TWO GENERATIONS
Comestible que debe con las manos
llevarse como sea hasta la boca,
que se cubre de pasiones en cascada,
cuando ese sabor de culpa presentida
cual mermelada encinta de aceitunas
me llena, y me convierte en plastilina,
dejando en la lengua una oración
enlazada entre el vasto paladar
por salivas rubicundas recién hechas,
para atender pedidos espontáneos
pero erguidos desde hace largo tiempo,
pedidos con carácter que enmudece
cuando traes tu piel a bordo tuyo,
sin permiso pedir
de ausentarte
de esa sin razón imaginaria
que lleva con virtud tu nombre,
reptando desde tu cuello por la espalda,
hasta los pies juguetes de tu augurio...
Ellos se dejan llevar donde deseas,
como sea que ocurre
yo lo ignoro...
Despierta insurrección de mis sentidos,
que se tiran sobre vos
por mis dos ojos,
abatida penuria que me dice
que sos perfecta gloria, una delicia,
pero no para mi,
no para mi,
sinuosa melodía vuelta cuerpo,
sobre todo en las cruces de tu medio,
comestible que exhibe tu dulzura
mientras saliva trago, o me resisto,
esperando que no sientas mi mano
y mi pálido abrazo acariciante,
como el cierto infernal gesto galante
que está por ahogarme,
por matarme,
mientras suave, muy suave
enlazo leve,
tu saludo amigable y respetuoso,
de alumna con su profe,
un ser curioso
que despide este año de trabajo
y se marcha también de vacaciones...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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