EL PUENTE
Coloquios van y vuelven mientras calan
nuestras mustias miradas sin resuello
que encajan en tu piel, luego en la mía,
como si fueran lábiles cantinas
o muelles olvidados y sin mapa,
o seráficos anclajes tono rosa
que hoy reciben pedidos recobrados,
por la prisa, el malogrado evento,
la constancia templada en mil olvidos,
y el relato de cien te quieros vivos
con tu nombre y el mío
recitados en salinas alabanzas...
Con tus manos heridas de abandonos
por tantas y tan recias soledades,
me pintas en la piel tus pentagramas,
tan dulces y tan nuevos que me callo,
y en los ojos te muestro que mi abismo
es igual o peor que tus dolores,
pasamos sin decir rotundos puentes
que unían los destinos insondables,
donde solos estábamos y muertos,
esperando noticias recobradas
cosiendo entre sus ecos los alientos
y las rutas soñadas,
hoy cantas tus dolores, yo te alumbro,
entre abrazos inmensos, renacidos
tu paciencia bendigo,
y en el beso que juntas con mi boca
cual jazmin que es olido
me confundo...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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El trasunto del poema es un reencuentro de dos soledades, bien resuelto en cuanto a la disposición de elementos semánticos líricos y delicadamente sensuales al mismo tiempo. Formalmente, el poema tiene una belleza compositiva general bien dispuesta usando básicamente rimas libres, apoyándose en rimas a-a (7 en a-a/ 5 e-o / 5 i-o / 2 i-a) y que consiguen, sin embargo, un bello efecto musical exento de rigideces y le dan al poema una graciosa soltura al tiempo que causa la impresión de estar más trabado a un esquema de rimas, del que carece intencionadamente.
ResponderEliminarTe agradezco el análisis Fernando, pero sobre todo esa presencia sin afanes, buscando la conexión emocional que te permita trascender las letras, ir más allá... Te dejo mi abrazo, amigo...
Eliminarque simple soy, a mí sólo me parece bonito
ResponderEliminarQue no hay simpleza en el decir de amores, ni en refrendar ese pan que bien se come, que no deja en la mesa de la piel, sino el recuerdo galán de haber partido... Gracias por venir Pommette, bienvenida siempre!!
EliminarJosé Ignacio.....bella sinapsis del amor.
ResponderEliminarY bello el rastro enarbolado de tu paso, que me hace feliz, María Alfonzo, abrazos!!
Eliminar...Esas manos heridas de abandono por tantas y tan recias soledades...tu paciencia bendigo, y en el beso que juntas con mi boca cual jazmin que es olido me confundo....
ResponderEliminarMuy hermoso José Ignacio y para dos soledades que se encuentran, solo puede ser un estallido de amor.
Me encantas con tu poesia.
Ay, Marta querida tú lo sabes, conjunción de marchitas soledades son las letras escritas y sentidas, no se puede vibrar sobre una cuerda, si no eres instrumento que se tiempla, con la música que nace desde adentro, en el último templo...Gracias de nuevo por venir, es placer presentido, verte aquí...
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