OSADO
Cada que hincho el pecho para hacer un suspiro,
recuerdo que tu piel fue una isla de Pascua,
sembrada para mi de palmas y de truenos,
solo tu, solo yo, habitantes del cielo,
nada de más teníamos nada de más queríamos,
solo sernos de ambos cual si fuéramos uno,
valiente migración a ese amor tan distante,
nadie osó enseñarnos pues bien que lo aprendimos,
moradores del aire donde el otro es un cuarto,
de muchas más ventanas que ese que habitamos
cuando estamos a solas porfiando que vivimos,
porfiando que algo amamos.
Ahora que no estás pienso que fuiste un sueño,
uno de esos profundos, uno de esos perfectos,
luego busco en cajones todos esos recuerdos
las fotos, los paseos, las guirnaldas, los besos,
y entonces me convenzo que si fuiste de veras,
que soy un bendecido por haberte rozado,
salgo a cantar al parque esas viejas canciones
y los niños me miran, ese tipo es un loco,
y sus madres se acuerdan de esos hombres cansados
que tienen por esposos, que están en algún lado,
no mi amor, no es loco, es alguien que va amando
algún recuerdo viejo, algún sueño prestado,
y yo sigo sin verlos cual hombre enamorado
que perdió en un recuerdo
el camino ya andado...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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a ver poeta... de la botella de vino de los recuerdos.. ¿ves? siempre agradecido con ellos, porque estar no significa siempre presencia, a veces es huella eterna... la que dejamos, la que nos dejan, eso es lo que cuenta y a veces, nos saca a la calle cantando... (bien que la muerte debería pasar por alto a los mejores seres que nos hollaron) te abrazo mucho, tú lo sabes.
ResponderEliminarLos que pusieron su pie en nuestro camino, sin decírnoslo, he allí ángeles que han tornado a un sitio donde el vuelo del siempre y el quehacer del nunca se funden en un velo, de sentido elocuente... Que felices de haber platicado un instante, compelidos por el generoso destino, que aun deja en la mano los recuerdos vibrantes...Gracias por compartirlo, Carmen querida...
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