SOMOS INSTRUMENTOS
Fue en medio de la voracidad del día
que me llegaron sentidas, sagaces
las palabras tuyas,
mas sólo abrí las señales del viento,
sin mirar el espejo ni los ojos reflejados,
y en el sigilo
prometí leer en mi alma
tu mensaje por la noche...
Y casi lo olvidaba cuando vine
a decirle al viento amigo cualquier cosa
y te vi de soslayo...
Pensé entonces
- Está tarde,
el aroma de su sueño me tendrá,
llegará a poseerme,
y su rostro surgirá prometido
vendrá,
de cualquier parte,
de las colinas de un canto,
del envés de mi mano,
del rojo de la cortina enarbolada
que está allí para cubrir mi sueño
de las horas del sol...-
He de llegar vivo a la noche,
y en un momento sincero
poco a poco,
sobre el aroma de tu piel
seré lo que tu quieres que seamos...
poco a poco,
sobre el aroma de tu piel
seré lo que tu quieres que seamos...
Yo me abalanzo,
sobre el sueño largamente esperado,
sobre el sueño largamente esperado,
no pudo la desidia
ni el favor pregonado de Morfeo
para lejos situarme y he llegado...
Querida, es un frente de viento
sonrosado en mi toda mi fe maldita...
Y la sola humedad de tu llovizna
que me encuentra parado
en una esquina de algún viejo recuerdo,
está bendita,
sabe a cromo perdido y encontrado...
Y pegado en el álbum,
sabe a beso robado y a viruta,
me vuelve en si repararme
en mi almacén de carpintero ajado
que sin saberlo produce el mejor arte...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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