domingo, 20 de febrero de 2011

DETERMINADO A HALLARLA, DIA A DIA, ENTRE MIS BRAZOS / Poesía de J. I. Restrepo

AUN A LA LUZ...


Esta casual virtud de proponerte cosas,
de incandescentemente actuar 
en procura de iluminar mis pasos
hacia el norte, 
o el sur,
o algún lugar con nombre conocido,
quede en el punto del mapa donde quede,
esta dicha fútil de enternecerme todo
por tu presencia vital cerca de mi,
de lo mio,
aunque sea tan poco,
esta ambrosía perenne, amistad con la noche,
causa fuerte,
este jardín sin nombre donde se cantan
sin hacerlo tan perfectas melodías
 sabes amor,
lleva tu nombre..

Y por eso puedo asegurarte perla mía,
que mi virtud se llama del mismo nombre
que la dureza excelsa de tus huesos,
viene siendo transformada sin mesura
por la voz que te nutre cuando piensas,
y se refracta sin temor alguno
cuando cesan el estímulo interior,
sobre la luz mediana 
que brota de tus ojos,
todos los martes o jueves,
lo olvido, créeme,
todos los días del magro calendario,
 y los demás también,
los de cutis brillante, los divinos, 
los que se traen sepelios desde el borde 
de la ventana al borde del balcón, 
o abrazos de niños a sus madres,
porque es sublime que sea así
no de otro torpe modo,
entonces sos perfecta
mi adueñada quimera que posee nombre,
y posee amo también,
que como yo camina, y ama, y adolece,
y se sueña con la que puso compás 
a su propio paso para poder llegar
algún día como lo hizo, 
a sentir conmigo el paraíso...



VEREDAS DE LA FUENTE ILESA


De mi mano aun gentil
toma la angosta querella resuelta,
que solo tiene la vida un sentido manifiesto
ese sublime, pleno de agua, 
feliz aunque carente
de los nombre que dice un mapa viejo,
para ir o volver, o mantenerse,
de mi mano curtida y algo vieja,
toma experiencia, voz y vara,
que han viajado hasta aquí a conocerte,
a temerse de todo
y no de voz,
a mancharse de tedio y desconfianza,
pero no en tu camino, ni en tu casa,
solo mi voz te ha buscada canto a canto,
y mi silencio te ha callado
cuando mi fiel imagen solitario
al buscar un espejo aquilatada
no te ha hallado de mi brazo acompañada,
ni el calor de tu pie
buscándose en mi huella
en el paso anterior al del rezo 
en forma de vuelo taimado de alondra...
Toma entonces, mi reina,
este eco porfiado de mi sable
asociado a mi brillo
y al tenor que no calla,
preso desde el comienzo en mis palabras,
y calma bien tu sed, tu hambre,
de mi nombre elige lo mejor,
y llévatelo al vasto corazón
de donde he obtenido mis guirnaldas,
y ponles rubricas firmes y sinceras
para luego dejarlas en la puerta
de la que será por virtud y por oficio
nuestra senda de pasos,
nuestra alfombra de besos,
nuestra fuente de trinos...
nuestra casa....

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...