RELIEVES DE SAL
La piel va revestida
de ensoñaciones vagas,
inconclusas,
como esclusas permite que las ondas
de aguas de toda clase, toda norma,
repten, deriven, bajen, humedezcan,
a su nivel sentido fiel retornen,
donde la plástica se abate sobre el arte,
y despeja paredes, escenarios,
regresan los recuerdos espejados
en duplicado como nuevos algoritmos,
discurren plácidamente cual nubados
cielos séptimos, que habías olvidado…
La piel ardida revela un solo dogma,
que se nutre y se desnutre con los días,
vive de menosprecios superados
en los ojos que de afán la reconocen,
tiene sembrados un sinfín de halagos,
que no por vagabundear de sur a norte
y escuchar su propio eco en notarías,
deja de hacer de zapa forajida
en la medalla que cuelga de su cuello
y el brillo que la nombra cuando suda
oxida un poco la oración sincera,
que dice de otro ajeno lo que quiere
nobleza delicada que rescinde,
y deja a los acordes de las horas
cualquier música ajena que resuene,
venga manchada de manos fugitivas
o de aquellas que bendigan su hermosura
que traigan cien caricias mansas
para luego marcharse entre el silencio,
haciéndole algún gesto a los recuerdos
con los que vive el sueño más sincero…
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Ocupo el espacio de éste poema, para decirte, qué estaré ingresando en tus blogs, un abrazo infinito amigo, atentamente, José Abraham Guevara chamorro.
ResponderEliminarSerá siempre un placer que recorramos estos pasillos, donde la voz hace de ungüento para pegar las almas...Gracias siempre Jose Abraham, abrazos....
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