CONTEO
Al final de la escalera era el infierno,
lucía igual que majestuosa iglesia,
cómo no reconocer que tu cabello
que se metía en mi boca alucinada,
cubría mis pecados y tus faltas...
Todas contigo amor, almizcle y ansias,
todas conmigo, amor, algo pegadas
las manos en salterios no omitidos,
secaban en tu falda lo que es mío...
ambos nos dimos de gratis regalados,
tirando la prudencia hacia los lados
que incómoda llamaba a la obediencia,
mientras nosotros solos nos brindamos
en saltos de peregrinos que no vuelan
y apenas van armados de coraje
para al menos lograr saber que era
esa felicidad que no tenían
los que miraban nuestra sed sin fondo
por la boca de aquel que preguntaba
por mi nombre al tocar la puerta
diez veces cada día, doce,
para esconderse entre mi boca
púber,
con su púber belleza
inconcebible...
La escalera era el tristísimo retorno
el regalo final que prometía,
la aventura seguiría al día siguiente
desdeñando todo lo que digan,
prométeme mi amor que soñarás
con lo que hicimos hoy multiplicado,
no dejes que tu padre te convenza,
ni que tu madre adentro desaliente
el lazo que te pongo es doble nudo,
amor, es plena noche,
no me olvides,
y vete con los ojos bien abiertos,
me llamas cuando llegues,
¿si, mi amor?
el recuerdo me hiere
como ayer,
¿cómo llegué a tener
sin darme cuenta
media siglo, mi amor?
...Sigue la cuenta
bájala con cuidado, por favor...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©
A los pies de la escalera,
ResponderEliminarel mar en el que elegíamos hundirnos sin condena,una vez más,más y más...
Y otra vez,bañarnos en lagunas
que no podían con el fuego de entre pieles, arrancadas con qué furia,
a las luces de una luna...
....lácteo paso, a mi frugívoro legado, como acrecienta el eco, la osadía, y mi mediterráneo corazón se queda quieto, esperando, esperando...Agradecido Vanessa de tu huella en el pomo de mi puerta...
Eliminar