ARDOR
Ardor,
piel que trashuma tiempo y prisa,
eligiendo el envés de mi camisa
como lugar de conjuro y domicilio,
hacer que el bardo silencio grite anhelo,
hacer que venda confites de consuelo
si ella mirara mi foto largamente,
esa que me tomó en algún invierno
cuando me iba sin ella hacia otro sitio,
en ese muelle azotado por el viento...
Ardor que sentenciaste sí mi olvido,
tomaba fuerza de algún perfume nuevo,
y declaraba por cosa innecesaria
todo lo bello que el azar nos trajo,
si yo y mis manos aliadas para el crimen,
y un par de cajas cuadradas de zapatos,
guardaban esos recuerdos alejados,
por tantos días ya puestos en los cuerpos,
el tuyo veo no cambia en mis recuerdos
mientras el mío sin mi venial permiso
ya se destempla sin pena ni complejo...
No soy un criminal aunque sospeches
que persigo momentos desleídos
con personas de inquieta procedencia
para dar funeral inmerecido
a nuestros bellos juegos de regletas,
nuestras mañanas sin vino aderezadas
por esos juegos sin nombre que llamamos
sinceros bautizos que las manos
hacían felices de todos los lugares,
mientras ardores sagrados y sumisos
volvían sales a los cuerpos que sudaban,
todo ello ataviado y con licencia,
esos juegos que ahora no poseo,
los que el mítico tiempo relatara
como sagrados y bellos...
No puedo demandar de ti lo mismo,
ignoro hoy tu lugar de domicilio,
pero prometo, las cajas de zapatos,
y esas más grandes de enseres ya dañados,
yo mismo iré a botar a dónde sea,
pues si le diera ese sitio a tus recuerdos,
allí se irían también juntos los míos,
que a solas tengo para dar sentido
a estas letras de emoción
y ardor por dentro...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Bellísimo y sensual poema hablando de recuerdo muy apasionado, sublimes son tus letras que hacen volar la imaginación. Gracias Maestro poeta.
ResponderEliminarGracias por visitar esos hallazgos, patrimonio del alma...Siempre bienvenida Loly...
EliminarEl corazón arde cuando se ama, palpita cuando se excita y llora cuando agoniza. Ese ardor termina en AMOR, es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una deleitable dolencia, un alegre tormento, una dulce y fiera herida y una blanda muerte, y un ARDOR inexplicable en cada trozo de la vida, en cada poro, en cada hueco; arde ese amor inexplicable pero. tan tangible y a la vez etéreo. Bello tú, bello este poema, que hasta duele el alma.! PATRICIA
ResponderEliminarFui muelle de impetuosos oleaje, lugar de arribo de muchas embarcaciones, viento invisible en muchas estaciones... Ahora soy un escritor, de poemas, de cortas narraciones, cuentos, relatos y una novela terminada... En mi mesa hay arenas de esos mares, que duermen dentro de una bella caracola, un duro recuerdo que detiene la puerta si se mete el viento... Celebro que te guste mi trabajo, bendigo eso y doy gracias a Dios... Abrazos Patricia, gracias por el bello comentario.
EliminarAlgo resplandece en el aire.. tu floresta suavizando cielos en vuelos profundos,
ResponderEliminarY tu tempestad abriendo delirios
Y ese amanecer ardiente y erguido
me aturde y dilata en las pupilas…
Todo..hasta la sangre arderá en llamas......Amalia
...saliendo del ascensor, con su rostro a lo Minelli, en parte solo maquillaje, una británica noble famosa por su forma de entornar los ojos, como quemándolo todo, musitó la frase, ¿alguien tiene fuego? frente a un grupo de solos masculinos...pareciera detener el mundo en torno a ella, aun recuerdo, su tono singular y ese largo pitillo, a su filtro aparejado...Vengo del fuego, pero la tierra me ata gentilmente, ya que soy sin culpa un Capricornio...pero creo que ya lo sabías, bella Amalia...Gracias por venir, a la cita..
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