ATADOS
Has dejado los guantes en la mesa,
y la red del cabello justo al lado
donde espera también la lamparita,
que nos alumbra todo si está oscura
esa hermosa misión de retocarnos,
de salvar las distancias entre bromas,
y asaltarnos a besos, perdigones,
nudos nuevos en manos, piernas, ojos,
hasta hacer del intento un nuevo logro,
y al presente ponerle otro ladrillo
con tu cuerpo y el mío como muros.
Has dejado los ritos y el cansancio
elaboradamente doblados en la silla,
y la falda, y el jersey, y tus hebillas
por eso vuela el pelo allí en tu espalda,
y puedo retocar la imagen toda,
que desde antier o algo más no visitaba,
ardan entonces los altos pensamientos
que te rodean, te celan, determinan,
y no detenga mi ruego hecho silencio
que de tanto derivar entre aspavientos,
se conforma con mirarte entera,
nombran mis manos y tú bella retienes
los ecos que te sabes de memoria...
como si fueran letrillas de cipreses,
dichos de olas que han viajado mucho,
o gorgoteos de vieja cantimplora
que ya de muchos ríos tuvo agua,
y se conoce la sed de quien la porta,
y su llamado cuando pide amor y agua...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
Copyright ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario