ESPEJOS ROTOS
Reflejadas,
cortas caricias en respuesta
a preguntas seriamente requeridas,
unas nacidas de mi boca
que no podría asegurar son mías,
otras repujadas por el aire,
puestas aquí por solas deidades,
vienen vestidas de oropeles rojos,
maquilladas por obreros de los ojos
que no han mirado el nada
ni tampoco visto el todo,
cortas caricias algo distendidas
que hacen tus manos ópera en las mías,
y bajan por nuestros torsos
amancebadas de todo lo preciso
yendo y viniendo,
frotándose sin tregua,
enhebradas en gozos quizá enanos
pero también en pecados estruendosos,
y piden llamarse del modo acostumbrado,
recuerdos,
ilusiones,
olvidos,
cómo negarles el don de su pasado,
cómo decir no fueron,
no pasaron,
sin condenarme yo
por mérito enjuiciado,
a olvidarme también,
convencerme sin más
de no haber existido...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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