QUEMANDO
Ese rojo,
color cuando la sangre se derrama
que como hilo se enreda entre lo mío
color cuando la sangre se derrama
que como hilo se enreda entre lo mío
ante mi alma forma trenzas hilvanando
tus cosas con mi piel,
entre lisonjas...
Ese tono
que muestran hoy las nubes
alargadas
porque el viento soleado
las puso fuerte a arder desde hace horas,
ese que llama todo lo que soy
con tu remanso nombre,
ardiente de la testa hasta los pies,
tus cosas con mi piel,
entre lisonjas...
Ese tono
que muestran hoy las nubes
alargadas
porque el viento soleado
las puso fuerte a arder desde hace horas,
ese que llama todo lo que soy
con tu remanso nombre,
ardiente de la testa hasta los pies,
en tus mejillas como puerta espera,
para brindarme todo
nuevamente,
uvas y granadillas oprimidas,
vino fresco goteando desde arriba
que recorre los atajos y las veras
donde lo tuyo en lo mío se transforma,
lo que quiero y que soy
entre silencios,
nuevamente,
uvas y granadillas oprimidas,
vino fresco goteando desde arriba
que recorre los atajos y las veras
donde lo tuyo en lo mío se transforma,
lo que quiero y que soy
entre silencios,
cada cosa que ansío mora en ti,
estás llena del rojo que ahora llama,
estás llena del rojo que ahora llama,
de ese color que late en las entrañas,
apresada te llevo,
entre mis vetas,
cada que brilla algo ya hace mucho,
se que me llamas tu,
rojo conjuro...
entre mis vetas,
cada que brilla algo ya hace mucho,
se que me llamas tu,
rojo conjuro...
No hago sino seguirte,
oraciones liar a dioses raros,
pinto odas en mis telas desnudas
hasta hallar tus figuras en mis cuadros
oraciones liar a dioses raros,
pinto odas en mis telas desnudas
hasta hallar tus figuras en mis cuadros
amor te hago mis rojos sin fronteras
usando y lavando luego
usando y lavando luego
mis pinceles,
trementina me falta para dar
la limpieza que tus tonos se merecen,
para mañana de nuevo irte a pintar
con los magentas, los fucsias,
los morados,
granates altos,
rosados de inframundos,
los que quemados a mis hornos llegan
para que ardan de nuevo
entre los míos,
carne de aliada fe de poseerte,
llaga que traga todo mi deseo
y pone piel de nuevo,
una hora después
para que sueñe...
para mañana de nuevo irte a pintar
con los magentas, los fucsias,
los morados,
granates altos,
rosados de inframundos,
los que quemados a mis hornos llegan
para que ardan de nuevo
entre los míos,
carne de aliada fe de poseerte,
llaga que traga todo mi deseo
y pone piel de nuevo,
una hora después
para que sueñe...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Cada cosa que ansío mora en ti,estas llena del rojo que ahora llama,de ese otro color que late en las entrañas,apresada te llevo entre mis vetas,cada que brilla ya hace mucho,se que me llamas tu rojo conjuro.......Como vez poeta el verbo se hizo piel en tu poema ,solo me queda asombrarme y deleitarme con la belleza de tus mágicas letras.Te aplaudo Bello poeta ,tienes el alma tan blanca como tus letras lidia.
ResponderEliminar...que bonito Lidia, que mis llamas nunca vayan a quemarte....agradecido...
EliminarSolo el azul, me da calma El resto, es febril. Enfermizo para mi. Soy de teflón. Soy inofensiva. Pero te quiero igual.
ResponderEliminarMás allá de los ígneos azules, de los lilas que fungen en violetas cuando se hacen al vuelo tus largas alas, esta luchando el rojo por vivir, el te trajo hasta aquí... Y esa calma envidiable de tu arcano, también mora en el mío, nave errante, que del olvido tuyo se precave, dejando estas rojizas huellas sobre el lino... Gracias anchas Violeta, por haber venido...
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