A UNA MUJER
DESCONOCIDA
El azar de un hada sin su traje,
destinada a viajar por mar inmenso,
sin goleta, sin cielo, ni oleaje,
en medio de recuerdos abatidos
que su viaje hacia el cenit dificultan,
padre nuestros sin voz,
rezo en la vera,
y el crepúsculo azul que trae sombras
de amor ya perdido a su querella
de amor ya perdido a su querella
y le deja agrietada la dulzura,
dulce amargo en la queja
razón y sin razón
de su penuria...
En el parque
sentada cual llorona,
destejiendo quebrantos infatuados,
desdoblando pañuelos mal lavados
que en su tul llevan manchas adheridas
que le cuentan a su dolor niño de brazos,
como duele al marcharse la esperanza,
de que tamaño es la duda atravesada,
cuando tu alma sencilla enamorada
decide en contra del viento y la marea,
mantener ese agridulce sentimiento
pese al paso del tiempo,
y al olvido que ya le ha hecho mella
aunque sonría el corazón cuando lo nombra
con media boca y un poco por desidia,
lanza al cielo ese rezo apasionado,
no me dejes amor,
aun te espero mi amor,
el recuerdo es un puente si ambos vamos
unidos aunque estemos separados...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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En algún lugar oí el nombre de Corín Tellado, me sonrío, con algo de malicia y mucho de agrado, mejor no menciones a nadie susceptible de ser superado por tu letra... eres genial, y también bello.
ResponderEliminarVeíamos Vanidades continental y esos cuentos de amor...Ambos vamos, querida, vos y yo, llegaremos a ese lugar soñado en cualquier día...Gracias por llegar ante la letra...abrazos!!
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