SED Y REGALO / Poesía de José Ignacio Restrepo

DOS QUE SE MIRAN

Te miro,

tan lentamente como roza el aire

mi último y sereno pensamiento

que acunado en tu hombro descubierto,

ha optado por dormirse,

del siguiente y el anterior,

cual bebé ileso...

Ando en mora de entablar con fe

mi siguiente pedido

estatutario,

hace tiempo convergimos en ceder

de ese capital llamado piel,

al otro lo que juzgara necesario,

para poder atravesar

vivo y deseoso,

este destierro de días deshonrosos,

donde viajamos juntos

pero solos...

Te miro sin poderte confundir,

ya quisiera que dieras a mi antojo

ese nombre por ti reconocido,

y no tener que hacer de transeúnte

de flojos y acaso repetidos

acosos que son míos y te cedo

para  que tu los juntes con los tuyos,

y así refrendar en ideales

pronombres del amor,

caricias tenues,

repasos que se han hecho

nuestro olvido...

Te miro y parpadeas de ese modo,

en que sin algo decir ya todo afirmas,

te tomo de la mano,

te retiras,

pero solo para hacer un movimiento,

apagas la luz de nuestro living

le das vuelta a la llave de la puerta,

ya está todo cerrado y no hay reversa,

en mi mano las copas, la botella, 

tu llevas en tu mano mi esperanza,

camino de la alcoba

todo es bello,

nuevamente hay acuerdo

el juego gana...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 

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