Viento de las Azores, piel viajera, que traes a mi olfato aroma de sagrados tulipanes, ¿ cómo puedes nacer en este viaje, tan largo ya, y serme al paladar salino, amorosamente cierto y reconocible, y al tiempo irreverente, poco afable, dado a la guerra de amar y a cultivar el donaire, solo por ver las palabras pariéndose sobre la superficie del mar y desde el aire?
Se toman de las manos y huyen cuesta abajo, los viejos recuerdos, tras haber saltado muros y crecidos setos para llegar aquí, y ser vistos y oídos en audiencia mutua, recrean viejas huidas por penurias no vividas, para saberse vivos sin culpa entre mis manos, que han medido tantos talles sin fe como con alguna sintieron, latidos de más alumbrando el gris de mis cabellos canos...
Se toman de las manos y huyen cuesta abajo, los viejos recuerdos, tras haber saltado muros y crecidos setos para llegar aquí, y ser vistos y oídos en audiencia mutua, recrean viejas huidas por penurias no vividas, para saberse vivos sin culpa entre mis manos, que han medido tantos talles sin fe como con alguna sintieron, latidos de más alumbrando el gris de mis cabellos canos...
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