MIRAR TUS MANOS
Sepa decir el destino acuartelado
a la emoción ascendente advenediza,
que le toma irreverente entre la prisa
de tus dedos clementes y mansos,
que soy reducto hace tiempo de tus ojos,
labor de tu simétrica soltura
que busca enternecidos sentimientos
entre mi alma impura
pero lista…
Y digo bien,
cuando tus ojos me despiertan,
de desertadas guerras llego presto
para que me apacientes conmovida,
deletrearme con fe la voz debida
que resucita todo lo tirado
por lo que no pasó o dejó frío,
enquistado sin luz
entre las manos…
Encantado en tu piel me desahogo
me descargo de todo lo perdido,
a qué soñar con idos presupuestos,
mientras sueñan tus ojos en los míos,
redes siendo para pescar el aire,
mientras volamos juntos a su anchura
como nos dijo Eros algún día,
simplemente en su vaivén atareados
estaríamos de amor sin día u hora…
estaríamos de amor sin día u hora…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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De la resurrección supo Lázaro por ser de Dios un bendecido, sabes tú por ser de Eros buen discípulo y sabe la poesía por ser eterna y saber que son la vida y la muerte un mismo ciclo, yo sólo sé de admirar la belleza que se oculta de mí pero aquí se riega, por cierto, no conozco alma más pura que la tuya. Abrazos con el corazón.
ResponderEliminarQue te puede decir, que no conozcas, manso corazón latido...Con todo digo, en mi silencio cautelar, que eres visita y ser bien necesario, para otorgar curso al día y a la misión de dar lo que se ha hallado...Por tu criterio, una vez más,he de pagar haciendo lo que hago, besos Carmen Soriano...
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