jueves, 6 de octubre de 2016

DERIVADA / Poesía de José Ignacio Restrepo


ÚLTIMA PALABRA


Turbio, enhiesto el envión
de mi silencio arropado todo el día
contra el saludo harto de la escena
y esa capa caída,
para abrir nuestros minutos constelados
yo de frente o de lado
y tú al revés...
los dos vamos cansados
a terminar con dignidad el día,
y ese beso que apenas nos convoca
podría estar de más
si así las cosas alcanzara nuestras bocas,
por eso nada alardea,
sale tímidamente de mis labios
y aterriza sin más en tu mejilla,
en rápido aspaviento adulto
que no quiere referirse al tema...

Sin lo mío o lo tuyo,
por obstáculo,
con lo nuestro por útil y bandera,
capeamos ese tiempo inocuo
comiendo algo liviano,
hablando de los perros y las cosas
que pasaron hoy pasado meridiano,
sin ir a interrumpir
pues es pecado
y causa de dinámicas incordias,
pero te miro y tú también me miras
como diciendo 
¿es ésto lo que queda?
¿nos hemos malgastado sin saber
que eso que llamamos futuro
no era más ni menos que una siesta
de esas que se dan a ojo cansado
pero sin atrevernos a dormir?

Recoge ella los platos,
yo los lavo,
solo un par de llamadas y después
a terminar el juego de las horas,
sacando los pelaos a la calle
para que hagan sus heces y se estiren,
nuestros hijos peludos,
nuestros perros,
que crecen sin casi nuestra ayuda
y se convierten en sumisos compañeros
de esta historia sin aunques
y sin peros...

Una hora después
ya estás dormida
y yo poniendo letras que me brotan
para que luego y sin mucha gallardía
unos ojos lejanos sin esfuerzo,
repasen los que soy y se comparen,
somos tan parecidos al final,
la miro mientras cuento de nosotros,
es tan bella como hace quince años
pero esta cotidiana liviandad
de ser lo que solemos parecernos,
para poder mirar
un poco más allá,
nos va a matar de tedio...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Copyright ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...