ÉTER Y BRILLO
Venga luz,
dime a dónde te has marchado,
entra hasta mi caldera con cuidado
pues a tanta tristeza como quema
tu collar ayer puesto cual diadema,
no podré divisar, puede caerse,
quemarse lo antes hecho con cuidado
en esta alzada bruma de brillantes,
quemados por la gracia de mi mano,
que recluida de mis altos pensamientos
va quemándose ahora hasta los huesos,
por dolores acaso imaginados,
pero vivos, ilesos...
¿No sabías desde antes musa mía,
que yo entre mis parnasos inventados,
vivía con mis pájaros alados,
mientras todo para irse afuera ardía?
No respondas, no roces mi agonía,
vuela con mi ilusión vestida y magna,
alza cada jornal que no me sirva
y vocaciones hechas de palabras,
riega por donde amantes se desprendan,
para verlas de letras conformadas,
enfrentando las luces de silencio,
que por doquiera siembra
la ignorancia...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Magistral tu poema que lleva en cada letra , amor, recuerdos, deseos, bellísimas son tus letras, eres un lujo para todos los sentidos, un abrazo querido poeta.
ResponderEliminarSe pide en estas líneas casi orando, por aquellos que de verdad no tienen tanto, pero más que a las cosas me refiero, al don bautismal de conocer, al rítmico placer de preguntarse, por los qué y los cómo, también dónde, que la angustia de muchos vivos hombres, es tener muy poco por hacer, poco por pcuestionarse o conocer, pues carecen del don de tener ansias, por contestar su propia inquicisión, no quedar llenos con lo dicho por otros. De allí líneas trensadas en un rezo, que le toca a la musa responder, acaso en su restado recorrido, pueda en riegos continuos y sinuosos, preocupar a otros, insolentes, entre el cúmulo soez de tanta gente, que con poco o con nada se contenta...Gracias Loly, abrazos...
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