OLEAJE
Envuelto con el velo desatado
que tu mirada envía ante mis pasos,
puedo traer la historia a que nos mire,
con sus ojos de niño que no crece
y reparar con ella lo presente,
cordel con el color del cronograma
que ata nuestros retazos a la cama,
entreviendo virtudes coloridas
que me miran con nombre y apellido,
delgadas como cánulas de fibra
por las que húmedo baja sin aviso,
el instinto de ti que causa tiene,
en la presencia mística tan simple
de tu paso feliz siguiéndose en el mío...
La vega que nos lleva hoy al lago
tiene todos los verdes y los ocres,
llamaradas de pardos sinsabores
y cadáveres de seres sin doctrina
que yacen bajo el hálito del viento...
Yo soy vos, tu eres mi universo,
pagados los permisos para serte
el mejor que pretendas y tenerte,
vengo de las ansiadas prontitudes
con mi laxo y tentativo paso,
a repetirte en silencio con mis ojos,
las mil y una maneras en que te amo,
mientras tu cuerpo abres sin recelo
como vereda selvática y sapiente,
a las corrientes de agua que descienden
en busca de un océano de gozos...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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