DESDE EL JARDÍN
Entre el jazmín
que alienta en mi jardín,
prendido entra de la mano de algún viento,
es vuelo espejado de recuerdos
desvaídos, pero vivos finalmente,
me enrejan,
y a verlo me aproximo,
ramas de mango que bajan elocuentes
para abrazar rosales ya crecidos,
y alguna penca invasiva
que se enrostra,
entre los otros cual alma seca y triste,
como hacemos nosotros ciertamente
al juntar en los días reticencias
y amores enjaulados y agredidos,
en el mismo almacén,
allí hermanados,
tomados de algún peso, alguna zarza,
hechos de nosotros, casi amigos,
pero no consentidos son entonces
habitantes de más e indiferentes...
Me miran las matas de mi madre,
sobreviven serenas al descuido,
con placer descubro itinerantes,
tomados vitalmente de los muros,
contra esa frondosa independiente,
bestial enredadera enorme,
que ha tomado la pared por fortaleza,
esto parece de verdad mi propia selva,
tiene ya la entereza del que vive,
exceptuando la forma y la bajeza,
de esa falsa armonía utilitaria
que predican aquellos que describen
a la diosa belleza sonriente,
esclava de una excelsa perfección,
que no guarda ninguna relación
con la madre de todo,
nuestra madre,
contenida en un ojo
haciendo al mar,
la gloriosa vestal
naturaleza...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Excelsas tu letras a la Madre Naturaleza, lo describes de una manera que me veo en medio del jardín, precioso, gracias por compartirlo conmigo querido poeta.
ResponderEliminar...el esplendor sin fin de los recuerdos, trajo a mi voz el eco de mi casa, la bondad de los muros, el alto cerezo, la enredadera fiel que me escuchaba... Gracias por venir Loly, abrazos..
EliminarUna mágica sucesión de imágenes, José Ignacio;
ResponderEliminarmi enhorabuena por tu poema, un abrazo fuerte
A.
...envío que me hace valorar, cada senda servida por amar...De regreso uno mío, fuerte y sencillo, que no te haga sentir más que un hermanado regocijo...Gracias por venir Andrea...
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