LENCERÍA
Doblada y esperando,
como si solo fuera
una hoja en blanco,
que por mano de un autor ya veterano
le hiciera con sus letras un nivel
para ser una genial protagonista,
en mitad de esta cama
gigantesca,
que sin vos y yo parece
el invitado ausente
de la fiesta.
Sabe todo de tu piel
igual que yo,
se ha quedado sin fe
con tu sudor,
y del vértigo gitano de tus manos
que han tomado de mi carne fresca
cada gota de vigor bien cosechado,
cuando huyendo
por lejanos extramuros,
buscábamos del otro lo mejor
la bondad de esa fuerza que respira
bajo el deseo de amar
tras de la dicha.
Pero ahora
doblada y perfumada,
luce igual que ropa de escolar
que esperara este día y otro más,
para vestir la fatiga de su dueña,
ocupada en la tarea de crecer,
como quien sabe qué hace,
pero no...
Doblada y perfumada
hasta la noche,
cuando hagamos de este cuarto
el más caro y querido del burdel,
y de tu lencería que es tan bella
esa prenda sutil innecesaria,
la otra piel que no llevas a este viaje
cuando estás junto a mi atareada
en bordar nuevamente de deseo
tu querida y preciosa desnudez.
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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