / Poesía de José Ignacio Restrepo



SIN MOLDE


Y entretanto sin más,
fue mandarme los dedos a la boca
al ver que esa tu curva me llenaba
desde el sur hasta el norte de los ojos
armando de deseos cada rumbo,
a remo preparado por mis manos,
los que miran te escrutan otra vez,
amigables compañeros de mi pan
y del deseo sentido de comerlo,
que me han llevado a todos los lugares
sin a todo tener que preguntar,
a qué viene todo ésto, 
hombre que mira,
de qué sirve este hoy sin ese ayer,
para qué me trajiste a mirar ésto,
si es al fin innegable presupuesto
 no llegar a tenerlo...

Los dedos en la boca como crío
mientras miro tu derriere hoy
nuevamente,
tú me miras así, de cualquier modo,
y casi no prometes lo que en fe,
sapiente sé tendré ahora o ya,
tú sabes sabedora de mi boca
 que solo para mi existe todo ésto,
que este momento y el lazo que nos ata,
y el borde de las uñas que al morder,
me recuerda que estoy mandado a hacer
para que se desvista el corazón,
y me convierta en flan, perdiendo el molde,
bajo el siseo intacto de los cuerpos,
que al último llegar será el primero,
como en esos días de juegos incesantes
cuando supimos bien que para siempre
seríamos sin más bellos amantes, 
mujer tu de mi carne
y yo tu hombre...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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martes, 4 de junio de 2013

LUMINISCENCIAS / Poesía de José Ignacio Restrepo



SENDERO AMOR 


Barandas de tu puente serpenteante,
aromas que me eligen para darse,
otro día sin hora mientras soy
un solo pensamiento andante,
una sola armadura ante el olvido,
uno más de los que aman sin remedio,
como datos perdidos, como armeros,
que buscaran soldados y una ruta
para zanjar al pecho su disputa...
Los días se suceden y yo voy
entre su farsa ilesa y ordenada,
tu cuerpo sin clemencia me recuerda
que fue orquesta en tus manos sin licencia,
cada músculo imán, cada saber
un canto por hacerse renovado,
una cátedra cierta sin su sabio,
moriscas oraciones a la vida
que en ti me reconocen como guía...
Y esta danza de dos que apenas es
un bolero sin nombre pero inmenso,
tus pies que corretean mis recuerdos
mientras tus cortas manos elocuentes,
recorren el fresal que pide poda,
soy yo un alma frugal y cantimplora,
cuya impronta le pide al sol del día,
no seque esa feliz algarabía,
que en mi pecho estallado pide a gritos,
que recuerdes lo dado por amor
y vuelvas hasta aquí como al principio... 

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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