MEMORIA
No morirá
la memoria de las manos,
ni esa delegada entre tu frente,
mucho menos aquella que indigente,
regaste por tu piel mil noches santas,
cuando le diste el poder de recordar,
cada cosa que dijo para amar...
Piel, dijiste, sal,
hoy tendrás suerte,
y ella obediente llenose de ternura
y fue sin dudas llevándote ante el día,
sin saber que de noche volverías,
tan lleno de placeres y coraje,
que ya no sabrías entender o deshacer,
ese tórrido y urgente pensamiento,
andamiaje frontal,
emolumento,
que la busca por ser rojo en tu llama,
el retal que le falta a tu dibujo,
el portal presentido de tu puerta,
la ventana perfecta
para que entre la luna
en plenilunio...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©
Aunque no es fácil saber con precisión cada detalle, la sensual descripción de la experiencia parece que debería inclinarse por una comunión de la piel de los dos amantes.
ResponderEliminar...Que no es poco el vapor que llena este recinto y su figura se esconde por momentos, es el amor, excelso visitante, forastero pero dueño del instante... Gracias Fernando por tu lectura, por hacerte tan cerca del poema, abrazos!!
Eliminar