martes, 29 de noviembre de 2011

LOS NÚMEROS NO CUENTAN / Poesía de José Ignacio Restrepo

REPLICANTE


Fileteado bienestar
que como viejo ausente llegas,
tras del vidrio del primero
te miro como si fueras mi segundo,
cascado retozón de bonapartes,
temes cogido de mi hacer tus memorias,
largas frías austeras
casi tantas que podría contarlas,
con mis dedos de porqués
en mis diez solapadas vanaglorias...
Renta de los azares tómate uno,
demasiado temprano no es
para darse de culos,
buscando carcinomas ya curados
para ponerles nombre
y tontos renacuajos nacarados
para sacarles molde,
mientras trinan los pájaros azules
de las bellas canciones
que solíamos rimar con cien silbidos,
entre rostros cohibidos,
porque íbamos borrachos tu y yo,
a las doce de un día o de otro,
mientras todos ardían de veras
por estar trabajando sin fe,
envidias que conozco te dejé
como regalo sin envuelta gloria
y todos los sentidos te he explicado
para que comprendieras que fallar
era solo saber apuntar,
y llegar de primero a sentir
esa dulce sapiencia que nadie
ni entonces ni ahora entiende,
el último nunca perdió
se quedó con victorias sin nombre...
que sólo para él tuvieron vida...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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domingo, 27 de noviembre de 2011

PONGO MI AMOR COMO TU GRACIA / Poesía de José Ignacio Restrepo

MI SEMILLA ERES TU...


Cuero de mi cuero interno,
que cada que yo lato me embelesas,
portento de mil luces que aderezas
las palabras labradas de aventura
que solo frente a ti doy comulgando
mientras abro la boca quedo canto,
todo es y no es,
fuente, abandono, periplos de la piel,
suaves enconos, azules bronceados,
helio bajo, relieves de la fiel concupiscencia
que no tarda si llama mi premura,
a que salgas del ayer arremetiendo
contra todo lo que es, 
lo que no es,
el silencio del verbo que se da
al contrario del otro,
que se quita...

Cuero, corazón flameado,
certezas del protervo que se pide
cada que pasos doy en pos de todo
lo que he derramado sin decoro
por los sueños que son mis pardos pisos,
hada de mi dinástica premura
que tienes elocuencias perentorias
grabadas en tu nítida cintura,
por mis manos tallando anochecidas
la locura, la dulce cacería
de tu seda central que todo tiñe,
el perfecto universo que te nombra
cuando callan las guerras de mis manos,
y mis ojos se dan allí en tu ombligo,
centro seas del mundo que me importa,
centro y hora final de mi adjetivo
que ornando la curvatura perfecta
de tu vientre de estampa incandescente
se convierte en mi pan si va mi boca
y en el trigo indispensable
si es ella entre sollozos quien te nombra... 

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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martes, 22 de noviembre de 2011

PARÉNTESIS DE FUEGO / Poesía de José Ignacio Restrepo

JARDÍN SECRETO


De los buenos oficios del silencio
recibo a media voz en mi alma
el sentido vigor que los recuerdos
ponen como regalos en mi cama,
cuando despierta este viajero exangüe,
de perdidos caminos, de rugientes batallas,
que coloca sus gemidos de nostalgia
en bolsas para dar diezmos
a dioses que ya murieron
y marcharon sus almas sobre nubes
de coloreadas tersuras su interior bruñido
como acero firmado en rara filigrana...
Caen los cortinajes igual que farsas
que tuvieron su función precisa
al darnos noticias al oído
de nuestras propias ansias,
y por eso no grito ni murmuro,
ni armo queja alguna ni deifico,
porque sé que era útil su premura
para ir dejando signos y señales,
no iban a quedarse en los corrales
que mi vida ordenada les pusiese,
y esos días también se agradecen
semblanzas de las horas inconclusas
subiendo el agua por helénicas esclusas,
para verla caer al lado opuesto,
sembrada del color de las alondras
que pensé que volaban
que soñé que volaban

Gracias de letras
desgranadas del alma,
para dar noticias unas de otras,
como globos que migran,
como pájaros que huyen de la nada,
como certero tiro de la flecha
que se instiga a recorrer esa distancia
que enemiga del centro la separa,
rutina inexplicable del que busca,
le preguntan las cosas que te impulsa,
y él contesta sin saber que lo hace
nada
nada
nada


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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lunes, 14 de noviembre de 2011

SIEMPRE EN DOMINGO / Poesía de José Ignacio Restrepo

LENGUAJE DE SIGNOS...


Me ato de esa mirada que me entalla,
esa fiera que me llama a la batalla,
cuando musitas mi nombre sin hacerlo
para que reiniciemos lo que ayer
se nos quedó esperanzado entre los cuerpos...
Nada de lo que digas es más bello
de aquello que febril dice tu celo,
cuando señalas tu reloj ausente
en la muñeca derecha de tu mano,
relatando que ya se está marchando
este día, y comienza otra semana,
acaso sea tedioso entretenidos
del trabajo, del cansancio, de los otros,
y entonces los segundos son valiosos,
como baúles llenos de zafiros,
me rindo a tu sinuosa mansedumbre
para llamarme al orden por costumbre,
sin decir la más mínima palabra,
solo apoyando tus ojos en los míos
y señalando el reloj que ya haz dejado
al lado de la cama, en la mesilla, 
serena atestiguante de la gloria.... 

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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A ESE ROCE QUE EN MI ALMA SUENA / Poesía de José Ignacio Restrepo

DERRIERE...


Declive de mórbida fragancia,
que en tu espalda me mueve al escrutinio,
pues mi ejército de veleidosos digitales,
con los recuerdos vividos no se llenan,
soldados al placer que tu les diste
tantas noches de prisa al escondido...

Cercenada beldad sin que la luz
libere por completo tu armonía,
me veo entre tu alianza sostenido
como si fuera un tallo aun pequeño,
y tu al percibirme entre orfandades
solo aligeras mi peso al ofrecerme,
ese quejido vigor cual aliciente,
que emerge consutil ante el mío...

Y con mi boca derivando libremente,
tomo todas las naves de este sitio
pensamientos que me son profanos
cada que vengo y los veo con mi mano,
entre las tibias yemas sometidos
ante el lenguaje que arde y se congela,
donde todo me es invitación y canto,
tanto que llego del todo y al mojarte,
dejo cansadas huellas sobre ella,
espalda que cual muelle me recibe
y luego hace de almohada deseosa
cuando mi sueño te enseña silencioso,
que ya es hora de dormir
piedra preciosa...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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sábado, 12 de noviembre de 2011

SEÑALES DE USO / Poesía de José Ignacio Restrepo

MISIVA ROJA


Que incluso 
en las ausencias procesadas 
late filial esa que es la causa...
Volátil, el recuerdo 
que por propio dictamen
ya es casi de su dueño ajeno, 
muestra sin casi escrúpulo 
su suelo detenido entre mil grietas
y las nubes que sin candor lo abaten,
dejan huellas momentáneas y viajeras...
Comprendo, y no comprendo, 
hablo desde el absurdo mío intacto
que teje mansos pucheros en mis manos
sin un pañuelo que cerca me sirviese
para adorar su paso mientras fuese...
Hablo de ese candor hospitalario
que dejan en el vientre estacionarias,
unas retículas de amansadas y leprosas
arañas de colores caprichosas,
que quieren contra el viento y la marea
guarecerse de sus marismas desleales,
en medio de entonados rumorosos
cantos de piel que de nuevo les repiten,
sois vosotras las causantes de esta guerra,
esta tormenta de ríos bien crecidos
que anda ahogando mi pábilo y mi vela,
quitándole la luz a mi universo 
que disminuye sus céntricas fronteras,
hasta llevarlas a su mismo olvido,
sois vosotras forajidas sin belleza,
ausencias procesadas por sorpresa
hoy que las puse en coto centenario
para que os vayáis tan pronto cuando
leáis esta misiva recatada
que debajo os da por garantía
boleto sin regreso...solo de ida...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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viernes, 11 de noviembre de 2011

CUAL UN SECRETO.../ Poesía de José Ignacio Restrepo


DEL ORIGEN


Soy casi una mujer,
lo sé hace tiempo...
Mi forma de sentir dice que tengo
una alma que comprende casi todo,
que da de si mejores posesiones
que aquellas que en propiedad se deja,
y tengo entre los ojos volando
los pájaros que vuelan hace tanto,
como si fuera mi alma comprensiva
desde antes que supiera dar de dentro
la mejor poesía por sustento...

Soy de la casa amado por mujeres,
ya se fueron Andrés y mi papá,
soy el único hombre entre una cuantas,
las veo corretear por la mañana,
en las labores propias del hogar,
mi madre ya está vieja mas no sabe,
como niña perpleja corretea
tras sus hijas maduras acosando,
para que todo ocurra como debe,
en la casa en que vivo desde siempre...

Soy casi una  mujer,
bien las entiendo,
las he querido siempre sin domarlas,
respeto sus decires y opiniones
porque no se pelea con quien vives
ni  rencor se le tiene al que te ama,
con aquellos que por virtud respetan,
el que estés y que sirvas si eso puedes,
en este bello momento de mi vida
me entiendo casi siempre bien con ellas,
pues no me preocupa convencerlas
de que sean distintas o que hagan
de forma diferente si desean,
por eso digo siempre en son de broma,
soy casi una mujer déjame quieto,
si me buscas me hallas,
mejor es que me encantes con lo simple
porque en nada voy buscando algún bochinche,
al que no me llamaron de invitado,
y tomo por ejemplo lo que hacen,
mi madre y mis hermanas socialmente
queridas son y siempre respetadas,
lograrlo para mi no fue difícil,
a los hombres les encantan las mujeres
y entre ellas casi siempre se respetan,
he ahí la razón del sentimiento
que mora en mis escritos casi siempre
belleza que a los hombres les encanta
y a las mujeres llama entre el misterio,
por ser incluso fino ese lenguaje
cual si fuera un ente femenino
el que tras de sentirlo hubiera escrito,
el poema que leen de corrido...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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miércoles, 9 de noviembre de 2011

VARA DE MEDIR / Poesía de José Ignacio Restrepo

OCTAVA PREGUNTA


De cualquier dirección 
viene un recuerdo, 
un altar dedicado, 
un sopor, 
el taco de la voz, 
un aspaviento...
De la llama furtiva que te mira,
mientras prendes pupilas de silencio,
esa voz quehacer de un buen recuerdo,
se viste de sofismas 
y te dice,
sin sentido tener
porqué te fuiste...
Del baúl de la piel un día viernes,
que pleno de adoquines te sostiene,
saltan vastas, 
umbrías, 
reverentes,
consignas sin tenor ni poesía
para que hagas con ellas lo que sea,
manteles, mondadientes, sobres, guías,
telarañas de hoteles,
serpentarios,
dedicadas filigranas sin mosaicos,
todo porque es ya papel plisado,
terremoto filmado desde arriba,
cementerios de dados,
o letrinas,
que su nombre y papeles entregaron
al fisco de la piel, a su ardua herrumbre,
que tiene por profética labor
desvirtuar el error en el segundo
haciendo profilaxis del ahora,
sin temor de la hora,
como eco de la piel que repetido
no hallara más vigor en los sonidos
que en ellos solamente retratarse
para hallar el sentido del instante...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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martes, 8 de noviembre de 2011

RUTINAS DE VUELO / Poesía de José Ignacio Restrepo

DE LA BITÁCORA...


Y entonces quedan los recuerdos,
haciendo de portal, zaguán, de closet,
el presente traduce sus misiones
de como ir a juntar lo que lastrado
de su propio y efímero quehacer,
ha quedado baldado de saberse,
sumido en el olvido intransferible,
que le puso en agrietado monumento
del alcance de la voz y de la manos,
odiosamente lejos...
Y, entonces,
nos da la mano nuestro propio aliento
desde el vidrio opacado del espejo,
diciéndonos con franco afecto,
esto no es nada comparado con la guerra,
o con la inanición de niños que se mueren,
sin doctrina, ni credo, ni carisma,
esto no es nada, me dice con su mano,
el olvido que ya de ahí me tienta,
si te miras sabrás que es corregible,
que tu mutismo decente y nacarado,
no necesita tu nombre o el de ella,
lacrado desde la primera letra
a la final que se escribe a cada rato...
Y yo le digo, sin un dejo de amargura,
ni de orgullo, ni de fiera desmesura,
que hay caminantes que abogan por la causa,
temen dejar sembrados sentimientos,
odian que les construyan monumentos
que caerán presa de la ruina,
de esos y de otros yo he tomado,
lo mejor y lo peor y he practicado,
anduve por caminos y canales,
del cuerpo lo di todo él es la prueba,
ahora soy retal de mi quimera,
y los caminos más bien en mi recorren,
no tengo grietas de los mil recuerdos
que partituras en mi boca hicieron,
pero si levo anclas cada vez
que en algún puerto reclaman que me quede,
por sencillas razones, sentimientos,
de traducir difícil, de cantar algo más,
por eso ante el espejo introvertido
hago causa común sin que me pese,
y de recuerdos grandes me despido
para hacer con la mar mis oleajes,
tardío pleamar de mis corajes
que inicia hoy un nuevo recorrido...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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domingo, 6 de noviembre de 2011

RECUERDOS DE HOY.../ Poesía de José Ignacio Restrepo

CANTO DE TI...


Pero, primero llegará la muerte 
embozada y dúctil de mis besos...
Un poema escribiré
que te ronde los oídos desde mi alma
ribeteado en oro, 
de romero perfumado, 
doblado en triángulos perfectos, 
para que guardes de cabal manera
entre el esmalte color perla 
de tu alma de plata... 
De mi cortejo amable ya recibes
estocadas de fiera filigrana,
que llegan con mordazas 
amarradas,
para que tu las libres mi pequeña,
con tus manos que vuelan
a mi almohada,
cuando cerca te tengo,
cuando sueño,
en esas dubitadas liviandades,
que tu nombre recitan cual collares,
pues es mi poesía tu elemento,
surge por que yo soy el monumento
de tus besos no dados que yo siento,
antes de que tu mente los implore,
y me llames corriendo por las nubes
para que yo me llegue hasta tu cielo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ENMIENDAS BÁSICAS / Poesía de José Ignacio Restrepo

EL OTRO NOMBRE...



En la siguiente vereda
donde se añejan las voces
de nuestra huerta servil de mil colores,
veo pacer a mis deseos niños
con sus ropas pueriles y radiantes
que dejaron los mejores desconciertos,
entre la decidida geometría
que prometía gozos diagramados
si se hacían legalmente probados,
en favor de los demás con compañía,
sin que fueran excesivos ni egoístas...
Los miro vindicando el tiempo,
cada trazo febril un monumento,
les sé los nombres y su gentilicio,
y las fechas en que vieron esas luces
tanto de nacimientos esperados
como de sacrificios doloridos,
cuando por obra de tórridos señuelos
me introduje en pábilos y lumbres,
de los cuales ahora solo quedan
las señas de quemazones infecundos
y las pavesas volando por el éter,
abisales, impropias, decadentes...

Temo ya gobernar lo ingobernable,
filosofías errantes me musitan
que hay labores de luz que dulcifican
antiguas desazones opresivas,
llamadas por mis labios anteriores
y mis pieles labradas en cenizas...
No por tanto voy dejando sobras
en cada paso de viento aligerado,
sino por galopar acorazado
contra rompientes de placeres nobles,
y sin embargo dolido en cien mil mapas,
encuentro esas mis huellas insertadas,
que me recuerdan bien esos caminos,
de turbias sensaciones que aun me llaman
en las horas serenas de la noche
en cuerpos de mujeres ensoñadas,
que traen en sus manos cien placeres
reconocidos como buenos y perennes,
sin sospechar que guardado bajo llave,
tengo lo mío, brillantemente puesto,
saldado y por demás embellecido
dentro de frasco de mieles y azafranes,
como de rojos y cardos, tulipanes,
entre la boca de una llamarada
que solo sabe arder entre mi cama...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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