viernes, 26 de septiembre de 2014

LOCAL Y VISITANTE / Poesía de José Ignacio Restrepo

AL LADO


Entre remansos de silencio
lanzo mis manos
para sentir de nuevo,
lozanamente,
el frescor del agua entre mis dedos...
Lo había olvidado,
puedo decir
que se quedaba atrás
preso de un mil otros pensamientos,
de recuerdos inocuos,
ilusiones a mal tiempo contraídas,
en terreno dispar,
hijo de nada,
como la hierba rala, mal crecida,
donde pones el pie
mientras la miras,
 con dolor de posar allí tu cuerpo
pero al tiempo
dejándolo,
mientras miras el curso de la vida...
y pruebas otra vez
el sabor tan húmedo
del viento...
Todo esto para decirte
que no es vil
la manera como amo,
y menos la forma de decir
que aún no eres parte del olvido,
debo poner mis manos sobre ti,
pero te hallas tan lejos,
aunque estás a mi lado,
protegida de mi palabra
por tu sueño...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 25 de septiembre de 2014

LA MÁS BELLA ORDUÍDEA PARA ELLA / Poesía de José Ignacio Restrepo


 
LA ORQUIDEA


Ni una sola perífrasis 
anclada en tus verdades para ella, 
pero la incuban toda, la sientan y la alzan,
le quitan esos cámbulos del lado
que no la dejan ver
y la resecan,
tu flor es del pasillo majestuosa
e ilumina tu altar, cuando la piensas
 como orquidea que deja atrás su aroma,
para que lo respires
hondamente
y la recuerdes toda mientras hueles,
 su aroma alejado de la hortensia
cual si fueras un ángel
que vela la pequeña sacristía
donde viven los dos,
moran los dos,
decides cada día ser para ella
como ella de ti
que inocente el albur que los contiene, 
del tiempo que la cansa y la doblega,
sin manchar para nada en tu mirada
la imagen que dispensa...
Y te marchas de allí, muy lentamente,
solo vuelves la espalda
esperando ese minuto y esa hora
que pueda en una corta reunión
saldar tiempos y deudas...
 

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©
 

lunes, 22 de septiembre de 2014

OIGO COSAS, SI PIEL CERCANA HUELO / Poesía de José Ignacio Restrepo



SINGING

Partituras de sudor, 
versos de piel 
que dicen cuando llegas sin yo ver, 
y buscan acomodo aquí en mi oído, 
si callas, lo demás es estribillo, 
y nadie puede entonces olvidar, 
esa música tuya que no se oye, 
tocada en tu diadema de cristal...
Dedos,
yemas,
los ojos tararean,
las rodillas se chocan sin querer,
y los versos que aún no tienen letras
se desbordan sin más
del pecho abierto,
hasta el famélico borde de tu talle,
y allí estoy otra vez
disimulando,
haciendo con mis ojos sobre ti
pintura original y permanente,
harto voy abrazado,
y tú diciendo
quedo, con un demonio,
con cuidado,
no vayas a arrugar
que este vestido,
me vestirá mañana
de salida,
baila mejor mi tango,
si,
cómo es...
subámonos ya mismo 
a la tarima...
Culpa mía no es,
es obra suya,
pasión con cada nota que musita
su sabio saxofón que no se vé,
pero si, allí lo tiene,
la prueba está
en su saliva
y en su piel...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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sábado, 20 de septiembre de 2014

PASEANDO JUNTOS, SEPARADOS / Poesía de José Ignacio Restrepo



 NIGHTMARE


No somos como ayer
grita el ropero,
cuando vamos el domingo
urgente como siempre ambos corriendo
a la misa ritual del mediodía,
regalo de la tía Reina Fuentes,
hace años de cansancio
fallecida...
 Tarde mis versos llegan 
para romper el centro de cristal, 
o cobrar ese viaje prometido
en la cíclica enmienda de la radio,
que no creímos verdad
pues era falso,
y a tu dulce retrato carcomido
mi onomástico grita 
y el padece,
y entonces vuelvo a mirar
a ese canario
que entra sin más como preso
enajenado,
en la jaula que tiene por alcoba, 
y sarcófago si deja de comer,
donde sueña ser ave del paraíso
sin contarme jamás,
nunca,
ni pío...
Soy un dragón sin alas que recuerda
sus pasadas huidas,
sus regresos,
tengo piezas de reloj roto por dentro,
que como vil ventilador siempre funcionan,
en presencia de rones
y de aromas,
que me quemen la boca, el bajo vientre,
y allí entras tú siempre
a la película,
tarde, pidiendo pasar entre las bancas,
pisando pies de gente que se queja
y recuerda entre blasfemias
a mi madre,
me paro..
me devuelvo,
me contienes...
Soy la tibia enunciación de un lento tango, 
que grita niño no vengas, 
todo muere...
el tiempo de tu infancia se ahogó, 
y puedo verlo nadando 
en la pecera,
como letras perdidas
de un poema...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 18 de septiembre de 2014

CUANDO LLEGAS SOY LETRAS DE PIEL / Poesía de José Ignacio Restrepo


TARDADO FERVOR


Releva fe a mi duda,
mientras pasa este rio de emociones
entrando por el marco de la puerta,
juiciosamente etéreo,
como si solo llegara el resplandor
y bajo allí hubiera sin pudor,
la más preciosa gema aún no tallada,
ofreciéndose muda a la labor
de ponerle a su vida amadas trazas,
y yo que no lo creo repasando,
cada minuto hasta el primero
que la trajo,
vendavales conserjes callen ya,
y dejen su cabello como es,
no muevan ese vaso de jerez
que solitario espera a nuestras bocas,
solo un rato ella, luego yo,
libando atados y todavía recelosos
por esa larga, larguísima mirada,
que estaba entre los ojos resabiada
y esperaba que solo yo le abriera,
para volcarse afuera
hasta acabarse...
No entibies mi temor duda malsana,
que ya la llevo en brazos a la cama,
y nada más te diré pues en mi boca
solo la de ella cabe y su tonada,
si te mando llamar será otra noche
hoy ya es otro el menú, mi duda amiga,
te pido otro favor y no me cobres
apágame la luz, la de la sala,
cuando vayas  camino
a la salida...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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lunes, 15 de septiembre de 2014

DOS MÁS DOS, UN BESO / Poesía de José Ignacio Restrepo


 
 
APENAS
 

De los rescoldos ayer 
solo apagados,
aún serenos rosados puedo ver,
en la sábana verde o el mantel
extendidos temprano por tus manos,
anteayer el sonrojo nos quemaba
tras tomarnos la mitad de un vino añejo,
un regalo de novios,
nuestra cita,
pospuesta hacía mucho
por las prisas,
por el cansancio crónico forjado
en esta necesidad de vadear,
este difícil lago
que es la vida...
El sábado,
corazón,
fuimos delicia,
tú mis manos tomabas sin afán,
yo quiaba tu cuerpo descansado
y en el altar cuadrado donde el sueño
diariamente sin pedir devuelve
esas ganas dispuestas de vivir,
nos tendimos sin más que el catecismo
de lo aprendido ya,
lo ya olvidado,
o lo dejado incluso en otros sitios.
Y entre pequeñas cláusulas y besos,
recordamos lo que es inclaudicable,
lo que pese al desuso
nuevamente,
aparece sin más cual manantial,
y repite en las almas y en los cuerpos,
lo gozoso y feliz
del verbo amar...

Aún quedan rescoldos en la piel...
de las dos grandes lunas que llenaron
sin que viéramos esta fantasía,
el deseo tocado y por tocar,
ese saldo del sábado pagado,
realmente, te juro, mi querida, 
es una cuenta grande todavía
que apenas estará a medio cobrar...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 11 de septiembre de 2014

TEOREMAS QUE POR SIMPLES, SON COMPLEJOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


 
POEMA DESLIZ


Descender por tu espalda
con mis dedos,
yemas que arden
en busca de una playa,
que escaldados recuerdos que hasta allá
me horadan y te horadan sin parar,
hacen ahora su viaje nuevamente
pasando y regresando por mil puentes,
parece que no fuera nuestra piel
sino algo que ajeno me recuerda
un aro, una montaña, una quimera,
sinuosas curvas largas de metal,
que al sol lo queman todo,
me encandecen,
mientras el sueño ligero que dijiste
va gastando segundos sin parar,
y yo cuento monedas sin valor,
mientras miro tu cuerpo sin sudor
y después de mi fría desnudez,
lo lejos que se encuentra
aún el sol.

Pendencieros
el aire y los aromas
y todo lo que a diario oscuro cubra
de fatiga y mil no, nuestro deseo,
esta escena sin vos,
con vos dormida,
parece sabiamente una mentira,
"muévela, que seguro se despierta,
espera a que voltee solo un poco
o háblale al oído, di un poema,
que ella sepa hace tiempo como suyo,
cántale una canción de Luz Casal,
entrecortadamente,
ya verás...
de seguro te mira entre dormida,
y con la boca abierta sin hablar,
lo otro simplemente es tu insistencia,
y el verbo que haga carne sus latidos
 conviertiendo este sueño
en una cita..."
Mi mano suavemente, de su espalda,
cruza como volando a sus costillas
y de allí
hasta sus pechos temblorosos,
 atrás se queda el resto de la siesta,
desnudo y con frío estoy de hinojos...
dando vida otra vez
a su sonrisa...


  JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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domingo, 7 de septiembre de 2014

SIN ESFUERZO, DONDE ESTÉS / Poesía de José Ignacio Restrepo



SOY LA PRUEBA


No sabe el que se aleja de sus pasos, 
qué lo impulsa de si mismo,
qué ideal,
igual al que simplemente no se va
e interroga al umbral que lo retiene,
pues todo paso es tarea o es olvido,
el aroma nativo y extranjero
solo puedo argüir sin delación
qué tanto si se marcha o si se queda
perderá de su vida si esta cambia,
acaso tiene en sus ojos otro objeto, 
o una mano que cálida le amansa, 
o un dolor habitante entre sus huesos...
que no pueden saber qué tiene ésto...

Ese lamento orla al que no oye,
pero si lleva alegres en la carne
los deseos de algo aún latente,
podrá escuchar sin esfuerzo donde esté,
los sonidos del viento que le tejen
ese dulce sin par que tiene nombre...
Yo soy la prueba
de que éso ocurre así,
escucho nombres que de inmediato saboreo
mientras me dejo del viento
tocar como se dejan los laureles,
en tanto el día en afanes se hace noche,
en oración conspiro mudamente
pidiendo al tiempo que deje ante mi paso
pistas paganas para lograr su deletreo...
¡Cómo cambia en certezas 
ese vacío intacto del aliento, 
si el nombre que antes adentro me habitaba 
y le daba verdad digna y clemente
a nuestra casa de amores, 
rompe su ola sobre impávidos calores, 
llenos de triste vacío...!
Porque amar no lo es todo, 
está el sentir, 
sentir como siente un clavo en crucifijo, 
cual si este día fuera ese lugar postrero, 
del que pensamos jamás veremos bien, 
si nos alcanza solos, 
o en el abrazo de ese amante amigo,
o de esa última bella enamorada
que aunque irse pensó
nunca se fue...
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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jueves, 4 de septiembre de 2014

CUÁNDO DEBO DORMIR... / Poesía de José Ignacio Restrepo


FUEGO AMIGO


Detenido el amor 
sobre el objeto de su culto, 
le sirve de nuevo hoy
como el más bello cobertor, 
 como lente también 
con que observar el mundo... 
filigranas desteje sobre el frío de la piel...
coronas superpone a los recuerdos
que vienen de visita,
murmura si son dos elocuentes 
los silencios,
canciones hace de perdidos coristas,
y esa piel que serena fue adventista
ahora ya pagana dulce enerva,
a todo lo que pasa por su tacto
dedos, ojos, colores, incienso,
pestañeos,
salidas para entrar y garabatos,
verdades y mentiras enfrentadas,
pedazos que del todo
tienen nada...
Yo como un monseñor que prevarica,
como el antecesor de lo dado y lo tenido,
pacto con su tersar
el nuevo significado de lo limpio,
escribo por aquí
lo que debe decir quien tenga suerte
y pueda probar ya
el salobre vigor de su dulzura,
y este canto viril
que unas veces solo dura media hora,
cuando justa se queda,
tu piel para que yo a nadie la ceda,
entre gargantas mutuas solo puede,
decir que somos puentes, arrebatos,
que somos concesiones para llenar
a la noche siguiente
sin problema
nuestra pared de casa de alquiler
con mil carteles que nos nombren bien...
que digan
piel con piel,
ojos cerrados...
sobre ésto qué dijo Nostradamus,
o el horóscopo de hoy,
cómo puede advenir lo que ya fue,
cómo pueden surtirnos de noticias
si yo con mi overol
y tú conmigo,
al final solo somos tacto pleno,
conciencia del amor...
y a veces, como ayer,
un fuego amigo...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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