REMINISCENCIAS
De un angosto pasaje delicado
que dejamos olvidado en el camino,
traje yo en mis manos tus sandalias
que sabían desde antes el destino
de tus pasos valientes hilo de oro,
y si siguen o sigo no es tan obvio
no es ya decisivo ni importante,
antes fui nube errante de tormenta,
de palabra mutable y quebradiza,
y a partir de hacer ronda hacia tu vida,
compuse bien las cargas, bien lo hice
para evitar que existiera una caída
en mitad de la vía que me lleva,
senderos del recuerdo que idolatro,
pues tu imagen persiste si los hallo,
en la noche larga que cobija
nuestros murmullos y tu lencería
hago paz con tu querella hermosa
y con tu cuerpo de mujer pelea guerras,
quemo las naves que avisan mi partida
y lanzo anclas pesadas en mi espíritu,
no tengo más deseo que tenerte
y guardarme del dolor innecesario,
de los regalos obvios me resguardo
sobre todo si vienen enrejados
con promesas de amor sincero y puro,
que puedan compartirse en un minuto,
pongo la clave en mi rojo corazón
y una copia se la entrego a esa
que hace tiempo de mi amor
se encuentra presa,
carcelero no soy de mujer libre
pero llegó acá con su paso perfumado
y tiene aun su bello aroma
inmarcesible.
inmarcesible.
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Definitivamente poeta, sólo tu puedes quemar las naves y seguir flotando en mar abierto. Como nadar y guardar la ropa, ponerle al corazón candados, flores al recuerdo y loas frente a los pies adecuados... eres increíble Restrepo, nunca se vuelve ileso de tus lecturas, mil abrazos.
ResponderEliminary tu justo candor que me estimula, es buena recompensa ante el trabajo...Toda palabra que brota es voz alerta, figura de emoción, playa desierta, cuando tornas cae la fortaleza y se reanima mi adentro, querida señora...Gracias Carmen, por llegar hasta esta tu casa....
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