DE MI ALIENTO EN TI
Tartamudas razones que se tocan
cuando lanzo mis dardos aceitados,
para la guerra de amarte dar rabioso
mientras corren instantes con tu nombre,
las horas, los minutos y los días,
con que bordo segundo tras segundo
para que viva en tu afán mi piel sumisa
plena el alma y los ojos hambre tengo
pues no es de otro modo mi avaricia
de serte calendario y camino certero
que al final lleve puerta sin cerrojo
Sofisticado impulso por tus ojos
que otorga a cada paso su sentido,
y en el lento reflejo de tu aroma
busca a otro linaje de ti prestar guarida,
otro rumbo ante el nombre de quien signe
tu prolija ausencia desmentida,
en que nazca fatal y silencioso
mi coraza de Efebo lacrimosa
cubierta en maquillaje sin tu rostro
Forjadora de afán que recupera
cual gata lamedora piel rasgada,
futuro acrecentado por la estampa
que muestra tu figura enrojecida
por mis manos de pan,
mis manos blancas,
que tienen tu recuerdo como guía,
el silencio estrujado que perdido,
te nombra suspendido cada día
en los dulces pedazos de mi sombra,
en tu nuca remanso de celestes
carolingios amagos de poesía,
que reprocha en su bucle mi indolencia,
y en sutiles silencios ha pedido
que vuelva mi presencia acrecentada
que vuelva mi presencia acrecentada
sin el peso letal de la promesa
del siguiente abandono,
que mi piel resarcida en tu presencia
ya ni acaso recuerda,
pues te lleva tatuada tras la dermis
ilesa como mi alma deseosa
de encontrar su final correspondiente,
en sereno y ferviente antagonismo,
en mitad de tu yugo primigenio
el secreto sabor
que tanto adoro...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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el justo canto en clave de sol y contrabajo, precioso, haciendo siempre del anhelo la hebra del hilván de tu poesía, entre el ser y el no ser la lírica, este poema es soberbiamente hermoso. Abrazos Jose.
ResponderEliminarEntreverada tu luz, cual pasajera que viene y no se marcha, leyendo sobre estas que de mi son como naves, palabras como góndolas, llevando de mi ser amplias vituallas, para que el ser amado que hay adentro, jamás se marche, de esa hebra que hablas nunca hale, para romper lo que debe ser tejido...Que gracia encuentro en tu voz amiga, gracias proclive a nuestra poesía...Gracias por venir querida Carmen, abrazos..
EliminarToda tu obra es soberbia. Mas que seguidora, me he convertido en acosadora. Un abrazo.
ResponderEliminarQue el alimento en la mesa nos conmueve, y lo sacamos de casa, para comerlo a la hora que proceda en esos pequeños fiambres, sentados en el parque, en una banca, los pájaros mirando, sube la cuchara a la boca, baja otra vez al plato...Puedes llevarme si te acosa el hambre, querida Violeta, si mis letras se han vuelto tu alimento, bienvengo contigo la hora del almuerzo...Abrazos amiga, gracias por la huella..
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