PERDIDA
Que haces lazarillo de la luz
a esta hora impía y en desgracia,
mirando desde esa verja algo oxidada
con esa facha casual de ser gentil
que no halla su morada,
su morada,
su lugar donde el cuerpo reclinar
y los sueños
sin más
dar a volar,
en medio de tragedias destiladas
por horas que no tienen buen final,
porque alguien se fue
de tu plumaje
y no llama o no llega...
Gorrión ya estás perdido,
ya no importa,
igual quédate hoy te doy licencia,
te pongo un poco de agua en el balcón
y pedazo de pan del desayuno,
el viento está arreciando
y eso es signo
que llegará después una tormenta,
por mí puedes quedarte solo hoy,
solo hoy,
y al regresar el sol te vas en vuelo
a dónde,
sabes más que yo mejor
cuales son esos cielos y esos suelos
donde le va a tus alas la aventura...
Se abre la puerta de hierro y ella entra,
con la cara casual y el paso torpe
que tiene quien consigue
quien corona
sin siquiera palabras, con mirar,
el juego de lograr sin casi hablar
lo que ella necesita,
lo que quiere...
un lugar en la mesa ya servida
aunque es una mujer desconocida,
la promesa de un sueño, en la mirada,
y el permiso de más
no sabe cuánto,
cuando pase la noche y llegue el sol,
y sean otra vez desconocidos,
Ėl, el dueño de casa
y ella un triste gorrión,
solo lleno de sueños,
que viene entre un hola
y un adios.
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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