POR DECIR
El segundo del brindis
ignora que vino mojará los labios,
si blanco, si tibio, si seco,
y un momento después se sigue el viaje,
el de los pies volantes, el de los pies cansados,
el de los pies sin sandalias ni camino…
Justo como hoy,
mi boscoso amor,
que nuestro brindis se agolpó a la puerta
e intentó tumbarla,
ventarrón de miedos,
nubarrón de agrias soledades,
emergiendo de cualquier pasado
con el vago apuro de instalarse aquí,
mi inocente amor, mi profundo amor,
que vienes desde aquí hasta aquí
para volverme un dulce de destinos…
porque quedan los brindis del mañana,
los que nacen de los ojos
no del vino…
SENTIDO MANIFIESTO
Veo el cono del volcán de blanca lava,
subir, bajar, latiendo de ternura,
su lenta diapasón produce música
que yo aun no se cantar
aunque me tomen sus brazos con sabia prisa…
Siento el manto que cubre mi frío prolongado,
y veo como se marchan los vientos solitarios,
y se visten de bosques mis desiertos,
cuando ella me mira, cuando ella
detiene mi misterio con su urgencia
por la miel de mi boca que se aguaba
de no hallar a quien darse,
de no decir palabra de semilla,
que intentar sembrara una era…
Veo el sol de la tarde encegueciendo,
todo el tibio futuro, todo el sueño,
y no hago mas que ver humildemente,
y luego entrecerrar mis párpados,
para verme por dentro…
Los ojos que me ven están allí,
los brazos y las manos que me tocan,
sus labios entreabiertos,
que me nombran,
como si fuera la luz de su nación,
como los versos de pan
que mágicamente sustituyen
su alimento…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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De esta suerte mía de no ser poeta, peor aún, de no poder ni enteramente soñarlo hago ahora parapeto… sean el silencio y este llanto los que te cuenten de la abstemia magia que hace del amar diferentemente, sostén y sustituto al mismo tiempo, pan, luz y agua, senda y ese algo que por innombrable es aún más verdadero… vestales cuidando del fuego…
ResponderEliminarA tu ardua voz que repentiza en este sitio, traigo fulgores para que hagan de cerillos, y alumbren tu partida y mi llegada o viceversa, pues este corazón que con sentimiento compartimos, late mejor y más sólidamente, si en el hervor de tu voz y mis latidos, hallamos al amor como sustento...
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