martes, 30 de junio de 2015

CARAS DEVUELVE QUE NO ESTÁN / Poesía de José Ignacio Restrepo


A UN NO POEMA


No es otro poema de amor 
el que va inscrito entre silencios de sufragio, 
ni imperativo el beso 
que no es de despedida ni saludo, 
sino el arma sencilla del que ama 
y piensa que es su último recurso 
para decir te quiero sin herir, 
sin sostener el fin como mortaja
o medir la secuencia de la falta
que no ocurrió sino que mal supuso
y luego entre aserrín nuevo taparla...
 Todos hemos ladrado al fin y al cabo, 
sentados bajo ventanas ya cerradas...
Es la lid infructuosa, atormentada,
del escapista que no se dio a la fuga,
la palabra feliz o el bello abrazo
que colgaron de la herida comisura
esperando que el otro comenzara
y al otro no le dio maldita gana,
quizá apenas te vio,
no olió ni un miligramo de aroma,
y menos vio tus ansias encarnadas
y por eso el abrazo no llegó,
y el beso se quedó en la comisura,
y el futuro galopa ahora lejos
mientras gimes 
murmurándole al espejo,
qué fue lo que pasó
por favor dime,
si ella estaba tan cerca, tan cercana,
esa patria tomada, el bello puente,
y mi clara palabra la mecía,
dónde se fue el amor y la alegría
que tenía guardadas para darle...
Ya sabes el final querido amigo
y el lector consentirá conmigo
que no hay bondad al hablarle a los espejos
y esperar de vuelta una respuesta,
que no pueden hablar,
son muros secos,
brillantes por tener sobre cristal,
reflejos nos devuelven
nada más...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

miércoles, 24 de junio de 2015

EL PASADO SE FUE EN UNA CANCIÓN / Poesía de José Ignacio Restrepo


EN FE ROMANCE...


Tejer y ser parte del tejido,
al debido arancel 
pagar como cualquiera aguja e hilo,
soportar sin reparos el vaivén
de volver para atar mejor un nudo
con el aliento intacto por lograr
una prenda que agrade,
un diseño que no sea pasado
con errores imposibles de arreglar
que nos hagan olvidarla 
en el armario...
 
Alargada metáfora leída
que pone la memoria a trabajar,
y hace que contemos mal los días
mirando la cuchilla de afeitar,
que no es la ropa aquí protagonista
ni el clima un elocuente regidor...
Hablo hoy de las múltiples caricias
venidas del ayer que no se ha ido,
y del argot que cose al yo mundano
con éste cuyo fin es espiritual,
toda vez que tomo de tu mano
un poco de alcanfor y nada más,
para poner conserva al estatuto
y más fidelidad de la adecuada
a las caricias hechas y formadas
por experiencias saldadas
y perdidas...
 
No coso desde hace tanto tiempo
que veo a mis recuerdos retozar
afuera, más afuera de mi cuerpo
en el turbio solar de lo vivido...
Pero más que escritor soy un juglar
recogiendo las piezas algo sucias
para poder hoy tarde ir a lavar
donde algo de agua mana aún,
un río, un manantial...
el mar azul...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

viernes, 19 de junio de 2015

ROMPER CELOFANES... / Poesía de José Ignacio Restrepo


FUEGO AMIGO


Delicado celofán que me separa
como deidad sin nombre de tu rostro,
puedo mirar latir su corazón
y ser el diapasón de sus deseos,
pero no hoy,
certero me legislas
para que ponga fin a lo que pienso...
 
Saben mis manos que mis ojos nobles
se llenan de tus ansias extinguidas
y le cuentan a esta curva de la noche
que aún las tuyas me vencen,
me enamoran,
llenándome de afanes insufribles
por recorrerlas,
aunque llegue el acorde de tu pecho
cantándome sin más que estás dormida,
el verlas hoy latentes a mi vista,
invita a que las surta de otros nombres
cual si afluentes de ríos recién hechos 
que no tienen detalle sobre el mapa
muestren que son torrentes de azul
sin un solo retardo
yendo al mar...
 
No prospera mi pálido gemido
pues la sustancia que llamamos sueño
te lleva de la mano
dócilmente,
y yo no puedo negarme a que lo sigas
un pie tras otro mientras mis caricias,
como alta alegoría rompen fuentes
de vientres que salvaran en las nubes
la lluvia que levanta aguas de río,
elementales bogas de algún bote
que asciende sin saber muy bien en dónde
se hallaba ayer pescando sus cien duendes
y hoy ya de dia y alto el sol,
va corriente abajo río arriba...
 
Duerme,
yo ya te alcanzo musa bella,
recuento los lingotes de lo nuestro
y fundo ecos de amor para mañana
cuando espero cumplir con mi osadía
de pintar sobre tu cuerpo nuevos mapas,
sin que puedas odalisca
detenerme,
rasgando celofanes encerados
iré a posar mis labios sutilmente,
sobre dos mil recuerdos destronados
que me tienen a mi por enemigo
y al calor de mis labios que te nombran
simplemente mi amor
por fuego amigo...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

miércoles, 10 de junio de 2015

EL ETERNO PALACIO DEL AMOR / Poesía de José Ignacio Restrepo

 
 
ESCENARIOS


No solo sombras de ti bajo el tejado 
o bella luz de algún lóbrego farol
o el útil brillo neutro del candado 
o todo junto amor más el recuerdo...
Tu adiós impreso lento y perentorio
que como luz cabal apaga y prende
en mi pecho sereno y compungido
y otras que bien poseo en el recuerdo
no alcanzan para viajar por el camino
buscando los senderos escondidos...
A lo sumo para atar en la memoria
el verso ya regalado, el mar, el trueno,
el cielo al salivar en mis victorias
y esa alondra que hacía poesía
buscando sin hallar la tierna rosa...
Este poeta que duerme en tu figura, 
que te lleva viva e ilesa sobre si, 
busca en su pecho abierto un escenario
para dormir eterno con tu sombra...
Aunque no pueda serte ni tenerte
como otrora te tuvo allí encendida...
 Que conozco al dedal tiempos de veda,
todos mudan su faz cuando se llega
la muerte y su silencio desnutrido,
esa feroz remera que no mira,
dueña del bote y ansiosa de su mar,
voz que inventa la vil prohibición
de tocar cualquier botón que sepa a carne 
viva, pero aún más si ya es muerta...
Ay serena visión extravagante, 
mutaciones del alma hacia su cuerpo, 
o al revés si somos vivos muertos
en el palacio eterno del amor
que vos y yo tan bien ya conocemos...
 
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
Copyright ©

sábado, 6 de junio de 2015

BOLA OCHO A LA BUCHACA DOS / Poesía de José Ignacio Restrepo



ODA AL ABRIGO


Secreta dirección 
por la que el hoy pregunta, 
no debe hilván cosido dejar ver 
como góndola pueril la punta, 
aunque hiera la piel de cada mano
al intentar retener tramos de vida,
dulce de los pasados que no fueron, 
 satisfacción errada que vive sin embargo 
en un futuro probable y no pasado...
Bella suma de quejas bien vestidas, 
que nos son amigables sin embargo
al ponerme el abrigo siento la pregunta
de cuál rostro me acuerdo, de qué hora
y tomo esa foto delicada
con la hora soñada
y no vivida...
Ella brota del baño de las damas
como si fuera un girasol recién cortado
y me mira en medio del lugar
como si fuera un pantano
y yo un nenúfar,
por mi cara sabe que recuerdo
que se fue sin siquiera despedirse
y luego tampoco contestó
esas cartas que ya no le decían
que tenía en mi casa como antes
intacto el amor y la osadía...
porque igual perdonar es algo infame
si no tienes al otro allí adelante...

Pero nada pasó...
Pidió a la empleada que miraba
con voz harto segura y sin mirarme
el abrigo que de una se caló,
tanto era el frío del ambiente,
yo la miré con ánimo clemente
aguardando sin duda otro final,
pero ella se marchó
nada pasó...
Bueno, eso es mucho decir,
se rasgó el cuero que guardaba
la postrera luz del mundo
y todo quedó a oscuras
hasta yo...
pero eso fue ayer,
hace tres años...
No tiene ya poder ni el vil recuerdo
y ella anda por ahí rompiendo cosas,
escribo estas cuestiones sin rencor
con apurado hilo gris oscuro,
que no se me descosa
entre el olvido
pues recordar preciso
estoy seguro...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor
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