TRES EN LA CAMA
Hoy tengo pena,
me he quedado sin mi dama,
torear de esta manera el dominó
es tentar al destino inútilmente,
tentar a los recuerdos por clementes
tiene de irreverencia cada gesto,
pero que le voy a hacer
se me durmió,
antes de yo mandarla con mis besos
a ese lugar seguro de los cuentos,
donde lo malo queda presentido
y los malvados
no tienen el control...
Mi dama duerme en brazos de Morfeo,
cuando llego a dormir está en mi sitio,
la cama está caliente y no hay espacio
Morfeo está profundo y ronca fuerte,
yo temo despertar a su invitado,
para sacarlo pronto de mi lado,
y él despierta en medio de un ronquido
y me ve suplicante con razón,
se sale pues también ha sido amigo
de mis horas de asueto fatigado
aunque él sabe que yo duermo poco...
Ahora, cuando abrazo sus bondades
ella tuerce un poquito la cabeza,
me dice, mi amor ¿ya terminaste?,
y yo lleno de sorna le contesto,
por favor amor, no me provoques,
que solo se termina si comienzas,
entonces se sonríe algo pedante
diciéndome, comienza por favor,
que es mejor acostarse sin demandas
que hacerlo con quejas de los dos,
la miro, y me increpa sin sonidos,
decido empezar en la mitad
para acabarlo bien y tener tiempo
para dormir y caer pronto de nuevo
en el abrazo sincero de Morfeo,
quien no hace nada y sin que yo los viera
la amaba locamente entre sus sueños...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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El Morfeo, amante de tantas,
ResponderEliminara veces simple, espectante,
y aveces tan buen amante,
que se adueña de la cama,
de las vidas, de las damas,
de los duros cuerpos recios,
de los amantes sin cama...
A veces creo, poeta,
que das demasiado espacio
al ególatra mitológico,
que se adueña del ensueño...
...sonríe el poeta...Teoremas del espejo, jugando los dos a la rayuela...Abrazos Vanessa..
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