sábado, 28 de junio de 2014

EXPLICANDO EL HOY CON DOS AYERES / Poesía de José Ignacio Restrepo


REGALO


Este que soy,
que a veces no aparece,
lleno de opresivas pretensiones
por compensar los tiempos recluidos,
en los pasillos largos
donde vamos compartiendo las memorias,
éste,
que dilapida la ocasión
en cercenar los brillos convenidos
en tertulias locuaces de uno solo
explicando ayeres,
comparsa de tus buenos quehaceres
que para ti son nada,
hoy,
por la noche...

Este que de tu afán vuelve derroche
segundos que ya no le pertenecen,
y luego se devuelve
generoso,
para darte sin más una promesa,
al pie de cuya sal te nombra alteza,
sabiendo que a ti nada te descresta
que no ponga el aval por generoso,
esa primera prenda,
la pasión,
pintada sobre el labio acalorado
que no nombra principio
o acabado...

Este,
que no te aborda por saber,
ni pone a tu servicio la experiencia,
y que por el contrario niega ser
heredero de lábiles sapiencias,
compartidas
contigo alguna vez,
que reniegan de olvidos que no son,
testifica sin voz una vez más
que
nuestra piel es una hija de los tactos
que no se nos quedaron
en las manos,
vengo...
hoy...
otra vez,
calladamente de nada convencido,
a pedir ese asombro ante la duda,
porque nada gané de otra manera,
nunca,
hasta sentir los labios que atacaban
no sabía lo mullido de la cama,
y si habría sudor
para dos cuerpos,
esta noche de fábula copiosa,
que dijo de los dos
tiéndanse allí,
merecen el regalo de las horas
y el fondo de su amor
en las miradas...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright © 

miércoles, 25 de junio de 2014

FIESTAS HAY QUE DE PLACER REBOSAN / Poesía de José Ignacio Restrepo


NOCHE DE FERIA


Es el día,
me voy de cacería...
pero soy presa de amor guardado...
Por rehenes a todos tus lunares
me tomaré,
cumpliendo la promesa
que en otro día me hice sin decir,
calladamente como crío por mirarte,
si, mujer,
de mi debes saber
que lo cumplido ayer fue una promesa,
mientras te miro callado en esta mesa
ya sé muy bien qué hacer
en diez minutos,
cuando termine por contar bien tus lunares
revisaré la nuca en donde pones
a diario, siempre
tus clásicos collares,
sin ningún tino distinto del deseo
me bajaré impetuoso
entre mis dedos,
buscando el sitio de mares escondidos
que hace murmullos
de ola acrecentada,
como ese rizo que llega hasta playa
cuando la dulce marea 
se termina...
Y luego encallaré con mi rutina
como una barca que a su hogar regresa,
tú ya conoces,
es casi una proeza,
volver ya tarde en sendos desahogos,
los dos atados a réplicas sutiles,
pueriles, ácidos, reptando entre colores,
cuando es el negro que amado circunscribe
todo lo que parece repetido....
pero es tan nuevo,
es tan agradecido,
que aquí dormidos,
 nos deja al terminar,
bendito verbo
que dice si callamos
el verbo amar por darnos
y brindar...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

viernes, 20 de junio de 2014

SÉ QUE HOY NO CANTAREMOS / Poesía de José Ignacio Restrepo


AÚN ES HOY


Aún es hoy
y en mi mente ya es mañana,
tengo todas las nanas bien despiertas
pues hoy no cantaremos por el sueño,
más bien esculcaremos las vigilias,
por todos los senderos,
por las vegas,
donde los pajarillos hacen nido
en los altos follajes,
y los ojos de sol enamorados
enarbolan pendones de belleza...
Nosotros pondremos cuando empiece
un marco perfecto entre los cuerpos
y entraremos acallándonos sinceros
al retozo de piel y de entreveros,
que se rozan, se aprietan,
se inoculan
simplemente por no hayan
más remedio...

Mañana la verdad despierta
dejará sus mensajes de evangelio,
cosas que ya sabemos hace tiempo
como que ambos queremos
de lo mismo
par la cena, el almuerzo, el desayuno,
y del título con el que bautizan
las acciones que hacemos,
regamos nuestras plantas
sin derroche,
o hacemos de comer algo sencillo,
pues no queremos perder el tiempo digno
que pide ese nuevo quehacer,
anudar lo que hay y lo soñado,
y en los vientres por la noche
algo azulados,
sin más dogma que el ávido derecho
tejer todo lo hecho en ese golpe
hasta que brote el placer recién nacido,
entre berridos cortos
e imparables,
para dejarnos después bordeando el sueño 
cansados entre suspiros de regalo,
con su empaque perfecto de caricias
que solo esperan
que mañana muy temprano
requieran en nosotros
repetirse...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Copyright ©

miércoles, 18 de junio de 2014

CALÉNDULAS QUE ARDEN / Poesía de José Ignacio Restrepo


ARDE



Bendiciones me traspasan sin herirme
cuando llegas y tocas con tus ojos
y luego siembras al tacto mi epidermis,
con todos los brocados hechos antes
que han formado mi colcha y tu cobija,
y nos cubren del frío o del calor
que mora en el afuera,
tejidos cuyo dibujo del destino
nacieron ayer tarde noche ya
de tu espléndida y vieja
tabla ouija...

Quiéreme sin potajes
ni venenos
yo soy magia que baja por tu espalda
y se refugia atónita en tus dedos,
soy hijo del tacto osado del ensamble
y alcancía de ilusiones y recuerdos,
hoy cántame tus antojos prematuros
antes de ser jardines al recuerdo,
mar de olas sin playa que detenga
ese sin fin de íncubos pequeños
que brotan al cerrar
fuerte los ojos,
tan solo para verme...

Mientras te tengo encima,
sobre mi,
y modulo hacia dentro tu calor
borro las otras brumas pestilentes,
lo que fue, lo que era, lo pasado...
sales brusca a mirar
qué soy sin ti
mientras vuelves e inicias la cadencia
en la tibia regencia del deseo
somos bote, océano, oleaje,
somos piel dulce vela de lo vientos
que nos cubre de más
nunca de menos...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
• Copyright ©



lunes, 16 de junio de 2014

AMAR EL VIAJE / Poesía de José Ignacio Restrepo

 
ELLA SABE
 
 
 
Tengo tártaros ecos y malayos
arroces cosechados y comidos,
cuentos bávaros, mitos prohibidos 
que reptan sin cadencia por tu espalda,
gotas secretan largas alabanzas
al bajar en mis sudores
por tu espalda,
que es cual túnel inmenso aquí extendido,
con la misión golosa y sin alardes,
de ser mis conjeturas,
mis donaires,
mis elegíacas prórrogas de ser
que los que leen sintiendo pueden ver,
con solo pernoctar leyendo suave,
cerrando a lo de afuera la atención,
justo como hacen todos los insectos,
zalameros y carentes
de lenguaje
si deben para si mismos conquistar
la belleza abundante
al sol de enero...
 
Y como somos a este paraíso,
pobladores flotantes,
deberíamos suaves amainar,
como vientos sumisos,
a la tierra lograda y cosechada,
lentos para la réplica, indulgentes,
pacientes y del todo enamorados,
en la piel que corrompe nuestras manos
con toda la belleza que posee
debiéramos sembrar de lirios nuevos,
azucenas y tomates y patatas,
debiéramos servir de carne limpia
para la poda feliz e inmaterial,
cada ojo en ella
es un portal,
con las bondades tibias y atrasadas,
por eso no cerrarlos de mal gusto,
ni fundir sobre ella algún disgusto,
sea tu mano fiel
cara plomada,
y tu espíritu bergantín de un solo viaje,
para que no precises de equipaje
en tu viaje de amarla
y  retenerla
y no envejezca ella antes de tiempo
con tu pecho por único sustento...
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
• Copyright ©
 

jueves, 12 de junio de 2014

FEBRILES FIESTAS DE AMBOS, CORAZÓN / Poesía de José Ignacio Restrepo



UN BRINDIS, 
O DOS...QUIZÁ


Cercano está tu pelo entre mi mano
y el latido perfecto de tu pecho inmenso,
al borde de mi sed tu vaso,
con tu jugo, tu zumo, tu sendero,
bajando del ombligo acuartelado,
a una cuarta precisa de mi torso,
y dos dedos
labrados
por trabajo,
de mi vaso de vidrio
donde bebes,
el zumo que yo soy,
tu vino

A dos o tres vestigios veo la prueba,
tras diez respiraciones en compás,
tu mano entre dormida me recorre,
y no puedo dejar de hoy brindar
con mi vaso y tu vino,
por todo lo que
somos,
y seremos,
lo ido
 y lo bendito por llegar,
destinos

Y entre tanto te miro por completo,
desnuda, vestida de mis ojos,
con ese vino dulce entre las manos,
pidiéndome que calle,
que no hable,
y no puedo dejar de obedecer,
y vaciarte la copa nuevamente,
tu vino entre mi copa
y al revés,
por los años
que sean,
que nos dure,
este amor de leyenda

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
• Copyright ©

viernes, 6 de junio de 2014

LETRAS QUE SON AYUNO SIN TU MAR / Poesía de José Ignacio Restrepo


LA CARTA


Voraces,
y tardías quizá, y revoltosas,
en nada traicioneras, sibaritas,
de silencio obligadas,
retorcidas,
en la sombra graciosa de tu nombre
hoy se llaman ausencias
nuestras sombras chinescas,
nuestras ansias,
danzando entre mis manos pardas
con tus furores romos,
recordados,
a pesar de la hora,
a mi pesar,
andan ciertas las manos
sobre el molde y hoy te invitan
a todo lo que desees, todo, todo,
se saben las respuestas a preguntas
por tu piel y tu rostro formuladas,
voraces, enjuiciadas, solas,
por recuerdos y álgidas nociones
de ilusiones vestidas,
esperadas,
mis manos son la fe de nuestra historia
como grama entre brotes renaciendo,
como suave pelaje, como aliento,
que dejara su luz y su alegría,
sin pedir a la vida, nada, nada...
Solamente, mi amada que te acerques, 
mujer que no te vayas,
que puede más el don que alguna alhaja,
y la palabra digna
aunque silente,
removida en la boca del querer,
saliva que era tuya, de tu piel,
desleída en palabras,
angostadas al alma del papel
en esta corta carta...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
• Copyright ©

lunes, 2 de junio de 2014

QUÉ TIENEN LOS LUNES, SI NO ESTÁS / Poesía de José Ignacio Restrepo



AUSENCIAS


Dí que la fantasía dolorosa, 
que no llama inventadas a sus aves,
y las pone a volar para que el suelo
proyecte cual altar sus vivas sombras, 
o aleja el vuelo en tentadas vecindades,
alejadas de aquello
que querías,
ríos que bajan de los altos montes
o llanos puestos allí sin bautizo,
hijos de las queridas soledades
puestos como mil sombras ordenadas
sin tu verbo, tu azar o fundamento...
Fe que se alía con férrea esperanza
para formar el verbo reticente,
las voces húmedas que bien gotean
de los labios del dios al que aún rezas,
del cual negadas voces nunca sientes...
Mojadas todas y sublimes,
talladas en tórridas ternuras,
huellas calladas de séquitos migrantes
que dicen en silencio su oración, 
y aunque sombras requinten
en el cieno,
reflejan sin dudar tus alabanzas...
Quedan, pues, los ecos reticentes, 
de los cuerpos amándose en el cuarto, 
reptando para hacer de las paredes
sus circos de tertulia nueva,
entonces parten tangos y milongas
para llenar del alma tus oídos
y encúmbrase a placer tus citas largas
que no tuvieron mujer
solo tormentos...
En la pieza vecina, están ellos,
una pareja igual pero disímil,
se aman con sus sexos a rabiar
tantas horas de tantos días bellos
mostrándote las muescas de la fe 
cada mañana que salen por la puerta
se caen de tus ojos y tus manos, 
los deseos que aún no satisfaces
repitiendo que pasa lo que pasa,
y que hay de lo vivido suficiente
para llevar a cabo este gris sueño, 
en rojos, amarillos y naranjas,
dejándolo atado en el presente, 
en bien de los amores reteñidos, 
por la piel de los dos santificados
pero nunca tenidos...
Ah, calor de la pálida jornada 
emprendida sin voz en la hora suma, 
que tendré cuando acabe tu presencia, 
¿que habrá sobrevivido entre mis ojos, 
cuando cese tu amor y tu hermosura? 
Nada es para siempre, mas confiemos, 
es tan tierno soñar con merecer, 
el descanso entre pieles cortesanas 
ante esta soledad tan partisana, 
de no tenerte hoy...
que no tiene mi piel manchas ni moho, 
y solo con tus ecos celestinos, 
regados por la casa que es un mar
desgasta ente mis dedos tu recuerdo,
 vasta geografía que conozco,
en ecos de silencio acuoso.

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
• Copyright ©
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